Arrecife tiene “muchas señales de tráfico en mal estado”. Lo reconoce incluso la concejal de movilidad, Inodelvia Torres, pero no son sólo aquellas que indican las direcciones sino también las que regulan el tráfico. “En cuanto llueve o hay obras los semáforos no funcionan”, asegura Íñigo Franco, experto en seguridad vial.

Durante el último mes han sido muchos los días en que los semáforos no han funcionado en una ciudad con un tráfico muy denso, más aún desde que está cerrada al tráfico la Avenida y que se acumulan las obras en otras calles.

Además, hay algunos puntos que son peligrosos por cómo están señalados o por falta de señalización. En este reportaje se repasan algunos de esos puntos. Desde el Ayuntamiento se admite que hay también algunas señales que no cumplen con la normativa, que no son reflectantes.

Torres destaca que están trabajando mucho pero que hay una carencia de personal “Estamos haciendo todo con cuatro operarios”, señala. Asegura que se han sustituido cincuenta señales y se siguen sustituyendo en León y Castillo, así como que se van a instalar bandas reductoras de la velocidad en esa calle.

También destaca que se están adaptando a la situación del corte del tráfico en la Avenida y los continuos cortes por Canal Gestión y que se van a cambiar todos los semáforos de la ciudad, que ya están antiguos y se estropean muy a menudo, y que se está elaborando el pliego para ello, por un importe que rondará el millón de euros.

Además, Arrecife está redactando el Plan director de movilidad, se ha reunido con los propietarios de los aparcamientos privados para intentar llegar a convenios ya que se van a reducir las plazas de aparcamiento, y hay dos trabajadores más, gracias a un convenio, realizando un inventario de los espacios ocupados en la vía pública.

CALLE ZEROLO/GÓMEZ ULLA/JUAN NEGRÍN. En este cruce, junto a la gasolinera, se acumulan varios semáforos que han estado apagados en el último mes en muchas ocasiones. Pero hay un hecho más. Al inicio de la calle Juan Negrín hay un semáforo en ámbar permanente. “Ese tipo de señal no está regulada en ningún sitio -señala Franco- por lo que no tiene sentido”. Se debería colocar otro semáforo que indicara rojo o verde.

VÍA MEDULAR. ROTONDA DE LA CRUZ ROJA. En esa rotonda, que está regulada por tres semáforos, hay una incongruencia. Los coches que vienen desde el Sur y quieren enfilar hacia la salida a San Bartolomé tienen de nuevo otro semáforo ámbar y un ceda el paso que deben respetar para dejar paso a los que llegan desde Juan Negrín. No tiene sentido que no haya semáforo porque el resto está regulado por semáforos. Un mínimo espacio de observación en ese punto permite ver el desastre y el peligro.

ROTONDA DE LA CIUDAD DEPORTIVA. En un tramo de la rotonda, en los dos carriles interiores, hay dos señales idénticas pintadas en el piso que permiten permanecer en el carril o girar a la izquierda. Si el vehículo de la derecha gira y el de la izquierda se queda se chocarán a pesar de que los dos habrán seguido las indicaciones correctamente. Además, en ese cruce se pasa de tres carriles a dos carriles y luego a tres de nuevo.

ALCALDE GINÉS DE LA HOZ. En Titerroy, en la confluencia de esa calle con Alcalde Lorenzo Cabrera y otras, hay hasta cuatro pasos de cebra duplicados. Han pintado los pasos de cebra nuevos unos metros delante o detrás y no han borrado los antiguos ni las señales provisionales amarillas. En el Stop al final de esa calle, los coches se paran en el primero, el que no es válido, con lo que sólo dejan espacio para dos coches más, que acaban bloqueando la entrada de la calle Timbayba.

CAMINO DEL INVERNADERO. Los problemas del urbanismo descontrolado. En el camino del invernadero no hay señales y es una vía por la que se va rápido. Normalmente sólo está transitada por personas que conocen la zona, pero nadie cumple las normas de tráfico. Todas las calles, que están asfaltadas, y van a dar a ese camino, tienen preferencia sobre la vía principal al incorporarse desde la derecha, así que en teoría son los coches de esa calle los que deberían ceder el paso.

CALLE LA INÉS CON EUGENIO D'ORS. Un peligro para los peatones. Aquellos viandantes que caminan por la calle y se disponen a cruzar en dirección hacia el interior de la ciudad tienen un paso de cebra que les permite pasar, pero en la mayoría de las ocasiones observan cómo los coches siguen pasando. Los coches sí ven que los peatones tienen el semáforo en rojo, pero los peatones no, porque lo tienen a la espalda y el que debía estar enfrente desapareció junto con el Colegio de La Destila y no ha vuelto a su sitio.

CALLE MANOLO MILLARES. Es lunes por la tarde y tres semáforos de la antigua calle José Antonio están apagados: el último de la calle antes de su ensanchamiento, el siguiente y el que da acceso a la calle desde la calle Eugenio D'ors. La primera tentación es la de pensar que no están activos por las obras al final de Manolo Millares, pero resulta que el último semáforo de la calle, que es al que más afectarían las obras, sí funciona.

CALLE PEÑAS DEL CHACHE CON TRIANA. Otro ejemplo más de semáforos en ámbar. Junto con estos, los de la calle Aniagua, o los que están entre La Inés y Hermanos Zerolo. Son sólo unos ejemplos de semáforos que muy habitualmente están en ámbar intermitente.