En la relación entre Romina Celeste Núñez, la joven de 28 años que su marido, Raúl Díaz, intentó quemar cuando ya estaba muerta y cuyos restos arrojó al mar en Lanzarote, hay episodios de maltrato.

La joven le denunció ante la Policía Nacional, en Arrecife, dos días antes de casarse el pasado mes de agosto con el sospechoso, ingeniero de profesión y que tiene dos hijas de una relación anterior.

Con su anterior pareja y sus hijas trabajó durante seis años, entre 2006 y 2012, en Teruel, antes de trasladarse a Lanzarote en 2013, según se desprende de su perfil profesional en la red Linkedin.

Además, según ha publicado El País, dos días antes de desaparecer, el 29 de diciembre, la joven acudió al Hospital Doctor José Molina Orosa, en Arrecife.

Sin embargo, tal y como publica el citado periódico, "tardaron en atenderla y la mujer se marchó sin ser atendida por los médicos".

Como se recordará, el marido de Romina Celeste Núñez denunció su desaparición, que se había producido el primer día del año, siete días después.

Según ha trascendido de la investigación, la joven estuvo varios días en la vivienda después de haber fallecido y el detenido intentó quemarla y, después de que el cuerpo se fragmentase, arrojó los restos mortales en diferentes puntos del litoral de la Isla.

El detenido insistió en su declaración ante la Guardia Civil que encontró a la mujer ya fallecida, que se puso nervioso como consecuencia de la ingesta de drogas, y que entonces trató de deshacerse del cadáver.

Este martes ha regresado a la vivienda de Costa Teguise en la que residía, precintada desde el pasado jueves. También se ha registrado la oficina del detenido y un vehículo de alquiler que contrató, presuntamente para deshacerse de los restos mortales de Romina Celeste.

Se espera que el detenido pase este miércoles a disposición judicial, previsiblemente al Juzgado de Instrucción número 1 de Arrecife, con competencias en casos de violencia de género.