4 COMENTARIOS 20/01/2025 - 08:56

Quizá el problema no esté en el chiste, inapropiado se mire por donde se mire, sino en la gala. Es decir, que es un hecho lógico dentro de un anacronismo. Eso de organizar una gala para recaudar dinero para lo que ahora llaman el tercer sector queda muy bonito y es de agradecer, pero no hace falta la gala. Y menos si algunos la confunden con una boda y se dedican a subastar la corbata del presidente del Cabildo. Luego pasa lo que pasa.

No es necesario ir a comer o a cenar para practicar la solidaridad. Parece algo de otro tiempo. Un acto en el que los beneficiarios muestran unos cheques gigantes (con la cantidad bien grande) se acerca más a la beneficencia o a la caridad que a la justicia social, que sería el objetivo deseado. La solidaridad anunciada tiene más de publicidad que de solidaridad.

No hay que olvidar que parte de ese dinero (o todo) va destinado a cubrir los huecos que no cubren las instituciones pero que podrían avanzar para cubrirlos, sin necesidad de hacer galas de ningún tipo. Unos presupuestos más justos, más cuantiosos, valdrían por una gala anual, y el Cabildo se ahorraría tener que pagar la cena.

De la misma manera, si de lo que se trata es de presumir, como se hizo, de colaboración público privada, no hay nada que impida una colaboración estable, que se conforme una especie de consorcio o patronato social, con unos presupuestos fijos en los que el empresariado aporte dinero y las asociaciones lo reciban. Como una especie de Sociedad de Promoción Turística, pero en esta ocasión con los empresarios poniendo dinero de verdad.

Y si de lo que se trata es de concienciar, quizá valdría con unas jornadas, con café y pastas, en las que las asociaciones expongan su situación, en las que hablen los protagonistas y expongan sus problemas y a las que asistan los empresarios, porque si tienen tiempo para cenar tienen tiempo para  escuchar. Y después, si les quedan ganas, que cuenten chistes. 

 

Comentarios

¿Cuando subarstan los calcetines de Oswaldo? Pregunto por un amigo.
Saúl francamente no me agrada que siempre se ataque a los empresarios . A ustedes periodistas cuando les invitan a un acto , cena ¿ lo rechazan ?. Supongo que depende en función muchas veces de las propias ideologías y de lo que marque el medio u obligación . Los políticos son los que juegan una y otra vez y los empresarios ( no todos y depende el partido ) a veces casi se ven obligados a entrar en el juego . No todos son buenos pero tampoco malos pero evidentemente los políticos juegan y mucho . Hay mucho empresario que colabora y mucho sin que se sepa que es lo más ético y otros que sacan o lo intentan rédito , como la sociedad en general .
Yo me pido los calzones del empichador, con permiso del carnicero.
Ojo que son reflectantes!

Añadir nuevo comentario