Los creadores de Lanzarote se enfrentan al reto de una nueva fórmula cultural.
El Gobierno de Baleares pidió añadir todos los aeropuertos de su archipiélago mientras que el de Canarias solo reclamó incluir Tenerife Sur, pero ni Lanzarote ni Fuerteventura.
Las víctimas, expuestas ya de por sí a una situación límite, tienen que compartir las 24 horas con su agresor en unos cuantos metros cuadrados y con la puerta cerrada. Esto hace que se dispare el grado de tensión, sometimiento y control.