“La vestimenta, ajena al lujo y al preciosismo, se recoge de la usada por los campesinos de la isla a lo largo del siglo XX. Todavía hoy, aunque ya en menor medida, se puede ver a los agricultores, hombres y mujeres, ataviados con estas ropas, ideales para soportar un clima de sol y siempre presente viento”. Esta es la base de la Agrupación Folclórica Los Campesinos y así reza en la presentación de su página web.

El grupo folclórico de música y danza tradicional de Lanzarote Los Campesinos nace en 1964. En pleno régimen franquista osa tomar prestadas prendas humildes, una imagen de la que los cánones del momento deseaban huir, y comienzan a bailar descalzos en los escenarios. Es la transgresión de la tradición, sin embargo es precisamente el amparo del arraigo a la tierra y la defensa de un pueblo lo que lo define.

“La agrupación rompe con los antiguos esquemas, donde la política era determinante para las garantías de supervivencia de los activos culturales. Fue, entonces, un largo y nada fácil camino que, afortunadamente, pudo recorrer combatiendo y superando muchas adversidades. El respeto y la defensa de la cultura fueron los alicientes que han hecho posible andar el tiempo hasta la actualidad. De esta manera, con el objeto de conservar las tradiciones, investigar en ellas y diseñar a partir de estos conocimientos, hicieron posible que el grupo represente con autenticidad los valores, modos y comportamientos del campesino lanzaroteño”, expone en su dossier de prensa.

La música es la que, en manos de los campesinos, se cantó siempre, con instrumentos, música popular del ambiente agrícola y de pastoreo donde destaca la diversidad de estilos de los cantadores.

La Agrupación Folclórica Los Campesinos de Lanzarote ha sido un referente cultural en la Isla durante los últimos sesenta años. Ha sido capaz de superar dificultades y obstáculos a lo largo de su trayectoria, convirtiéndose en un verdadero símbolo de la cultura popular de Lanzarote y de toda Canarias. Desde hace cuatro décadas, el grupo está dirigido por el folclorista Miguel Ángel Corujo.

Ocuparon durante 25 años la Casa de la Cultura Agustín de la Hoz de Arrecife, antes incluso de que recibiera esa nominación, después pasaron de un centro sociocultural a otro hasta conseguir asentarse en la sede actual, en un local anexo al centro sociocultural de Argana Baja en la calle Alfonso XII. Pasaron también por Santa Coloma en su primera época, no en vano Titerroy es el punto de partida de la agrupación, que surge de las citas en las casas de las familias Brito y De León.

“Hay un antes y un después de la creación de Los Campesinos en el ámbito del folclore”, señala su director. En la época en la que se fundó, todas las asociaciones estaban vinculadas a la Sección Femenina. En las islas cada una tenía una vestimenta y no se salía del estereotipo, apenas se valoraba o estudiaba. En Lanzarote entró un grupo con la ropa que usaban los campesinos a principios de siglo, con colores vivos y que no combinaban, poniendo en valor la pieza femenina por excelencia: la sombrera de casada o la gorra de soltera, que identifica tanto a Lanzarote. Ataviados con aperos de labranza y bailando descalzos cuando apenas existían danzas agrícolas, la del trigo en La Palma. “Interpretar en un escenario lo que se hacía con la saranda para separar el trigo de la paja fue toda una revolución”, añade.

Corujo explica que desde su creación, Los Campesinos “han trabajado incansablemente para conservar, difundir y recrear las tradiciones del campesino lanzaroteño, a través de la música, la danza y la vestimenta tradicionales”. “La sombrera femenina, las soletas (calzado propiedad de Los Campesinos) o los aperos de labranza, como la zaranda han sido sus iconos estilísticos, otorgando valor artístico a lo cotidiano”, añade.

“Interpretar en un escenario lo que se hacía con la saranda fue toda una revolución”

Por otra parte, la actitud del colectivo no solo se ha centrado en recrear nostálgicamente la tradición lanzaroteña, sino que han generado, desde las raíces, nuevas vías de expresión literaria y musical, con múltiples aportaciones al cancionero canario. Sus colaboraciones con otros colectivos, músicos, bailarines (tanto clásicos como contemporáneos), cantantes e instrumentistas han tratado de maridar el siempre difícil binomio entre tradición y modernidad. Cabe destacar, además, las diferentes colaboraciones que han establecido con letristas y escritores de la tierra, como Félix Hormiga, Benito Cabrera o Pedro Grimón, entre otros.

Por sus filas han pasado folcloristas, músicos, cantadores, bailadoras y bailadores de gran relevancia. Desde sus inicios se han sucedido nombres como Juan Quintero, ya desaparecido, referente durante décadas de Los Campesinos que mantuvo vivo y en perfecta armonía el colectivo, “la persona más moderna de los que pasaron por el grupo. Para mí fue como un padre”, relata Corujo.

Entre sus componentes actuales, cuenta con personajes de gran calado en el ámbito de la música popular, como Pedro Luzardo, Juan Andueza o su director musical por muchos años, Carmelo Pérez, demostrando que se puede ejercer durante toda una vida el papel de ser folclorista tradicional. Los Campesinos ha sido la escuela de otros grandes músicos como el joven Pablo Araya, uno de los mejores violinistas de Europa y solista de la Orquesta de Cámara de Canarias.

En los dos últimos años han conseguido reponer sus filas con las nuevas generaciones, y “con gente muy preparada, jóvenes procedentes del Conservatorio con una gran proyección”, lo que asegura el relevo generacional de un grupo que ha servido de escuela a generaciones de folcloristas. “Con la veteranía de los de siempre, porque es fundamental mantener la raíz, pero las nuevas incorporaciones vienen con ganas de aprender de ellos”.

Son incontables las personas que han pasado por la asociación, “quizá un millar”, dice Miguel Ángel Corujo, con 45 años al frente de la dirección. Ingresó con 17 años procedente del movimiento carnavalero, en un momento en el que apenas existían grupos folclóricos. Y desde el año 1977 pasa a dirigir el grupo, hasta la actualidad.

“La imagen del grupo ha sido también parte de la imagen de la Isla, ya que numerosos fotógrafos y artistas, como César Manrique, se han inspirado en su singular estética para representar a los hombres y mujeres del campo lanzaroteño. Los Campesinos bien podrían haber usado su nombre en femenino. La mujer del campo lanzaroteño ha sido la imagen recurrente para el grupo y sus bailadoras siempre han sorprendido por la elegancia de sus ejecuciones”, dice el director.

Al margen de su actividad escénica, el grupo también ha creado importantes eventos culturales, como el Festival Campesino y la entrega de la Saranda de Oro, que reconocen y premian a personas e instituciones que destacan por su defensa del patrimonio popular del pueblo canario. La Medalla de Oro de Canarias, otorgada en 2003 por el Gobierno de Canarias, es una muestra más del reconocimiento y el respeto que Los Campesinos han ganado a lo largo de su carrera.

Las principales actuaciones se han dado, evidentemente, en Lanzarote y el resto del Archipiélago, participando en fiestas populares y festivales internacionales, representando a las Islas Canarias y a España. Además, han grabado varios discos y programas para televisión, otorgando perpetuidad al legado que transmiten. A lo largo de su amplia trayectoria han grabado gran cantidad de programas para la televisión estatal e internacional.

En cuanto a los encuentros internacionales, cabe destacar que Los Campesinos tienen un importante intercambio cultural en países americanos, como Cabaiguán (Cuba) o San Antonio de Texas, donde existe una importante comunidad canaria. En la isla caribeña han dejado una “huella” importante en el año dedicado a Canarias con una actuación en el Gran Teatro de La Habana, “una de las grandes actuaciones llevando la bandera de Lanzarote y la identidad canaria”, así como en Portugal donde participaron en la primera semana dedicada a Canarias, celebrada en Madeira. También han realizado un recorrido por la Península en la gira de su primer trabajo discográfico. Miguel Ángel recuerda, entre otras, la actuación en ese “Bilbao gris” en el que aún se cernía la amenaza terrorista.

60 aniversario

La agrupación prepara su 60 aniversario con un programa bajo el epígrafe Memorias de la Tierra. Es un vehículo para seguir explorando el “apasionante” camino que media entre la solera y la innovación escénica. Como pretexto para conmemoración, incluye varios proyectos que darán cuenta de la intención de ser cronistas de la tradición, pero también hilo conductor de pasado, presente y futuro.

Miguel Ángel Corujo dirige el grupo desde 1977

Preparan talleres, espectáculos y un recopilatorio del cancionero para el 60 aniversario

“En torno a Los Campesinos se ha creado un símbolo de identidad y tenemos la responsabilidad de conservar, enseñar y transmitir. De ahí el eslogan Memorias de la Tierra, queremos darle al pueblo todo lo que nos ha dado reportado”. Para la conmemoración del 60 aniversario se programan talleres dedicados a la confección de la vestimenta campesina. También desarrollarán un proyecto para la población de menor edad: Tocando tierra, “mediante el cual y en plan semillero los chinijos toquen la tierra”, explica Corujo.

Asimismo, se editará el cancionero de Lanzarote. “Existen muchos libros de coplas, pero no un cancionero general. Lo vamos a desarrollar desde el área del Conservatorio de Música”. Junto a los espectáculos con los que realizarán una gira y que recogerán los distintos montaje. “Memorias de la Tierra será un recorrido por todas las actuaciones con toques tradicionales y contemporáneos como Isla Sonora donde se introduce la música clásica o Mareantes, un acercamiento a la orilla de Lanzarote”.

Además, se grabará un documental con la pretensión de que pueda competir en certámenes cinematográficos en la categoría de cortometraje. En enero de 2024, desean hacer también un reconocimiento a su primera grabación dirigida por Fefo García Los Campesinos de Lanzarote en la casa Columbia. “La raíz de la que nos nutrimos hoy en día para seguir adelante”.

En definitiva, Los Campesinos han sido “un pilar del patrimonio inmaterial en Lanzarote y Canarias durante seis décadas, y su trabajo ha sido clave para la conservación y difusión de las tradiciones y la cultura popular. Por tanto, entendemos que la sociedad lanzaroteña y sus instituciones deberían ser partícipes en la conmemoración de sus seis décadas de actividad continuada, no solo como un reconocimiento a su labor como colectivo, sino como homenaje a los folcloristas y a los trabajadores del campo canario”, apunta Corujo.