La rehabilitación de la Casa de la Cultura Agustín de la Hoz comienza a ver la luz. En el Ayuntamiento se descarta la inauguración antes de las próximas elecciones, pero se apunta al próximo verano como fecha probable para culminar unos trabajos que empezaron hace prácticamente una década. El enésimo proyecto (en la Concejalía de Cultura esperan que sea el último) está a punto de adjudicarse.

En noviembre de 2005 el edificio, que albergaba las oficinas del personal de Educación y Cultura, conferencias, recitales y exposiciones, era desalojado después de que se comprobaran deficiencias en el inmueble, del siglo XIX. Pasó más de un año hasta que comenzaron las primeras obras de acondicionamiento: con fondos del Gobierno de Canarias se invirtieron 834.330 euros en asegurar la cimentación, las vigas o colocar una nueva instalación eléctrica o aseos, pero hacían falta otros 700.000 euros que no aparecían por ningún lado. Y los trabajos se pararon entre 2009 y 2003. Tan sólo se restauraron, por técnicos del Ministerio de Cultura, dos murales de César Manrique escondidos entre capas de pintura.

Tras cuatro años sin que se moviera una piedra, el año pasado las instituciones se volvieron a acordar de la Casa de la Cultura y se destinaron 170.000 euros para la impermeabilización –todavía en algunos puntos deficiente-, los revestimientos interiores o culminar la fachada. La concejal de Cultura, Eva de Anta, espera que con el último proyecto que falta, de 443.000 euros, la rehabilitación sea una realidad. ¿Qué faltaría? Culminar la iluminación del edificio (88.900) y restaurar la carpintería (85.000 euros), uno de sus grandes atractivos, especialmente su escalera, “la más valorada del patrimonio arquitectónico de Lanzarote”.

También falta pintar el interior del inmueble, recuperando en donde se pueda los tonos cromáticos originales (62.000) e instalar las redes de telecomunicaciones y datos (26.000) o un ascensor (20.000). Una vez que se adjudiquen estas últimas obras, la empresa que las ejecute tendrá un plazo de seis meses para llevarlas a cabo, pudiendo llegar hasta los doce cuando existan retrasos que no sean achacables al constructor. Como pronto, la rehabilitación culminaría el próximo verano. Como tarde, y si vuelven a surgir imprevistos, a finales de 2015.

“El espacio para los ciudadanos antes no llegaba a la mitad del edificio y ahora será casi todo”, asegura De Anta.

Con todo, la concejalía de Cultura tiene algunas ideas claras: la Casa no será disfrutada por su personal y, de hecho, sólo está prevista una oficina para el control de las actividades y, temporalmente, un espacio para los responsables del futuro Museo de Historia del Castillo de San Gabriel que éste sí, “abrirá antes de que termine el año”. Tendrá “una biblioteca específica dedicada al arte” y se habilitará más espacio para actividades, como un patio trasero o incluso la cubierta del edificio, con unas impresionantes vistas a la Marina de Arrecife. “El espacio para los ciudadanos antes no llegaba a la mitad del edificio y ahora será casi todo”, asegura De Anta.

La Casa de la Cultura también tendrá su reglamento, en el que ya se está “trabajando”. El objetivo es elaborar “una programación de calidad”, en la que tendrían cabida artistas que quisieran dar a conocer sus trabajos, con una dirección técnica que salvaguarde “unos mínimos” para las obras expuestas. El departamento que dirige De Anta no lo tiene sencillo: cuenta con un presupuesto actual de 140.000 euros, después de un severo recorte de 60.000 euros que se acordó hace dos años. La Concejalía llegó a manejar un presupuesto de hasta medio millón de euros. Eran otros tiempos. Incluso la Casa de la Cultura estaba abierta.

Así está la Casa de la Cultura