SOCIEDAD

Una salida al muro de la burocracia desde el extranjero

Deydamia Carrillo, con su asesoría en el Vivero de empresas de la Cámara de Comercio, se dedica a facilitar los trámites de asuntos de extranjería que reclaman muchos foráneos atrapados en la burocracia

Foto: Adriel Perdomo.
Saúl García 1 COMENTARIOS 22/09/2020 - 07:40

Deydamia Carrillo llegó a Lanzarote hace 20 años desde Ecuador, como tantos inmigrantes, a buscar un futuro mejor. Conocía a una persona de su pueblo que había venido a la Isla y fue tras sus pasos. Tres años después de su llegada comenzó a trabajar en la asesoría de Juan Hernández Cruz, donde estuvo 17 años y aprendió todo lo que pudo aprender sobre la profesión. “Cuando llegas, todo es difícil, pero él me enseñó todo”, dice.

Al principio desempeñaba su trabajo en la calle, haciendo trámites ante las distintas administraciones, o en la oficina archivando, pero después fue adquiriendo más responsabilidad. Se interesó por los asuntos de extranjería “por afinidad” y se hizo experta.

Sin embargo, el propietario de la asesoría falleció hace unos 10 meses y el negocio cerró. “Cuando falleció -cuenta- no sabía qué hacer, pero es que no sé hacer otra cosa”, dice Deydemia, que ya había asumido antes los asuntos de muchos de los clientes de la asesoría, así que pensó que podía dar el salto y establecerse por su cuenta.

Ya tenía experiencia y una agenda de clientes que querían seguir con ella. Fue a la Cámara de Comercio a asesorarse y acabó entrando en el Vivero de empresas de la entidad con Carrillo Asesores, una asesoría laboral, fiscal y contable, pero sobre todo especializada en asuntos de extranjería. Además, cuenta con la ayuda de su hija Cristina, que acaba de terminar los estudios de Graduado Social y supone un complemento perfecto.

Dice Cristina que el trabajo “no se parece mucho a la carrera, porque no te preparan tanto para la práctica”. Está descubriendo de repente, por ejemplo, la tramitación de los expedientes de regulación de empleo.

En sus pocos meses de existencia, Carrillo Asesores se va haciendo un hueco que no ocupan otras asesorías ni ofrecen las administraciones. No sólo ayuda a empresas en asuntos de nóminas o seguros sociales, sino que cubre las necesidades de una parte de la población de otros países que se dan contra el muro de la burocracia.

Se dedica a solucionar problemas como la homologación de títulos de todo tipo, la gestión de ayudas, búsqueda y contacto de abogados en otros países, convenios o derechos de jubilación en el extranjero, reagrupamientos familiares, herencias, todo tipo de certificados, como el de nacimiento, etcétera.

Deydamia señala que si el reagrupamiento no funciona, que es uno de los servicios más demandados, se pueden tramitar permisos especiales aunque los hijos sean mayores de edad. “Hay mucha gente que no sabe eso”, asegura. También se pueden hacer ofertas de trabajo desde el extranjero si la persona que está en España se ha quedado de repente en situación irregular, que es un caso común, aunque esa persona lleve varios años en el país.

Muchos de sus clientes son de cualquier país de Sudamérica, pero también de Marruecos o de Senegal, que es uno de los países más complicados para hacer gestiones con sus consulados, junto a otros como Filipinas. “Senegal es muy lento en contestar para las reagrupaciones”, dice. A la vez, muchos senegaleses no entienden español y necesitan los servicios de la asesoría.

Sobre los trámites para poder regularizarse para obtener la nacionalidad, Deydamia recuerda el proceso de regularización extraordinaria de extranjeros del año 2005 que la tuvo varias noches trabajando hasta la madrugada para hacer frente a todos esos papeles. Dice que esa situación “no ha vuelto a suceder” y que “ahora se han puesto más condiciones” y se han endurecido los requisitos para obtener el permiso de trabajo o las inspecciones sobre los posibles matrimonios de conveniencia. “He visto cada cosa para regularizarse”..., asegura.

También relata que muchas veces hay dramas detrás de los papeles, de las peticiones de la gente, que los clientes cuentan su vida entera y van más allá de lo imprescindible. “A veces viven en condiciones muy difíciles”, asegura.

Su hija Cristina dice que le impacta la situación de los menores que han estado en centros de acogida y que cuando salen no tienen nada. “A veces ni siquiera se llaman como pone en su documentación y no tienen cómo encontrar sus papeles, por lo que hay que solicitar papeles de concordancia para saber que es la misma persona”, señala.

Comentarios

La felicito, POR ESE PROGUESO. siento la perdida de su jefe que era UN GRAN EXPERTO Y MAS DE LO NORMAL, SOBRE TODO EN EXTRANJERA

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