Gracias por todo, César
Una asociación prevé recaudar por suscripción popular 100.000 euros para erigir una escultura al artista
“Se lo debemos”, aseguran los miembros de la asociación Escultura a César Manrique, formada por una veintena de conocidos nombres de la sociedad insular, germen del movimiento de agradecimiento popular al artista lanzaroteño. La vicepresidenta del colectivo, creado ex profeso para erigir una escultura al prócer isleño por suscripción popular, Marisol Álvarez Matallana, asegura que en tan solo unas semanas desde la presentación de la iniciativa ya se percibe la ilusión del pueblo lanzaroteño por contribuir con este gesto “para devolver a César un poco de lo que él hizo por la Isla, reconocerle no solo su labor, sino su calidad humana y mostrar el cariño por su legado”.
La asociación es “completamente transversal”, importando más a la causa “la contribución de las personas que la de las entidades empresariales o institucionales”. Además, se subraya que, una vez se consiga el objetivo para el que fue creada, la asociación se disolverá. Se pretende recaudar 100.000 euros (ya se cuenta con 4.000) durante la celebración de la fecha del centenario de Manrique, de abril de 2019 a la misma fecha de 2020.
Fue Alfredo Matallana quien tuvo la idea “cuando vio la estatua al Pollo de Arrecife que está en la calle Real”, cuenta Marisol. “Le pareció insólito que no hubiera una de César, a pie de calle, como está la del Pollo, donde recordar su figura e incluso hacerse selfies o darle un abrazo”.
Tras exponer su propuesta, fueron numerosos los ciudadanos que se unieron a la causa de forma completamente altruista, como Blanca Cabrera, Toñín Ramos, Domingo de Guzmán Pérez, Herminia Fajardo, María de los Ángeles Manrique de Lara, Roberto Fuentes o Tomás Pérez-Esaú. “La constitución no fue fácil, por los trámites que conlleva, pero ahora ya hemos hecho la presentación y trabajamos en distintas vías de recaudación”.
Así, se ha abierto una cuenta en Bankia “para que sea accesible a todo el mundo” con el número ES 31 2038 7248 2760 00155685, pero también se preparan distintas iniciativas como venta de camisetas, tótems informativos que se ubicarán en comercios y hoteles, tarjetas regalo de 5 a 50 euros, folletos en cuatro idiomas e incluso una iniciativa con los alumnos de la Escuela de Arte Pancho Lasso, para la reproducción de un mural inspirado en el existente en la FCM, que tendrá un premio en metálico y que se venderá por piezas.
Marisol Álvarez está segura de que este homenaje de su pueblo agradaría al artista “que no esperaba mucho de los políticos”, dice, en alusión a las corporaciones de los últimos años de vida de Manrique. La relación había cambiado radicalmente desde que César levantara los Centros Turísticos de Lanzarote entre los años 60 y 1990.
Marisol recuerda a su padre, Antonio Álvarez, jefe de Telégrafos y vicepresidente del Cabildo en la época, acompañando a Pepín Ramírez (presidente de la institución insular) y el propio César “en el taxi de Machín, a visitar las obras. A veces íbamos alguno de los hijos con ellos”, recuerda.
Sin embargo, para ella la figura del artista fue un tanto “irreal” hasta que volvió de estudiar de La Laguna y conoció El Almacén, centro impulsado por Manrique, que revolucionó el ambiente cultural de una isla poco apreciada hasta que “él nos enseñó a mirarla”, subraya.
Esa misma apreciación hace la escritora y periodista Herminia Fajardo, que cree que gracias a César “somos reconocidos, tenemos una personalidad apabullante y nos salvamos de convertirnos en un destino turístico vulgar. Eso nos lo dio él”. Para Herminia, la escultura es la forma de preservar la memoria todavía muy presente de lo que fue el genio lanzaroteño. “Que perdure su recuerdo en la gente muy joven cuando pregunten quién fue el personaje que reproduce la estatua”, dice.
Otro de los integrantes de la asociación, Roberto Fuentes, recuerda que las primeras palabras que César le dedicó fueron una reprimenda. “Con 13 o 14 años andábamos un amigo y yo por Arrecife buscando algo interesante y era lugar obligado acudir a El Almacén. Con una energía inusual salió César a buscar a alguien y se percató de dos jóvenes mascando chicles Bazooka. Se dirigió a nosotros y nos dijo: “Cuando terminen de mascar el chicle lo envuelven en papel y lo tiran a la papelera, que están las aceras empichadas de ellos”. Calladamente obedecieron y entraron en el centro.
“Era curioso que nadie se extrañara de vernos entre personas adultas. Nos sentamos y comenzó una proyección de diapositivas en blanco y negro de cuerpos desnudos, algunas en Famara. El problema era que no podíamos salir porque la proyección se realizaba sobre la puerta de entrada y salida”, recuerda Roberto, que guarda numerosas anécdotas, como el aluvión de llamadas a la radio donde intervenía en un programa el día en que falleció, o su voto de máxima puntuación a su grupo de folk Verol, junto a Benito Cabrera, “que no fue refrendado por nadie más del jurado”.
Quienes coincidieron en vida con César tienen presente la etapa de El Almacén, como una lugar de encuentro con personajes inalcanzables, artistas de primer orden, actores mundialmente conocidos. Herminia llegó a asistir a alguna de las míticas reuniones en la casa de la calle Covarrubias de Madrid, en pleno franquismo. “En aquel mundo oscuro y gris, su casa proyectaba luz, sol, color y alegría”.
Esa energía desbordante resultaba igualmente intensa cuando aparecía la vehemencia del artista. “En una ocasión, preparé con la asociación Amigos del Sáhara una exposición de piezas cotidianas hechas con material armamentístico. Se me ocurrió completar la muestra con fotografías y posters en los que aparecían armas y César me hizo quitarlos todos. Estaba muy sensibilizado por su participación en la Guerra Civil y era un antibelicista convencido”.
Una noche de fiesta con María de los Ángeles Manrique de Lara y Herminia Fajardo, propietaria de la imagen.
Las reuniones con las administraciones para dar a conocer la iniciativa han sido un éxito. “Primero lo hablamos con la familia y la Fundación y después recurrimos a las instituciones, que han querido participar de buen grado”, explica Marisol. “El Cabildo, incluso, al que pedimos ayuda logística, nos ha propuesto aportar también ayuda económica”.
Otro paso será contactar con el empresariado, “un sector que se ha beneficiado también de su arte” y que, de nuevo, se ha mostrado encantado de participar. Sin embargo, la asociación pretende que sean los compatriotas de Manrique quienes, en la media de sus posibilidades, colaboren en la construcción de la escultura. “Que sea un gesto de su pueblo”.
La Fundación ha ayudado a seleccionar a seis autores que consideran apropiados para llevar a cabo la obra. “Eso sí, nos ha advertido de que no hagamos un busto porque los detestaba”, indica Marisol. De esta primera selección, los miembros de la asociación han elegido a tres, de los que saldrá el definitivo, “después de presentar el proyecto, la memoria y el presupuesto”.
El lugar de ubicación será “el parque Ramírez Cerdá o el Charco, sitios muy frecuentados por Manrique, aunque últimamente nos inclinamos por este último”, explica Marisol. La idea es que la concurrida ensenada cuente con la presencia del artista universal lanzaroteño.
Comentarios
1 ciudadano Lun, 17/12/2018 - 08:20
2 Admirador Lun, 17/12/2018 - 08:58
3 CONEJERO Lun, 17/12/2018 - 10:05
4 Anónimo Mar, 18/12/2018 - 08:54
5 Gurfín Mar, 18/12/2018 - 10:00
6 Infulas Mar, 18/12/2018 - 23:57
7 Mi humilde opinión. Vie, 21/12/2018 - 16:40
8 E. Dom, 23/12/2018 - 18:57
9 E. Dom, 23/12/2018 - 19:06
10 Silencio Lun, 31/12/2018 - 13:15
11 María Rodríguez Sáb, 05/01/2019 - 12:59
12 Juan Arrocha Sáb, 05/01/2019 - 13:04
13 M. Carvajal Sáb, 05/01/2019 - 13:09
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