Líneas Romero compite por un premio con la tecnológica BQ o un proveedor de Mercadona
En los años 30 del pasado siglo, Jorge Toledo se aventuró a establecer un servicio postal entre La Graciosa y Lanzarote. Contaba con un solo barco de remos, ‘El Chipirripe’, con el que cada diez o quince días navegaba entre las dos Islas. Aquel pequeño negocio familiar ha evolucionado en Líneas marítimas Romero, una naviera con nueve barcos y un centenar de trabajadores, que desde la octava isla del Archipiélago ha sido seleccionada como finalista por Canarias al ‘Premio Emprendedor del Año’ de la consultora internacional EY (Ernst & Young).
El premio reconoce desde hace dos décadas los “esfuerzos” y “sacrificios” de los emprendedores. Líneas Romero compite con la compañía tecnológica BQ, especializada en teléfonos, tabletas e impresoras de tres dimensiones, que factura más de 200 millones al año; con el grupo valenciano Ubesol, fabricante de marcas de higiene y limpieza como Deliplus y Bosque Verde, que produce en exclusiva para Mercadona; o con Puerto Portals, una referencia en Mallorca de las actividades náuticas, donde es habitual que acuda cada verano la familia real.
Luis Romero es el mayor de los cuatro hermanos que gestionan la empresa familiar. Junto a Juan Jorge, Federico y Rosa recogió el pasado 12 de enero el reconocimiento como finalista del galardón por Canarias. Luis recuerda la época en la que la travesía desde La Graciosa no terminaba en Órzola, como ahora, sino que “había que subir el Risco de Famara”. Su abuelo materno, además del servicio postal, también se ocupaba de “una pequeña tienda de comestibles y tenía una pequeña pensión”.
La expansión de la actividad empresarial de Líneas Romero es que se ha producido en la peor de las crisis económicas que se recuerda
En los años 60, su padre, Juan Romero, “deja la pesca” y comienza a trabajar con su suegro. Los viajes de La Graciosa a Lanzarote comienzan a ser “más a menudo”, principalmente para “buscar mercancía”. “Luego montaron una pequeña fábrica de bloques y tenían que traer de Lanzarote los suministros y el cemento. Si aparecía alguien, en el mismo barco con carga lo traían también”, señala. Luis destaca que los hermanos “siempre” han estado, “desde chinijos”, vinculados al negocio familiar. En su caso, empezó a trabajar de manera fija en la empresa en 1983.
“Las cosas fueron mejorando” y en 1988 adquieren un tercer barco, que se unió al ‘María del Pino’ y el ‘Jorge Luis’, que eran de su abuelo. En la actualidad cuentan con una flota con la que cubren líneas regulares entre La Graciosa y Lanzarote, y entre Lanzarote y Fuerteventura, ofrecen excursiones al Archipiélago Chinijo o Isla de Lobos y servicio de ‘waterbus’. El último paso que han dado ha sido comprar una agencia de viajes “para ofrecer paquetes completos” a los visitantes, con transporte, alojamiento en la quincena de apartamentos que alquilan en la octava Isla y actividades náuticas con su centro de buceo.
“Seguimos la escuela de mi abuelo y de mi padre, que se basa en ser humilde e ir paso a paso y, cuando se pueda, seguir avanzando”
Lo llamativo de la expansión de la actividad empresarial de Líneas Romero, y una de las razones por las que opta al premio nacional de emprendedores, es que se ha producido en la peor de las crisis económicas que se recuerda. Hace cinco años la compañía tenía unos 50 empleados y hoy en día, en temporada alta, supera el centenar.
“Seguimos la escuela de mi abuelo y de mi padre, que se basa en ser humilde e ir paso a paso y, cuando se pueda, seguir avanzando”, destaca Luis. También apunta una clave fundamental en el ámbito de la empresa: “Estar en el día a día con los clientes, cara a cara, que es lo que más te enseña”.
“El proyecto más reciente que tenemos es construir un barco nuevo, un velero con capacidad para 180 personas, que se está montando en los astilleros de La Rochelle, en Francia, y que estará listo para finales de junio o principios de julio”, explica Luis, el mayor de una saga empresarial que ya está incorporando a la cuarta generación.
“Los propios gracioseros deseamos que la Isla no crezca más”
El ‘boom’ turístico de La Graciosa comenzó “hace unos 15 años”. Al formar parte del Parque Natural del Archipiélago Chinijo, “la zona de edificación ya está restringida”. Luis Romero no lo ve como algo negativo: “Los propios gracioseros deseamos que la Isla sea así, que no crezca más”. “Otros lugares por ahí”, destaca, “crecen tanto” desde el punto de vista urbanístico “que al final se estropean”. “Más vale tener un parque natural que la gente prefiera visitarlo” y que los vecinos de Caleta del Sebo puedan tener la oportunidad de vivir de la pesca y del turismo, opina.
Más detalles
CRECIMIENTO. Líneas marítimas Romero experimentó un crecimiento del 40 por ciento en los últimos cinco años, llegando a alcanzar una facturación en 2014 de 7,3 millones de euros, con una plantilla consolidada en más de 90 empleados.
PASAJEROS. El servicio de línea regular de pasajeros ha experimentado un importante crecimiento en el último lustro, en torno al 27 por ciento desde 2010. Cada año la naviera transporta a más de 300.000 pasajeros.
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