El paro de las mujeres canarias es el más alto de Europa y está nueve puntos por encima de la media española. Es una de las conclusiones del encuentro anual de la Federación de asociaciones de mujeres canarias “Arena y Laurisilva”, que se reunió el pasado fin de semana en Arrecife.  La tasa de paro femenina es del 33,8 por ciento y se ha duplicado en los últimos tres años. En España, la media del paro femenino está en 24,7.

Frente a esta situación, entre las mujeres está subiendo el autoempleo y ya un tercio de los autónomos en España son mujeres. Según la Federación, las mujeres tienen aún más dificultades para acceder al capital para crear empresas. También copan tres de cada cuatro contratos a tiempo parcial y la brecha salarial, respecto a los hombres, por hora trabajada, es de un 13 por ciento, aunque Canarias y Extremadura son las comunidades con menor brecha salarial.

Además, la mayor carga en las tareas del hogar recae en la mujer: cuatro horas y media diarias frente a  dos horas y cuarto de los hombres en tareas domésticas, aunque en los últimos siete años se ha incrementado este tiempo en 45 minutos.  Otra de las conclusiones es que la Ley de dependencia ha dado la oportunidad a muchas mujeres, sobre todo de más de 40 años, de incorporase al mercado de trabajo.

La Federación destaca que las mujeres siguen en situación de clara desventaja y discriminación y que la igualdad de género no sólo es beneficiosa para la mujer sino también para las familias, las comunidades y las economías nacionales. Consideran que aún se parte del supuesto implícito de que las mujeres “no son agentes económicos dinámicos, sino receptoras pasivas que requieren asistencia” y destacan que la igualdad de genero no es un fin, sino un medio para alcanzar objetivos más amplios como la reducción de la pobreza, el aumento de la productividad, la disminución de la tasa de fecundidad, etc.”. “La desigualdad es una rémora para el crecimiento económico”, señalan, porque las regiones que cuentan con niveles más altos de desigualdad suelen ser las que tienen menores ingresos per capita.