La Audiencia Provincial de Las Palmas juzgará los próximos 5, 6 y 7 de mayo a los seis policías nacionales acusados de cometer torturas a dos detenidos en la Comisaría de Arrecife en abril de 2010. La Fiscalía ha solicitado penas de prisión que suman 54 años de cárcel.

Cinco agentes de la Policía Nacional y un subinspector tendrán que sentarse en el banquillo por un caso de torturas a dos jóvenes, que son hermanos y que habían protagonizado una pelea en un parque del barrio de Titerroy, en Arrecife, con otros chicos.

La riña se saldó con la detención de los dos jóvenes, que según la Fiscalía, se resistieron a la detención e incluso propinaron puñetazos a los agentes. En el lugar se personaron cuatro de los agentes imputados en esta causa, que apoyaron a sus compañeros e introdujeron a los detenidos en dos coches patrulla, un momento en el que uno de los jóvenes dio una patada en la boca a uno de ellos.

El fiscal asegura que los cuatro agentes que intervinieron en el traslado de los detenidos, otro agente más y un subinspector la emprendieron a golpes en los calabozos de la Comisaría contra los dos detenidos como represalia por lo que había ocurrido en el parque, mientras los mantenían con las manos esposadas a la espalda.

La acusación pública plantea que el agente que había recibido una patada en la boca comenzó esa represalia, cogiéndolo por el cuello y derribándolo al suelo de un rodillazo.

En ese momento, siempre según el fiscal, el subsinspector cerró la puerta del calabozo y él y sus cinco subordinados dieron una paliza a uno de los jóvenes, al que ocasionaron lesiones que le mantuvieron de baja durante 211 días, entre ellas, una rotura de tibia y una fractura de un dedo de la mano derecha.

Después, añade la Fiscalía en su calificación de los hechos, repitieron la misma operación con el otro hermano, que sufrió múltiples contusiones y desgarros de retina en los dos ojos.

La Fiscalía pide para un subinspector y un agente 15 años de prisión y para otros cuatro funcionarios 6 años

El Ministerio Fiscal considera que los policías cometieron estos hechos "obviando sus más elementales deberes de salvaguardia de la integridad física de los detenidos", lo que les convierte a los seis en responsables de un delito de torturas, acusación a la que se suma un cargo adicional de lesiones en el caso de inspector y del agente que inició la represalia en los calabozos.

Por ello, solicita que el subinspector y ese agente sean condenados 15 años de cárcel cada uno y que a los otros cuatro funcionarios públicos se les impongan penas de seis años de prisión.

Además, exige que los seis indemnicen solidariamente a uno de los jóvenes con 19.450 euros y al otro con 8.600 euros por daños morales, por los días que estuvieron de baja y por las secuelas que sufren. A su vez, la Fiscalía pide que se les imponga a los dos chicos una pena de dos años de cárcel por un delito de atentado a la autoridad.