Seis años y medio de cárcel por maltratar a su pareja durante dos años seguidos en Lanzarote
El Juzgado impone la pena máxima al acusado, que sometió a su víctima a un “calvario”
La magistrada del Juzgado de lo Penal de Arrecife, Aitziber Oleaga, ha impuesto la pena máxima por maltrato continuado en el ámbito familiar a N.L.C., condenándole a un total de 6 años y 6 meses de prisión por delitos de violencia de género, tras someter durante al menos dos años a su pareja a malos tratos habituales, tanto de violencia psíquica como de lesiones y amenazas.
Suman cinco los delitos cometidos por el acusado durante los dos años y medio que estuvo conviviendo con la víctima, llegando a provocar a su pareja en una ocasión hasta 18 lesiones por la “violencia extrema” ejercida durante nueve horas seguidas a lo largo de una noche, y que la magistrada califica de “verdadero calvario”. “Son actos individualizados muy graves en sí mismos, que han de ser castigados con la máxima pena de prisión”, destaca.
En su sentencia, la magistrada señala que “este es el caso de malos tratos hacia una mujer más grave y brutal que esta Juzgadora ha enjuiciado a lo largo de su ejercicio profesional”. El relato de la víctima, que “puede servir de auténtica prueba de cargo”, ha sido calificado por la propia magistrada como “sobrecogedor”, por “la humillación, las vejaciones, la violencia física y verbal a la que fue sometida” durante los años de convivencia con su maltratador, que la tenía sometida. También relató cómo sus animales enfermaron de repente, habiéndole explicado el veterinario que “podían haber sido envenenados”.
El relato de la víctima fue corroborado por testimonios de familiares y allegados, además de por la declaración de varios testigos de referencia, como el de su psicóloga, que describió los problemas de salud que padecía, junto a los informes forenses que constataban la sintomatología ansiosa depresiva y los síntomas propios del trastorno del estrés postraumático que sufría por el maltrato continuado.
Asimismo, se expuso el informe forense en el que se constataban las 18 lesiones por los golpes sufridos el 13 de febrero de 2017, además de los que presentaba antiguos y que confirman “más aún que sufrió lesiones en distintos momentos y durante continuados días”. La propia víctima mantiene que “los golpes, insultos, vejaciones y humillaciones eran constantes y diarios”.
“No quiso jamás denunciar”
La víctima “no quiso jamás denunciar a su agresor”, hasta el punto de que tuvo que hacerlo una vecina en su nombre el 13 de febrero de 2017 y asumir, a su vez, la posición de denunciantes en su nombre sus familiares, tías y prima, en concreto, que la tuvieron que convencer de que lo hiciera “incluso haciéndose mirar su maltrecho cuerpo en el espejo con la finalidad de que se concienciara de la gravedad de sus lesiones y de su mal estado físico en general y sobre todo el anímico y psicológico”.
Su tía recordó en el juicio que de los 70 kilos con los que llegó a la Isla acabó pesando 40. También se presentaron en el juicio las fotografías que se le tomaron a la víctima cuando decidió finalmente denunciar y que según expone la magistrada “hablan por sí solas de la brutalidad ejercida por el encausado en el cuerpo de la víctima a lo que hay que añadir lo expresado por el instructor del atestado”, según el cual “solo se puede calificar de calvario” el sufrido por la víctima durante los dos días que aproximadamente la tuvo detenida controlando incluso sus comunicaciones e indicándole como tenía que actuar si alguien le preguntaba por las lesiones”.
La magistrada le ha impuesto al acusado una pena de 2 años y 6 meses de prisión por el delito de maltrato habitual, y por cada uno de los tres delitos de maltrato y el delito leve de amenazas la pena de un año, lo que suma un total de 6 años y 6 meses de cárcel. También se fijó una orden de alejamiento de su víctima y la prohibición de llevar armas.
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1 P. Ico Vie, 04/01/2019 - 11:12
2 P. Ico Vie, 04/01/2019 - 11:13
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