sanidad

Necesita revisar su vista cada tres meses y hace un año que no la ve el oftalmólogo

Silvia tiene tan sólo un cinco por ciento de visión y necesita revisiones periódicas para "mimar" su vista. No la han vuelto a ver desde octubre del año pasado

Foto: Manolo de la Hoz.
Saúl García 3 COMENTARIOS 20/12/2018 - 09:36

Silvia Renovales trabajaba en el aeropuerto de Guacimeta. El estrés de su trabajo le empezó a provocar problemas de visión y acudió al médico. La acabaron derivando al Hospital Doctor Negrín, en Gran Canaria. Le diagnostican una retinopatía serosa bilateral y la empiezan a tratar con láser y con inyecciones antiangiogénicas. Uno de sus ojos, el derecho, es ambliope (vago) y sólo tiene un quince por ciento de visión, y el otro, el izquierdo, le queda con menos visión aún, solo el cinco por ciento. "Necesito mimar ese cinco por ciento", dice.

En marzo de 2017 deciden derivarla al Hospital José Molina Orosa, ya que Silvia vive en Playa Honda. La doctora refleja en su último informe. "Ruego seguimiento en Lanzarote dada estabilidad en seis meses a partir de ahora. Pero desde el traslado no la han vuelto a ver. Tan sólo una vez, en octubre del año pasado en una consulta ambulatoria.

Desde su traslado, Silvia está reclamando una cita oftalmológica para revisar su visión y asegura que la deberían ver cada tres meses. Ha acudido en varias ocasiones a Atención al paciente. "Lo que me dicen es que no hay oftalmólogos", asegura, y añade que "es una vergüenza" que te digan eso, que no hay médicos. En su última visita a Atención al paciente le dijeron que no había director médico en el Hospital, solo gerente.

Su caso es llamativo pero no es el único. De hecho, ni siquiera es el único en su familia. Su hermana gemela tiene el mismo problema y no la revisan desde hace un año y siete meses, señala. Y a su marido le operaron de cataratas después de 18 meses de espera, por lo que, durante un tiempo, su hija de 15 años tenía que ayudarles en todo.

Dice Silvia que la situación le está provocando ansiedad, que no le conviene para el estado de su visión y que tiene que tomar antidepresivos, pero que sigue adelante precisamente por su hija. Cuando llega la tarde se deprime porque baja la luz y no puede ni salir sola a la calle. En casa lleva puesta una lentilla para ver de cerca y recurre a una lupa para ver, por ejemplo, los papeles del médico. "Mi vida es la lupa", asegura.

En uno de esos papeles se describe bien la situación: "Necesita acompañante para el traslado a su hospital de referencia". Tiene una minusvalía del 87 por ciento y una incapacidad absoluta y otras limitaciones para la vida diaria. No puede coger peso para evitar que se le produzca un desprendimiento de retina

Dice que no solo se queja por su caso sino porque quiere que se sepa cómo está la situación de la oftalmología en el Hospital. Asegura que se ha gastado mucho dinero en médicos privados y que no se quiere gastar más, y añade: "Estoy harta de que nadie me haga caso, parece que somos un número y nada más".

Comentarios

Vaya y quéjese al gerente del hospital y si no le atiende al juzgado , señora .
Por desgracia esto pasa ,y luego dicen que no hay trabajo,cuando hay cientos de oftamologos parados sin plaza,es una verguenza que pagamos todos,y los politicos llenandose los bolsillos a nuestra cuesta y a cuesta tambien de nuestra salud.todo mi apoyo
Por desgracia esto pasa ,y luego dicen que no hay trabajo,cuando hay cientos de oftamologos parados sin plaza,es una verguenza que pagamos todos,y los politicos llenandose los bolsillos a nuestra cuesta y a cuesta tambien de nuestra salud.todo mi apoyo

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