La Sección Sexta de la Audiencia Provincial ha decidido este lunes por la mañana suspender la vista oral del juicio que se iba a celebrar contra siete acusados pro el asalto a la casa del carpintero José Antonio Perera, en 2016 en La Florida (San bartolomé), que acabó finalmente con la muerte de éste dos meses después.

Uno de los acusados, Néstor David Padilla, ha alegado que quiere renunciar a su abogada, que a su vez representa a otro acusado y que desea tener un abogado particular que defienda solo sus intereses. El presidente del tribunal, Emilio Moya, ha señalado que esta circunstancia crea un “gravísimo trastorno” y que no hay “causa aparente” para esta renuncia, pero ha decidido suspender la vista, prevista para cuatro jornadas. “Ya veremos cuándo tenemos cuatro o cinco sesiones libres como ahora”, ha señalado antes de levantar la sesión.

El tribunal ha instado a los acusados a que presenten su renuncia a su defensa en ese mismo momento, porque “no se van a aceptar más renuncias”. Otro de los acusados, José Miguel Bethencourt, también ha decidido tomar la palabra para renunciar a su abogado de oficio. Cinco de los acusados están en prisión por otras causas, mientras que los otros dos están en libertad.

El acusado que ha renunciado a su abogada tenía otro abogado, que falleció en abril del año pasado. Moya le ha reprochado al acusado que haya decidido comunicar su renuncia a su abogada hace una semana, después de que la abogada le haya representado durante casi un año y medio, pero el acusado ha señalado que quiere hablar con su familia para tener un abogado particular, y no de oficio.

Según el escrito de acusación de Fiscalía, los acusados “actuando de previo y común acuerdo, sobre las 8:30 horas del 18 de enero de 2016, procedieron, haciéndose pasar por miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, simulando realizar una entrada y registro por la supuesta comisión de un delito de blanqueo de capitales, a acceder a la vivienda” del fallecido.

Una vez dentro, maniataron a Perera y a su esposa y les instaron a que les dijeran dónde estaba la caja fuerte “y les dieran todo lo que de valor hubiera en su interior, procediendo los encausados guiados con ánimo de atentar contra la vida de del dueño de la casa, o representándose la posibilidad de acabar con la misma, a golpearle por todo el cuerpo , llegando a aplicar al mismo descargas eléctricas, que le produjeron un menoscabo físico”.

Muerte dos meses después

“Posteriormente y tras hacerse con un reloj de de la marca Viceroy, un reloj de la marca Festina, un reloj de la marca Fósil, conjunto de oro de pendientes y anillo, un collar, anillo plateado con incrustaciones de piedras negras, pendiente plateado con una piedra blanca, pendiente plateado con incrustaciones de piedras brillante (...) se dieron a la fuga dejando a los propietarios atados y tirados en el suelo, tras la huida”.

“Dado el carácter sucesivo de los golpes infligidos y de las referidas descargas eléctricas que, de manera igualmente sucesiva, aplicaron los encausados a la víctima, con ánimo de aumentar el padecimiento del mismo, se generó en el lesionado un estado de sufrimiento y pánico ante la situación que estaba viviendo con un menoscabo inequívoco de su integridad corporal tanto física como psíquica”. Perera falleció dos meses más tarde durante el periodo de recuperación, dejando una hija menor de edad.

La Fiscalía pide penas de hasta 24 años para cuatro de los acusados, que presenta agravantes como la reincidencia, por un delito de asesinato en grado de tentativa y un delito de robo con violencia. Además, para dos de ellos solicita otros tres años más de cárcel por un delito de tenencia de armas prohibidas. Para los otros tres pide una pena de 20 años.

El crimen de Juan Carlos Tejera

Cuatro de los acusados, Néstor David Padilla, Ángelo Delgado, Juan Antonio Delgado y Antonio Enrique González, ya fueron condenados a 29 años de prisión por matar a golpes a Juan Carlos Tejera Acosta en marzo de 2015 en Lanzarote.