No me parece mal la preocupación de Lanzarote En Pie (LEP) sobre la protección de determinados elementos del patrimonio cultural insular, lo que motiva su petición de que el Cabildo de Lanzarote -la instancia competente para hacerlo- inicie el procedimiento para la protección del conjunto histórico de Arrecife como bien de interés cultural, BIC. El asunto conviene analizarlo detenidamente, porque, pudiendo establecer los límites planimétricos de lo que alcanzaría a denominarse como conjunto histórico, está por ver que dentro de lo que abarque tenga sentido tal medida. El proceso de pérdidas de inmuebles con valores no es un asunto baladí, pues son decisiones que corresponden a administraciones, y estas no son entes abstractos sino que están conformadas por personas a las que correspondería velar, entre otros asuntos, por el interés general. No cabe duda de que en Lanzarote no cabe establecer una distancia entre la administración y los administrados cuando hablamos de que los garbanzos de unos y otros son los mismos. Las personas de la administración actúan no conforme a aquel interés general, y lo que parecen atender es a cómo van a afectar determinadas actuaciones que pudieran acometer, a sus intereses como ciudadanos. Es posible que esa sea la terrenal respuesta a por qué es imposible que el ayuntamiento de la capital y el Cabildo de Lanzarote se muestren tan incapaces de sacar un catálogo de protección para los inmuebles con valores existentes en la ciudad, ya sea apelando al catálogo municipal o al insular. La administración no da respuesta porque no conviene a los intereses de las personas que trabajan en ella, de sus familiares o de sus amigos. No se explica, si no, la causa de que esté todo por hacer y que las respuestas del Ayuntamiento y el Cabildo cuando hay un inmueble viejo que intervenir y que carece de protección, no se encuentren en Fiscalía por el atropello que supone para el ciudadano el hecho de que se vulneren los principios básicos relacionados con el otorgamiento de licencias urbanísticas.

Volviendo a la petición de LEP, sobre la incoación como BIC del conjunto histórico de Arrecife, resultaría extemporánea porque no parece haber conjunto histórico que proteger, y a la vista está. Sería ridículo que, de culminar con éxito tal medida, tuviéramos que explicarle a nuestros visitantes, que vienen con la imagen del conjunto histórico de Teguise, que se encuentran en el conjunto histórico de Arrecife. Ni risa, ni drama, resulta absolutamente ridículo. Es cierto que si hay una medida que se podría adoptar relacionada con una declaración como BIC, pero siendo posible, no tendría efecto alguno sobre la realidad urbanística de la ciudad. Esta medida alcanzaría a la protección de la trama de la ciudad histórica, a su trazado, pues es prácticamente idéntico al de doscientos años atrás. Podrían salvarse los inmuebles con valores, si así se recogiera en el expediente, pero no impediría hacer nuevos edificios dentro de esta trama, y tal protección no supone obligación alguna de hacer nada, o sea, lo mismo que ahora. No imagino al Ayuntamiento encargando un Plan Especial para tan singular conjunto, ni cómo se regularía en él todos los edificios modernos -la mayoría- que están en ese conjunto. Por lo dicho, mejor un catálogo de bienes, y un gobierno municipal que haga el favor de mirar al espacio público, protegido o no. El gobierno, por otra parte, considera que en Canarias se ha incoado mucho rejo, es esa la paternalista visión sobre las “otras islas”, y aunque el expediente se iniciara en el Cabildo, su declaración corresponde al gobierno y ya podemos adelantar su respuesta: “Arrecife no cuenta con nada con entidad de conjunto histórico: Cataloguen lo que tengan y déjense de marear la perdiz” (dixit).

El Cabildo, al que por cierto no hace referencia alguna LEP, tendrá un papelón cuando lleve a pleno la solicitud de incoar. Deberá razonar su negativa -doy por supuesto que no incoará- y explicar por qué no inicia el procedimiento. Si manifestara que no hay valores, tendrá que decir que se circunscriben a unos pocos inmuebles que no justifican por sí solos que todo sea un BIC, y deberá decir dónde ha estado todos estos años mientras se demolían inmuebles. Pero, de reconocer que, efectivamente, quedan casas por proteger, a renglón seguido deberá indicar cómo se protegen, pues no puede instar al ayuntamiento a que haga su catálogo, teniendo como tiene la primera institución insular el suyo propio, el catálogo insular, con telarañas, y el mandato, por ley, de catalogar lo que tenga valores. Además, se consideraría una agresión en toda regla al pacto de estabilidad del PP y el PSOE el estar requiriendo a la alcaldesa para ningún asunto.

Si, para LEP, Arrecife se muere y con ella su patrimonio y su comercio, va a ser que por lo que no hacen en el Ayuntamiento de la capital ni sus concejales ni el equipo de gobierno. Como estrategia, LEP no lo ha hecho mal, aunque no hubieran reparado en que les ha salido lo que no pretendían, que es forzar al Cabildo a que manifieste una posición al respecto. Seguro que ellos sólo querían un BIC, pero les ha salido una encerrona. Le toca al Cabildo mover ficha, y con +Patrimonio, su proyecto estrella que no es más que una maniobra interesada de un colegio profesional, ni dan, ni darán la respuesta requerida.

+Patrimonio no habla de proteger, sino de intervenir lolailo y que algunos hagan carrera a costa de espectáculos arquitectónicos. Sustancia, más bien poca.