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El transporte público en Lanzarote, a examen

Usuarios que se quedan en tierra en un servicio de guaguas adjudicado hace más de 70 años, un Plan de Movilidad en revisión y una nueva concesión para 2024

María José Lahora 6 COMENTARIOS 18/10/2023 - 07:20

El transporte público en Lanzarote vive en una contradicción total: mientras bate récord de pasajeros y las guaguas interurbanas superan los cinco millones de usuarios al año, las quejas por la calidad del servicio se suceden, con numerosos episodios de usuarios que se quedan en tierra. El nuevo consejero de Transportes, Domingo Cejas, anuncia que en la primera mitad del mandato debería haberse revisado el Plan de Movilidad y, sobre sus bases, adjudicarse una nueva concesión del servicio de guaguas interurbanas, cuyo contrato se remonta a hace más de 70 años sin que haya salido a concurso público.

El primer paso ha sido la adjudicación, a finales de septiembre, de la actualización del Plan de Transportes y Movilidad de Lanzarote, que data de 2014. Eso incluiría el pliego de condiciones técnicas para la explotación del transporte colectivo interurbano en la Isla y su estudio de viabilidad. La adjudicataria es la empresa Doymo, que tiene un plazo de 40 días desde que comience su trabajo para entregar la documentación.

Cuando se elaboró el Plan, el servicio de transporte interurbano atendía a 3,1 millones de usuarios al año. En el último ejercicio completo, se superaron los cinco millones de pasajeros, con un crecimiento interanual del 72,4 por ciento. Un récord de afluencia impulsado por las medidas de gratuidad en el transporte público que no se ha traducido en un éxito para el servicio y que ha experimentado un cuello de botella, especialmente en las rutas más demandadas. Hace una década, eran 19 las líneas que cubrían la Isla, ahora son 36, prácticamente el doble. Sin embargo, la cobertura sigue siendo deficitaria: hay quejas de usuarios por la falta de capacidad y malas frecuencias en las líneas con más movimiento, y también hay malestar por las inadecuadas conexiones con las localidades de menor peso turístico, que siguen aisladas.

En la actualidad, la concesión sigue en manos de la empresa Arrecife Bus, que la explota bajo la marca Intercity Bus. El contrato original se remonta a noviembre de 1951, hace casi 72 años. En 2008, bajo la presidencia de Manuela Armas, se firmó un contrato de “adaptación” de la concesión. En el mismo se reflejaba que la citada concesión tendría “un plazo de duración hasta el 31 de diciembre de 2022”.

El nuevo consejero insular de Transporte apunta que es prioritario actualizar el Plan de Movilidad, para “enriquecerlo”, porque la realidad es que tiene “muchas carencias” que se deben solventar “para dar respuesta a la demanda de la sociedad”. Ahora se está “revisando”, asegura Domingo Cejas. Cuando se haya culminado y aprobado, “dependiendo de lo que contemple” se sacará “el pliego de la nueva concesión del servicio”. Cejas se muestra cauto con las fechas: “Siendo optimistas, a lo mejor a finales de 2024 podría haber una nueva concesión”.

Quejas habituales

Desajustes en el horario del servicio, guaguas que se solapan cuando apenas hay usuarios en las paradas, escasa capacidad en buena parte de la flota, nulas conexiones entre el norte y el sur con los núcleos del interior de la Isla o vehículos deficientes con problemas de aire acondicionado o acceso para discapacitados. Esta lista recoge algunas de las quejas trasladas por usuarios a Diario de Lanzarote, que ponen el foco en líneas como la L3, que conecta dos importantes núcleos turísticos y también residenciales, Costa Teguise y Puerto del Carmen, muy utilizada tanto por turistas que se quieren desplazar por la Isla como por trabajadores.

Hay usuarios que consideran que la puesta en marcha de la tarjeta de transporte gratuita para residentes no ha hecho más que empeorar la situación en el servicio interurbano de guaguas, por el relevante incremento en el número de pasajeros. Los problemas han venido siendo frecuentes en la línea 60, entre Arrecife y Playa Blanca, o en la línea 3, de Costa Teguise a Puerto del Carmen. La gratuidad del transporte público ha beneficiado esta modalidad de movilidad, pero también ha evidenciado que la Isla no estaba preparada. La subvención pública que se abona cada mes no es desdeñable: en agosto fueron 565.409 euros para la gratuidad del transporte público que se transfirieron a Arrecife Bus, junto a otros 10.726 euros para financiar la movilidad del transporte terrestre regular de viajeros.

El servicio interurbano de guaguas debe dar respuesta a más de cinco millones de viajeros al año, una cifra disparada por la gratuidad

La gratuidad ha disparado el uso del servicio, sin una mejora significativa del mismo, con consecuencias para quienes lo tienen que utilizar de forma imperativa para desplazarse. En ocasiones surgen situaciones desagradables. A finales de septiembre, un usuario de la línea entre Arrecife y Playa Blanca resaltaba que, un viernes a la una de la tarde, se dejó a un grupo de personas en la parada, sin poder subir a la guagua porque no cabían. La conductora, “con arrogancia”, les dijo que una guagua de “refuerzo” llegaría “en pocos minutos”, añade. No era cierto. No llegó otra hasta pasadas las dos de la tarde. Ahí se quedaron varias personas “que quieren regresar a casa después de un día de trabajo” o gente que se desplaza para empezar su jornada laboral. Este pasajero no discute “las horas y kilómetros que hace” quien está al volante, pero los usuarios, considera, se merecen “más respeto”.

En ese sentido, son continuas las quejas de los usuarios que deben desplazarse en guagua desde Arrecife a las zonas turísticas y viceversa, principalmente por motivos laborales. La compañía ha intentado ofrecer una solución que no ha hecho más que entorpecer, según trasladan varios usuarios, el correcto horario de paso de los vehículos complementando la línea 3 con un vehículo de apoyo para la recogida de los viajeros que se “quedan en tierra”. Tampoco se ha ajustado el servicio a los horarios de entrada y salida de comercios y hoteles de los núcleos turísticos, provocando que, en ocasiones, se solapen hasta tres guaguas al mismo tiempo en las paradas, y demorando el paso del siguiente servicio, que llega tarde y en la mayoría de los casos con el rótulo de ‘guagua completa’ o ‘solo descarga’.

Horarios inadecuados

En el caso de la ruta L3, que enlaza las poblaciones de Costa Teguise y Puerto del Carmen, con escala en Arrecife y Playa Honda, lo habitual es que la guagua salga ya con un aforo de 70 personas desde el núcleo turístico del municipio de Teguise. Los horarios no son tampoco los más adecuados para los trabajadores, según trasladan personas habituales de la línea de guaguas a este periódico.

Ana trabaja en una tienda de moda de Puerto del Carmen. Sin carné de conducir, el transporte público es su único medio para desplazarse desde Arrecife, donde reside, hasta el núcleo turístico de la costa de Tías, su lugar de trabajo. A los turnos de mañana suele llegar en hora. Sin embargo, en los de tarde la situación se vuelve frustrante. El malestar comienza cuando intenta subir a una guagua procedente de Costa Teguise. De respetarse los horarios fijados en la aplicación de Intercity Bus, en media hora podría estar en su trabajo. No es lo habitual: la gran cantidad de trabajadores que pueden verse en paradas como la de la Biblioteca Insular o la de San Francisco Javier ofrece una visión del problema.

“La aplicación y las pantallas instaladas en algunas de las paradas informan del tiempo de espera de cada línea, pero, al solaparse a veces varias guaguas al mismo tiempo, se provocan demoras que no se ven reflejadas en esas mismas pantallas ni en la aplicación, por mucho que la actualicen”, comenta Ana. La conclusión es que los “nueve minutos” que se supone que faltan para la siguiente la guagua se convierten en media hora o más. Diario de Lanzarote ha vivido in situ la situación. Entre los usuarios se aprecian gestos de preocupación por llegar tarde al trabajo y malas caras. En la espera, los ánimos se caldean, pero lo peor está por llegar, cuando ven acercarse su ansiado vehículo y, en el mejor de los casos, puede dar cabida solo a algunos de los pasajeros que llevan minutos esperando. Hacerlo con altas temperaturas tensa aún más la situación.

Nuevos paneles más orientativos que informativos. A la derecha, pasajeros en la parada de Playa Blanca. Fotos: M.J.L. 

“No pueden poner la guagua a las diez de la noche, es imposible llegar a tiempo”, critica una trabajadora en Puerto del Carmen

Cuando concluye la jornada de tarde regresan los problemas. “Es de todos sabido que las tiendas de los núcleos turísticos cierran a las diez de la noche de cara al público. Luego los empleados tenemos que recoger, limpiar o hacer la caja. No pueden poner el paso de la guagua a las diez de la noche, es imposible llegar a la parada a tiempo. Y a partir de esa hora la frecuencia de paso ya no es de 20 minutos, sino de hora en hora”, denuncia.

En la L60 se ha venido apreciando que hay pasajeros que no pueden subirse a la guagua porque está llena, con el inconveniente de que la frecuencia de paso es mucho menor, una guagua cada hora. Arrecife Bus quiso hacer frente en febrero a este deficiente servicio de Arrecife con el sur de la Isla con la puesta en activo de una nueva línea, la 62, semidirecta y que permitiera que la frecuencia se redujera a media hora. Inicialmente solo en horario de mañana. La última guagua de la L62 sale a las 12.30 horas desde Arrecife, con regreso a las 13.30 horas desde el muelle de Playa Blanca. A partir de ese horario, la espera se eternizaba.

A finales de septiembre se anunció un refuerzo de esta línea en horario de tarde, “lo cual permitirá la conexión con Playa Blanca desde Arrecife cada 30 minutos”. Un guagüero con experiencia señala que además de ampliar la flota es necesario aumentar la plantilla de profesionales, lo que requiere de un periodo de formación previo. Se han anunciado 15 nuevas plazas de conductores. El tiempo dirá si estos ‘parches’ subsanan años de deficiencias hasta la aprobación del nuevo contrato concesional.

La visión de un guagüero

Un guagüero veterano, con más de veinte años de servicio, explica que tan importante es conseguir cabida para todos los usuarios que esperan impacientes en la parada como cumplir con el horario. “Nuestro trabajo es dar un servicio a los usuarios que precisan de desplazamiento”. Sin embargo, la capacidad de los vehículos es limitada y “tan importante es cumplir con el trabajador que debe desplazarse hasta su puesto de trabajo como con el turista que visita la Isla”. Reconoce que no todos los conductores mantienen la paciencia y formas pertinentes, pero que también existe una gran falta respeto por parte de algunos usuarios.

Sin plazas para escolares

Otros usuarios que sufren el problema del transporte urbano son los estudiantes y familiares. Ramiro Muñoz, portavoz de Lanzarote en Pie (LEP), denunció la falta de plazas para estudiantes del IES Yaiza. “La guagua de la línea L43 tiene una capacidad aproximada de 60 plazas, y desafortunadamente, debido a la alta demanda de estudiantes de Playa Blanca, esta capacidad se ve superada en múltiples ocasiones”. Además, destaca que “esta misma guagua realiza paradas en diversos puntos de nuestro municipio, incluyendo Las Breñas, Yaiza, Uga y Puerto Calero, y también ha sufrido las consecuencias de la falta de asientos”.

CRONOLOGÍA DE UNA CONCESIÓN DE LOS AÑOS 50

El 27 de noviembre de 1951 se adjudica “la concesión del norte, centro y sur de la Isla”, denominada “V-51 GC-1” a la empresa Gil Hernández Hermanos. El 16 de mayo de 1963 se autoriza transferir la concesión a Transportes de Lanzarote SA, lo que se llevó a cabo en septiembre del año siguiente. En mayo de 1981 se autorizan siete nuevas rutas, una “ampliación que va unida a la concesión base”. En marzo del año siguiente se adjudican cinco ampliaciones más. El 3 de mayo de 1989 el Gobierno autoriza la transferencia de la concesión a Arrecife Bus SL, que la lleva explotando desde entonces.

Comentarios

Lanzarote tiene todo para disponer de unos buenos transportes públicos pero tiene un factor que lo impedirá siempre: rent a car. Tiene una orografía que hace sencillo trazar líneas de transporte, tamaño adecuado, y un fuerte potencial con el turismo, pero es incapaz de tener una empresa de transporte razonable como lo podría ser un tranvía de norte a sur, una linea de guaguas razonables y bien dotadas. Se ha preferido aumentar más y más las vías y carreteras. Tampoco se ha limitado el número de vehículos en uso en las carreteras ¿cuantos vehículos de alquiler están en Lanzarote?. El ejemplo lo tenemos en la Graciosa, donde circulan decenas de vehículos en un parque natural sin ninguna carretera decente, cuando no es imprescindibles tener vehículo y menos dedicados al transporte de turistas.
Este servicio tiene una calidad que ni Etiopía (con todo los respetos) se merece. Es una auténtica vergüenza que en pleno siglo XXI sigamos soportando un servicio MISERABLE como este mientras los políticos que se dicen defendernos tienen negocios en taxis o en alquiler de vehículos y ni permiten la entrada de servicios como CABIFY o BLABLACAR, para llenar su bolsillo a costa de un servicio de AUTÉNTICA VERGÜENZA, con lo que es necesario un vehículo particular para trasladarse a cualquier punto de la isla causando que veamos muchos vehículos con un solo ocupante y aumentando la contaminación... ¡¡así hay más de un vehículo censado por habitante!!
Una empresa de transportes apoltronada con las subvenciones públicas, que presta un servicio del siglo pasado. Hace falta la competencia de otra empresa con iniciativa, modernidad en los servicios y que se adapte a las necesidades actuales de la isla
Una empresa de transportes apoltronada con las subvenciones públicas, que presta un servicio del siglo pasado. Hace falta la competencia de otra empresa con iniciativa, modernidad en los servicios y que se adapte a las necesidades actuales de la isla
Transporte publico en Lanzarote a examen? = Suspenso. Cualquier otra empresa de fuera (tristemente lo haría mejor.)
Yo respeto y convivo con los turista de la mejor manera posible, en mi caso trabajo cada semana en un punto turístico de la isla siempre rotando, dependo de la guagua y mas de 6 veces este verano he tenido que costearme de mi bolsillo taxis a playa blanca y a pto del carmen, y de playa honda a arrecife porque o bien las guaguas completas o directamente no pasan a la hora ni nada, recuerdo una vez me senté en el salpicadero miemtras mi cabeza daba en la luna delantera xk era esa opción o faltar al trabajo, es lamentable. Yo trabajo mas de 14h en zona turistica y ya he decidido ni tener respeto por ceder el sitio a los mayores, acabamos agotados, y lo peor aun ver el cartel de completo se te cae el mundo encima a las 23:00h de la noche y tener que quedarte en tierr xk no hay otra opción, deberian agilizar. Al igual que ponen guaguas y refuerzos para las fiestas que solo traen problemas y vandalismo que lo hagan para los isleños que trabajamos por y para el turismo de la isla

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