Piedad del Río: “Lo que iba ser una casa familiar se convirtió en algo muy lujoso”
La promotora inicial de la bodega, esposa del arquitecto que hizo el proyecto, declara que delegó “todo el papeleo”
Otra de las testigos del día en la jornada de este martes del caso Stratvs fue Piedad del Río, esposa del arquitecto de la bodega, Miguel Ángel Armas Matallana. El tribunal le ha señalado que le asistía su derecho a no declarar puesto que su marido está acusado en la causa, pero ha preferido declarar.
Del Río fue la solicitante de la autorización inicial para la bodega. Señaló que ella quería rehabilitar la casa que había en ese terreno y que delegó para ello tanto en su marido como en el empresario Juan Francisco Rosa, pero que ella no autorizó “personalmente” a nadie para actuar en su nombre.
“Delegué todo el papeleo, yo quería tener la casa para reunir a la familia”, señaló. Dijo que había una relación de amistad y confianza con Rosa: “En ese momento sí”.
Después, en 2005, abandona el proyecto porque “lo que iba a ser una casa familiar se convirtió en algo muy complejo, muy lujoso”.
“A mí ese aspecto, en plan de negocio, no me interesaba ni podíamos asumir ese proyecto, no era la idea primitiva”, declaró.
De hecho, dijo que se fue enterando de muchas cosas “a partir de lo que está ocurriendo”, en referencia al proceso judicial.
Reconoció que tras la construcción de la bodega, “el barranco ya no existe”, pero que ella nunca vio agua en esa zona, que frecuentaba desde mediados de los años setenta.
Por otra parte, no supo explicar cómo un contrato privado de compra venta de una parte de los terrenos, en el que aparece su nombre, acabó en el Gobierno de Canarias para acreditar la propiedad de los terrenos, un requisito necesario para poder autorizar la construcción de un almacén para guardar la cosecha.
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