“Ha llegado el día. Parecía que no iba a llegar, pero ha llegado”. Poco antes de entrar a la sala donde se iba a celebrar la vista oral del caso del Hotel Fariones, personas cercanas al procedimiento mostraban su satisfacción por un hecho que hasta que no llega cabe la duda de que se vaya a producir. Solo dos horas y media después, la sensación de esas mismas personas era de incredulidad, decepción y resignación.

Todo lo contrario, una satisfacción indisimulada, que en el círculo formado a la salida alrededor de Juan Francisco Rosa, el principal acusado del caso que, al menos de momento, no tendrá que preocuparse por las consecuencias judiciales de la querella de su socio en el hotel desde hace más de treinta años, Honorio García Bravo. Rosa ha salido absuelto de las tres últimas causas penales a las que se ha enfrentado: dos juicios del caso Stratvs y uno del caso Unión. 

En este caso es una cuestión de plazos. La Sección Primera de la Audiencia Provincial, con el magistrado Pedro Joaquín Herrera como presidente, decidió, después de escuchar las cuestiones previas planteadas por defensas y acusaciones y tras un receso de media hora, suspender la vista oral y por tanto las sesiones previstas para los próximos días y devolver la causa al Juzgado de Instrucción número dos de Arrecife.

La sesión comenzó con las cuestiones previas planteadas por el abogado de Rosa, José Antonio Choclán. El resto de abogados, de Rosa María Rosa (prima del empresario) y de Raquel y Juan Andrés (hijos de Juan Francisco) así como de Rafael Lasso, como responsable civil subsidiario, se adhirieron a ella y plantearon otras cuestiones. Pero la primera fue la decisiva. 

La querella de García Bravo contra su socio por dos delitos societarios continuados y uno de falsedad en documento mercantil, por su forma de administrar la sociedad del hotel entre 2004 y 2016, entró en el Juzgado el 11 de enero de 2018. El 20 de junio de ese año se declaró la causa como compleja, lo que otorgaba al juez un plazo de año y medio para finalizar la instrucción, a contar desde la fecha de la incoación.

Ese plazo terminaba el 11 de julio de 2019, pero la causa se prorroga por un auto fechado el 18 de julio, siete días después, “una vez expirado el plazo de instrucción”, según señaló Choclán. La prórroga debía haberse acordado antes, no después. “Nos hemos percatado ahora de la situación procesal”, comenzó diciendo el abogado.

¿Qué va a pasar ahora? Lo primero es que Herrera debe dictar un auto que recoja la decisión que anunció en la sala. Lo segundo es que las actuaciones se devuelven al Juzgado de Instrucción dos para que el juez Jerónimo Alonso retome la instrucción teniendo en cuenta solo las pruebas recabadas hasta el 11 de julio de 2019.

Se mantienen vigentes las declaraciones de los acusados en diciembre de 2019, pero solo respecto a los hechos reflejados hasta el mes de julio. Si con esas pruebas considera que es suficiente para llevar a juicio a uno o varios de los acusados, dictará otro auto de pase a procedimiento abreviado y, probablemente, se celebre el juicio. Si no es suficiente archivará el caso.

Se eliminan diez de los quince tomos del sumario. ¿Habrá pruebas suficientes? Veamos las distintas posturas. Según Choclán, toda la prueba pericial llega al procedimiento “cuando ha caducado el plazo”. “Si se quita todo ese material no se podía haber abierto juicio oral”, señaló. El abogado de la defensa dijo que se eliminan del procedimiento la declaración del auditor (que podía ser clave para una posible condena), el examen del Libro de actas, la tasación del Hotel La Perla y la información tributaria añadida al caso, entre otras cuestiones. Además, señaló que hay hechos que no estaban ni en la querella inicial ni en la ampliación de la querella.

Fiscalía dice que no hubo indefensión

El fiscal Tomás Fernández de Páiz, que sostuvo que aunque hubiese pasado el plazo no conllevaba la decisión que finalmente se ha tomado, que se retrotrayesen las actuaciones, señaló que no ha habido indefensión a lo largo del procedimiento.

El fiscal considera que, aun quitando los diez tomos, hay pruebas suficientes, porque de los ocho puntos del escrito de acusación, como mínimo los tres primeros están ya incluidos en la querella inicial. A saber: los préstamos no documentados a favor de empresas vinculadas a los acusados entre 2004 y 2016, los préstamos, avales y garantías  (al menos 25 operaciones) sobre el inmueble en beneficio de los acusados y la enajenación a personas con las que tenían intereses económicos, de las acciones que Hotel Los Fariones tenía en la sociedad Lanzasuiza (propietaria del Hotel La Perla).

“Cristalización progresiva de la instrucción”

El abogado de la acusación particular, Enrique Remón, señaló que ha habido una “cristalización progresiva de la instrucción” y se refirió a que existe una ampliación de la querella y, por tanto, el plazo debe contar a partir de la ampliación de la querella, aunque este argumento no lo tuvo en cuenta el tribunal, formado además de por Herrera, por Miguel Ángel Parramón y Victoria Rosell.

El juez instructor, Jerónimo Alonso, deberá ahora decidir si hay motivos suficientes como para ir a juicio, reformular los hechos y terminar la instrucción si los hay y determinar si participaron todos los acusados o los hijos de Rosa quedan fuera porque llegaron al procedimiento tras la ampliación de la querella.

Si, después de los recursos de las partes, se abre un nuevo juicio oral, habrá que buscar nuevas fechas. En este mismo caso, entre la apertura de juicio oral y la vista oral han transcurrido tres años y medio.