Dentro del documento del Plan General de Arrecife, que pretende aprobar el grupo de gobierno, se incluye un Estudio de movilidad cuyo objetivo es el de “establecer las medidas necesarias para garantizar que los viajes relacionados con el municipio se realicen de forma más sostenible, esto es, priorizando los modos públicos y los no motorizados, garantizando una mejor calidad de vida para sus ciudadanos de forma compatible con el crecimiento económico, la cohesión social y el respeto al medio ambiente”.

A lo largo del Estudio se dice de maneras muy diferentes, pero las claves siempre son las mismas: reducir el tráfico tanto en el centro como en los barrios, crear aparcamientos, disuadir a los coches de entrar al centro, fomentar el transporte público y, en definitiva, dar prioridad en las calles al peatón frente a los coches. El texto dice literalmente: “Conquistar el máximo de espacio para el peatón será el fundamento de la recualificación de algunos barrios de Arrecife”.

El diagnóstico es que, en Arrecife, “salvo en las calles peatonales, el vehículo privado se erige como el principal actor de la escena urbana, donde no sólo dispone de la mayor cuota de espacio en el reparto sino de la preferencia en la circulación. En Arrecife el reparto es muy desfavorable para el peatón, primando el espacio para el tránsito del coche o el aparcamiento”.

El Estudio considera también que hay que disminuir el consumo energético y mejorar tanto el medioambiente urbano como la calidad de vida de sus habitantes y visitantes. Estas recomendaciones se redoblan, especialmente, en las zonas con una actividad comercial intensa, para las que se aconseja “crear áreas de peatones y zonas de prioridad invertida (coexistencia con otros modos de transporte)”.

El documento cita al Plan Insular de Ordenación, aún en redacción, que solicita la mejora del transporte colectivo y un modelo “donde la demanda de tráfico se adapte a la oferta y no al revés, con el objeto de cambiar el círculo más demanda -más vehículos- más carreteras– más demanda”.

“Conquistar el máximo de espacio para el peatón será el fundamento de la recualificación de algunos barrios de Arrecife”

“En Lanzarote, en general, el predominio del uso de la red viaria urbana corresponde al automóvil. De esta forma, las ciudades y pueblos de la isla han ido tomando el típico aspecto de ciudades invadidas de coches ocupando no sólo su espacio, que se ha ido ampliando, sino también el de los demás usuarios. En los últimos años, la recuperación del espacio para el peatón ha ido ganando terreno, especialmente en la zona del casco aunque aún las reticencias de los usuarios del automóvil a ceder terreno tienen notable repercusión”, señala el texto.

Según el Estudio, en todo caso, las actuaciones que se lleven a cabo, “no pasan por invertir arbitrariamente la situación, sino en contemplar la posibilidad de la existencia de soluciones intermedias adaptadas a las necesidades de realización de viajes y del entorno”, pero la vocación es clara: “La movilidad del vehículo motorizado no debe ser el criterio principal de diseño del viario, sino uno más”.

En cuanto al centro urbano, el Estudio asegura que se debe potenciar mediante la peatonalización de las calles, “más si cabe en los alrededores del Charco de San Ginés”. En el caso del frente litoral, el objetivo sería su “recuperación”, para poner en valor “la temática cultural apoyada en el prolijo patrimonio arquitectónico de la zona centro, y la capacidad de ser ciudad de servicios”.

“La movilidad del vehículo motorizado no debe ser el criterio principal de diseño del viario, sino uno más”

Destaca, especialmente, las posibilidades de trasvase de tráfico hacia la Vía medular, como elemento descongestionador, y la implantación de aparcamientos intermodales” para recuperar “parte del trayecto del litoral e implantar usos relacionados con el ocio, la salud y culturales”.

Por su parte, la concejal de movilidad de Arrecife, Inodelvia Torres, asegura que confía “en que la primera reacción de los conductores sea valorar antes de salir de casa si realmente necesitan el coche en cada desplazamiento; esa es la mejor estrategia de descongestión y pacificación del tráfico”.

“Esperamos recuperar muchas personas -asegura- para el disfrute de la calle, que es el espacio público que compartimos”. Torres apuesta por instalar un servicio de bicis de alquiler, potenciar el uso del transporte público, habilitar zonas de aparcamiento disuasorio y cambiar de sentido de algunas calles para dar fluidez al acceso al centro.

Uso de la bici

Tanto el Plan Insular como el Plan General optan por introducir una amplia red para circular en bicicleta por la ciudad, que ayudaría a reducir el tráfico motorizado. La propuesta incluye dos tipos de redes, una en la zona del casco urbano y otra en la periferia que conectaría los principales puntos de interés del municipio con la costa y casco urbano. También propone una red de itinerarios ciclistas con carril bici que afectan a un gran número de calles y ocho aparcamientos exclusivos junto a varias paradas de transporte público.

58.000 coches

De los casi 115.00 vehículos que hay en la isla, según la Dirección General de Tráfico, más de 40.000 son de Arrecife, que también recoge la ‘visita’ de varios miles más cada día. De hecho, la intensidad media diaria de vehículos en el tramo entre la capital y el aeropuerto soporta unos 58.000 coches. Aun así, Arrecife es uno de los pocos municipios de la Isla que tiene menos coches matriculados que habitantes, una proporción que, a pesar de ser disparatada, se asume con normalidad.

La evolución del coche es de las pocas que ha ido pareja a la evolución de la población. No lo han hecho los servicios públicos, ni el empleo… Ni siquiera otros transportes. En 1997, en la capital había 114 licencias de taxi y hoy hay 122, sólo ocho más en veinte años, mientras que en San Bartolomé se ha pasado en el mismo periodo de 29 a 69.