El deseo de cambiar aquellas partes del cuerpo con las que no están del todo contentas, para sentirse bien consigo mismas, hace que las personas recurran a la cirugía estética. Año tras año crece el número de españoles que se someten a este tipo de intervenciones. La rinoplastia, el aumento de pecho, la abdominoplastia, el “lifting facial” son, entre otros, los tipos de cirugía cada vez más solicitados.

Pero es aconsejable, sea cual sea el tipo de operación al que se desea someter el paciente, informarse bien de todo lo referente a la intervención que se va a realizar, además de asegurarse de que el profesional que va a realizarla es suficientemente experto y cualificado.. A continuación se detallan ciertos pasos que deben seguirse antes de tomar la decisión con confianza y seguridad:

• Si ya se ha decidido por un cirujano concreto para la intervención, como son, por ejemplo, los profesionales de cirugía estética de Sevilla, hay que comprobar que se trata de un verdadero especialista y que tiene las acreditaciones que correspondan. El centro donde se va a realizar la cirugía debe cumplir con todos los estándares de calidad, ya que es muy importante que los quirófanos cuenten con los requisitos técnicos apropiados para cada intervención y postoperatorio.
• Si por lo contrario, no se sabe a qué cirujano recurrir, hay que investigar las clínicas que estén cerca de tu ciudad, valorando qué alternativas hay, las recomendaciones de los médicos y los reconocimientos de los centros médicos. Es decir, comprobar que el centro de cirugía elegido cuente con un auténtico especialista y tenga el equipamiento que se requiere.
• En la entrevista con el cirujano, debe proporcionársele toda la información relevante sobre su salud. Por ejemplo, dolencias como diabetes, alergias, hipertensión arterial, entre otras, son factores pueden influir en la cirugía y añadir riesgos, por lo que será primordial que el médico las conozca antes de realizar la intervención.
• Al igual de que el médico debe de estar informado sobre el paciente, éste debe conocer bien el procedimiento quirúrgico al que se va a someter. Tiene que ser informado por el cirujano sobre todas las etapas por las que va a pasar antes, durante y después de la intervención, así como los riesgos a los que se expone y las complicaciones que pueden surgir.

Por último, cabe señalar que un resultado satisfactorio no sólo depende del médico, sino también del paciente, que debe seguir todas las indicaciones correspondientes al cuidado postoperatorio.