Orlando Umpiérrez

Un nuevo concepto de nacionalismo: una ideología para el siglo XXI

En el debate político contemporáneo, el término "nacionalismo" ha sido frecuentemente asociado con divisiones, conflictos y posturas excluyentes. Sin embargo, propongo una redefinición de esta ideología, adaptada a las demandas de un mundo interconectado y en constante cambio.

El nuevo nacionalismo no debe entenderse como un rechazo a la globalización,  sino como una afirmación de identidad colectiva que promueve la colaboración entre pueblos. Sin embargo, esta colaboración debe estar acotada a prácticas que no perjudiquen a las personas ni al medio ambiente, entre otras cosas. En lugar de basarse en ideas de superioridad o aislamiento, esta visión se centra en la protección y valoración de la diversidad cultural, reconociendo que cada territorio tiene algo único que aportar al panorama global. Esto no significa aceptar cualquier influencia de manera pasiva, sino evaluar críticamente cómo cada interacción puede beneficiar a las comunidades locales y fortalecer la cohesión social.

En el caso de Canarias, el nacionalismo es una herramienta esencial para mejorar la vida de las personas que residen en las islas, actuando como un escudo frente a los incumplimientos políticos externos. Este enfoque busca garantizar que las decisiones que afectan a la región respeten sus particularidades culturales, sociales y económicas, priorizando siempre el bienestar de sus habitantes. Además, todo progreso impulsado bajo esta perspectiva, hará más próspera nuestra convivencia vecinal y reforzará la sostenibilidad económica de Canarias. La riqueza de las tradiciones isleñas, combinada con una apertura estratégica a ideas externas, puede construir un modelo único de prosperidad y equilibrio.

Nacionalismo inclusivo: una alternativa necesaria

Este concepto de "nacionalismo inclusivo" reconoce que la identidad nacional no está reñida con la inclusión y el respeto hacia otras culturas. De hecho, se nutre de ellas. En este modelo, las políticas públicas estarían orientadas a fortalecer el tejido social y económico interno sin caer en discursos polarizantes. La cooperación, en lugar de ser vista como una amenaza, sería una oportunidad para aprender y crecer juntos.

Toda aportación externa debería ser vista como una oportunidad para enriquecer y mejorar la sociedad que compartimos. Este enfoque permite una constante evolución, integrando lo mejor de las influencias extranjeras mientras se preservan las raíces culturales propias. En Canarias, esto se traduce en iniciativas que no solo respeten, sino también amplifiquen, la herencia cultural de las islas, desde la música folclórica hasta la gastronomía y el arte.

El nacionalismo inclusivo debe estar fundamentado en pilares claros que integren la sostenibilidad, la cultura, el patrimonio, las costumbres y una identidad mejorada. Es decir, no solo busca preservar lo propio, sino enriquecerlo a través de prácticas responsables y abiertas al cambio positivo. Este modelo debe incluir la participación activa de la sociedad civil, desde agricultores locales hasta artistas y empresarios, creando un tejido social fuerte y resiliente.

Principios fundamentales del nuevo nacionalismo

Identidad y diversidad en Canarias implican proteger tradiciones locales mientras se integran influencias globales para fortalecer cultura y economía. La soberanía responsable prioriza el bienestar regional, gestionando recursos de manera justa sin desvincularse de compromisos globales. Como puente entre continentes, Canarias fomenta cooperación internacional y soluciones a problemas globales. La educación promueve ciudadanía global, conectando identidad local con el resto del mundo. Sostenibilidad e innovación impulsan prácticas económicas y sociales respetuosas con el entorno, asegurando un futuro próspero y equilibrado.

Este nuevo nacionalismo no debería buscar replegarse en las fronteras, sino utilizarlas como puntos de partida para el diálogo y la cooperación. Al redefinir esta ideología, podemos avanzar hacia un mundo donde el orgullo nacional y la solidaridad internacional coexistan, contribuyendo al progreso de todos por igual. En el contexto de Canarias, este enfoque permitirá a las islas destacarse como un ejemplo de convivencia armónica, resiliencia económica y respeto mutuo, sentando las bases para un futuro próspero y sostenible.

Comentarios

Claro que sí, y en alemania tendrían que reinventar el nazismo para que sea incluyente: la raza aria es tan suprema que permite la convivencia de los judíos dentro de la utopía Aria. Para temblar.
Sr Orlando el de Titerroy que se comía los mocos conmigo, de verdad y con respeto su artículo perdona no hay quien lo entienda , no se que Legitimidad y conocimiento tiene usted donde su paso por ña política a sido de un vividor de los dinerarios público creando su propia plaza de trabajo por donde paso, bendito Dios quien no lo conoce, recuerdos de los muchachos de la Mercedes. suerte con su publicación.

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