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La Audiencia suspende el juicio del Hotel Fariones y devuelve el caso al Juzgado de Instrucción

La instrucción de la causa se llevó a cabo fuera de plazo y se considera nulo el auto del Juzgado que abrió la fase de procedimiento abreviado, previa a la apertura de juicio oral

Diario de Lanzarote 0 COMENTARIOS 21/01/2025 - 10:40

La Audiencia Provincial ha suspendido este martes el juicio del Hotel Fariones y ha decidido devolver el caso al Juzgado de Instrucción número dos de Arrecife al dar por bueno el argumento de la defensa del empresario Juan Francisco Rosa de que se habría prolongado la instrucción de la causa fuera de plazo.

La Sección Primera, compuesta por los magistrados Pedro Herrera, Miguel Ángel Parramón y Victoria Rosell, llevó a cabo un receso tras las cuestiones previas formuladas por la defensa y ha aceptado el argumento de la defensa de Rosa, ejercida por el letrado José Antonio Choclán.

El abogado del empresario alegó que la prórroga de la fase de instrucción se dictó el 18 de julio de 2019, una semana después que hubiera vencido el plazo para instruir la causa. Choclán planteó que habría que anular 10 de los 15 tomos del sumario.

El magistrado Pedro Herrera apuntó que no había duda de que las actuaciones se llevaron a cabo fuera de plazo y que el auto de pase a procedimiento abreviado sería nulo. Por eso, la Audiencia ha decidido devolver la causa al juez Jerónimo Alonso, que instruyó el procedimiento.

Ahora el Juzgado de Instrucción número dos de Arrecife deberá determinar si con lo que se había instruido antes de que finalizara el plazo máximo para las diligencias previas hay suficientes indicios de delito y, si se dan esas circunstancias, volver a pasar la causa a la fase de procedimiento abreviado, previa a la apertura de juicio oral.

La defensa de Juan Francisco Rosa, ejercida por el abogado José Antonio Choclán, alegó que son nulos 10 de los 15 tomos de la causa

La acusación particular alegó sin éxito que la instrucción no había caducado porque se debería empezar a contar desde que se formuló una ampliación de la querella inicial. Con ese cómputo se salvaría la instrucción del caso del Hotel Fariones.

En este juicio estaban acusados Juan Francisco Rosa, sus hijos Raquel y Juan Andrés, y su prima Rosa María Rosa. La Fiscalía solicitaba una pena para los acusados que se eleva hasta los cuatro años de prisión, en el caso de Juan Francisco, y de dos años para el resto, como cooperadores necesarios.

Todos estaban acusados de dos delitos societarios de forma continuada, uno de ellos de administración desleal o fraudulenta y otro de falsedad en documento mercantil.

La acusación particular, ejercida por la familia García-Bravo, socia del Hotel Los Fariones, añadía un presunto delito de apropiación indebida y elevaba esa petición hasta los 11 años de prisión para los acusados.

[Avance informativo]

Imágenes del juicio

¿De qué se acusaba a Rosa?

01. La querella. Se produjo a raíz de la gestión de la sociedad Hotel Los Fariones, que explota el hotel del mismo nombre, del que la familia García-Bravo tenía el 25 por ciento y ejerce la acusación particular. Sostiene que se generó a la sociedad y al socio minoritario un perjuicio económico “a sabiendas”, con el “claro ánimo de favorecer” los intereses “personales, familiares y patrimoniales” de Juan Francisco Rosa.

Según la acusación, durante un periodo de al menos 18 años, Juan Francisco Rosa, a través de varias sociedades y de sus familiares, habría estado tomando decisiones contrarias al interés de la propia sociedad hotelera para beneficiar a sus propios intereses, vaciándola de patrimonio.

Lo habría hecho desviando dinero, hipotecando el hotel, acumulando deudas con organismos oficiales como la Agencia Tributaria o la Seguridad Social, haciendo ampliaciones de capital para disminuir el control de su socio, emprendiendo las obras de remodelación de forma unilateral o con la imputación de deudas artificiales.

La acusación sostenía que todo esto lo habría hecho ocultando información a sus socios, realizando juntas generales ficticias o expidiendo certificaciones falsas. Llegaron a rebajar del 25 por ciento al 24,99 por ciento la participación de García Bravo y así esta sociedad perdió su derecho a acceder a la contabilidad societaria.

Además, se agregaba en el escrito de acusación, también les ocultaron los libros de actas y otra información básica. Los socios aseguran que “la situación derivó en que durante numerosos ejercicios la entidad tuviera un resultado financiero negativo y un riesgo financiero que superaba el valor de su principal activo, el Hotel Los Fariones”.

02. Perjuicios económicos. El quebranto para la sociedad, según la acusación particular, se eleva hasta los 42,2 millones de euros, de los que 20 millones serían por las obras ejecutadas recientemente en el establecimiento hotelero. Según el escrito de acusación de Fiscalía, los Rosa otorgaron entre 2004 y 2016 préstamos no documentados a favor de sociedades vinculadas a ellos mismos con un interés inferior al legal. El perjuicio por este concepto sería de 1,7 millones de euros.

También hipotecaron el hotel, utilizándolo como aval o garantía en 25 operaciones escrituradas a favor de entidades vinculadas a la familia, “o incluso en beneficio exclusivo de la persona física de alguno de los acusados o de personas de su entorno cercano”.

Estas operaciones se hicieron entre 2014 y 2016 y supusieron un riesgo conjunto para la entidad de al menos 48 millones de euros, una cifra superior al valor tasado del hotel, se añadía en el citado escrito de acusación.

03. Venta de La Perla. En marzo de 2014 enajenaron por escritura pública todas las acciones que Hotel Fariones tenía en la sociedad Lanzasuiza (propietaria del antiguo Hotel La Perla), a personas con las que tenían, al menos, intereses económicos por un importe inferior al valor de mercado, según la acusación particular.

Así, se destacó que uno de los beneficiarios sería el empresario Rafael Lasso, que compró 970 acciones por un precio de 645.000 euros que ni siquiera habría pagado. La operación fue mucho mayor y el quebranto por este concepto sería de otros nueve millones, añade la acusación.

En este sentido, había ocho locales en ese inmueble de La Perla que se cedieron para su explotación a la sociedad Salmepa, que solo controla la familia Rosa y no sus socios. El perjuicio suma casi 900.000 euros. También a Salmepa le arrendaron un local en el Centro Deportivo Fariones por 1.500 euros cuando después esta sociedad lo alquilaba por una media de 6.000 euros.

Además, desde 2012, Hotel Fariones contrata a otras empresas del grupo de Juan Francisco Rosa (Hotel Princesa Yaiza SA y PY. Hotels & Resorts) “injustificadamente y en provecho de estas los servicios de management y marketing de la actividad de la sociedad para los ejercicios 2014 a 2016, lo que ha supuesto para la entidad un nuevo perjuicio por el abono innecesario de estos servicios impuestos de, al menos, 849.359,77 euros”, señala el escrito de Fiscalía.

04. Las deudas. La sociedad sufrió otro grave perjuicio, ya que acumuló deudas de casi siete millones con las administraciones públicas, cuyo impago supuso un sobrecoste en intereses, recargos y sanciones. Entre 2008 y 2016 acumuló una deuda de 3,3 millones por el impago de las cotizaciones a la Seguridad Social de los trabajadores. En enero de 2014 tuvieron que hipotecar de nuevo el hotel para garantizar un aplazamiento de la deuda.

Tampoco pagaron el IGIC a la Administración Tributaria Canaria, llegando a una deuda de 1,2 millones. A la Agencia Tributaria no le pagaron las retenciones del IRPF de sus trabajadores entre 2009 y 2014, acumulando una deuda de más de un millón, y finalmente acabaron debiendo 1,2 millones de euros al Ayuntamiento de Tías “por los distintos impuestos municipales devengados derivados de su actividad hotelera en el período comprendido entre 2008 y 2016”.

05. Sobrecostes. El Hotel Fariones cerró en el último trimestre de 2016 con cuatro estrellas y volvió a abrir, completamente remodelado y convertido en un hotel de cinco estrellas. Según señala la acusación, Juan Francisco Rosa y otros acusados acordaron esta reforma de forma unilateral, sustrayendo al decisión “del pertinente control y autorización de la Junta General de accionistas y sin plan de viabilidad alguno”.

Las obras tenían un presupuesto inicial de 16,9 millones de euros y debían estar terminadas en mayo de 2018, pero acabaron costando 33 millones y el hotel abriendo en septiembre de 2020. Entre los perjuicios para el accionista minoritario se detallan: un sobrecoste de ejecución de obras sin justificar superior a los 16 millones de euros y un lucro cesante por la falta de inicio de la actividad en la fecha acordada de al menos dos millones.

También se destaca un sobrecoste de financiación de 2,6 millones “al tener que acudir, dada la crítica situación financiera de la entidad que imposibilita concesión de nuevos préstamos bancarios ordinarios, a una entidad de fondo capital riesgo extranjero que exige, entre otros conceptos, diferenciales de tipo de interés muy altos y fuera de mercado, y que implica además la constitución de una nueva hipoteca sobre el hotel a favor de dicho inversor; así como una aparente deuda millonaria con las entidades vinculadas, ahora prestamistas de la entidad, por la financiación concedida a la sociedad por el importe restante del coste definitivo de las citadas obras”.

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