-Una de sus promesas electorales fue el impulso al campus universitario de Lanzarote, que ha sido una de las grandes reivindicaciones de los centros educativos superiores de la Isla. Hace 20 años se llegó a crear una plataforma social para tratar de que entrase en la hoja de ruta política. ¿Se verán avances en este mandato que acaba de empezar?

-Ya hemos dado los primeros pasos para que el campus universitario de Lanzarote, por su interés general, vea la luz. La población que tiene la Isla demanda un equipamiento educativo de estas características y existe disponibilidad del suelo. Una de las primeras medidas que hemos adoptado es encargar la licitación del servicio de redacción del proyecto del campus. Está en vigor la revisión parcial del Plan Insular de Ordenación (PIO), que se aprobó hace ocho años, para hacer posible la implantación del campus universitario en Tahíche. Tenemos el planeamiento y tenemos el suelo. Ahora lo que toca es elaborar el proyecto y buscar la financiación.

-A falta de que esté sobre la mesa el proyecto, ¿con qué equipamientos debería contar el campus universitario?

-En su momento, se definió para el campus una pieza de suelo de 309.000 metros cuadrados, con espacio para albergar los estudios de la Universidad de Las Palmas, que en la actualidad son los de Turismo y Enfermería, la delegación en Lanzarote de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), una residencia universitaria con comedor, la Escuela Oficial de Idiomas, un centro deportivo y de ocio, además de zonas verdes. Se verá en el proyecto, pero creo que la Isla se merece contar con una auténtica ciudad universitaria y tratar de que se puedan cursar de forma presencial más grados. Lanzarote debe apostar por la educación y aprovecharse de las sinergias que genera contar con un espacio universitario y capital humano formado.

“Hemos encargado el proyecto del campus universitario y ejecutaremos ahora las obras de los accesos a esa zona”

-En 2015, cuando se habilitó el campus universitario en el Plan Insular de Ordenación se estimó que su completo desarrollo rondaría los 67 millones de euros, una cifra que será superior en la actualidad. ¿De dónde saldría la financiación?

-Se tiene que mojar el Gobierno de Canarias y también el Gobierno central, además de que seguramente se podría obtener financiación europea, porque es un proyecto que fomenta la educación en una región ultraperiférica. El Cabildo, en solitario, no tendría capacidad suficiente pero, sin duda, es una infraestructura necesaria para la Isla y se luchará por conseguir los recursos económicos. La intención es ejecutar el campus por fases, de forma progresiva. El proyecto debe estar redactándose en 2024 y en 2025, si todo va bien, podría empezar la ejecución. Antes de que finalice este año queremos actualizar y sacar ya a licitación un proyecto complementario, que es el de los accesos rodados a esa zona, en las inmediaciones del centro penitenciario y la Unidad de Rehabilitación Psicosocial Julio Santiago, que costaba 2,5 millones de euros, se quedó en una gaveta cuando nos apartaron del gobierno en el pasado mandato y que hay que volver a valorar económicamente.

“La Isla se merece contar con una auténtica ciudad universitaria y que se puedan cursar de forma presencial más grados”

-¿No han pensado reabrir el debate acerca de la ubicación? Sabe que en su momento también se habló de que fuera en Arrecife…

-El suelo está disponible y el planeamiento lo habilita. Volver hacia atrás creo que es tirarnos piedras sobre nuestro propio tejado y que no salga. Al margen de que los terrenos están a solo dos kilómetros de Arrecife, da igual el municipio en el que esté el campus, lo importante es que Lanzarote cuente con este importante equipamiento educativo.

-Otro proyecto que se guardó en la gaveta en el pasado mandato fue el del Auditorio o Palacio de Congresos. ¿Se va a retomar?

-Arrecife nos va a ceder el suelo y desde el Cabildo vamos a elaborar un proyecto de urbanización, mientras se tramita su declaración de interés insular. Contamos con 1,2 millones de euros del Gobierno de Canarias que queremos destinar a urbanizar la zona. Es una pena que se haya perdido tanto tiempo. En mi anterior etapa en la Consejería se actualizó el proyecto por parte del arquitecto Carlos Morales y se encargó a la empresa Gesplan la documentación para declararlo de interés insular. Luego no se hizo nada más.

Sobre la ubicación: “El suelo está disponible y el planeamiento lo habilita. Volver hacia atrás creo que es tirarnos piedras”

-¿Tiene solución el socavón en la carretera de Los Hervideros? ¿Es una opción desplazar la vía hacia el interior?

-De esa carretera no me encontré absolutamente nada en la Consejería de Obras Públicas. Si nos ceñimos a intervenir en la vía, Costas no pondría impedimentos. Hemos encargado a Tragsa el proyecto, que supondrá una inversión de 3,5 millones aproximadamente. Se ejecutaría como un puente, que no sería visible para el conductor. Además, habrá que encargar un estudio porque en la vía hay otros cuatro puntos en los que habría que intervenir en el futuro. El nivel del mar está subiendo rápido. Mover la carretera supondría tocar la lava. No me definiría como ecologista, pero tengo conciencia y mi Isla me duele.

“Vamos a exigir al Gobierno canario que proyecte el desdoblamiento de la carretera de Yaiza a Playa Blanca”

-¿Qué proyectos de carreteras se verán en este mandato?

-En cuanto a planificación, vamos a exigir al Gobierno canario que proyecte el desdoblamiento de la carretera de Yaiza a Playa Blanca, dejando la carretera vieja sobre todo para uso deportivo. Esperamos por el proyecto de Guatiza a Órzola, ya está elaborado el enlace entre la LZ-2 y la Circunvalación de Arrecife, que son 10 millones y puede ejecutarse el año que viene, y el desdoblamiento de la carretera de Las Playas, otros 45 millones, que saldrá a evaluación ambiental ordinaria, lo que supondrá una demora. En este mandato hay que determinar el eje de norte a sur de la Isla, de Órzola a Playa Blanca, con soluciones para todos los tramos.