Ya habían pasado las elecciones del 28 de mayo y en el Cabildo de Lanzarote, presidido en funciones por la socialista Dolores Corujo, que había acabado de declarar la Isla como zona turística saturada y de perder los comicios, el asunto quedó sobre la mesa.

La aprobación de un nuevo hotel en Playa Blanca será una de las primeras papas calientes a las que se tendrá que enfrentar el nuevo equipo de gobierno de la Corporación insular presidido por Oswaldo Betancort.

La autorización del proyecto y la clasificación provisional para hotel de cinco estrellas no salió adelante en uno de los últimos consejos de gobierno del pasado mandato, pese a estar incluida en el orden del día y a que tenía informes positivos y también propuesta de resolución favorable de la Consejería insular de Ordenación Turística.

El hotel lo promueve la empresa Explotaciones e Inversiones Timanfaya SL, constituida hace menos de cuatro años pero con algún nombre vinculado a los orígenes del polémico plan parcial Playa Blanca, donde se emplazaría el nuevo establecimiento alojativo.

Según el expediente, el proceso se inició el pasado 19 de enero, cuando el empresario José Ramón Olaverría, actuando como presidente del consejo de administración, autorizó al arquitecto Agustín Díaz de Aguilar para tramitar cualquier documento que fuera necesario para solicitar la clasificación turística provisional del hotel.

A su vez, el abogado Ignacio Díaz de Aguilar figura como consejero de la empresa desde julio de 2021, un mes antes de la inscripción de una ampliación de capital de 5,1 millones de euros.

La intención de la empresa es la construcción de un nuevo hotel de 342 unidades y 684 plazas turísticas en la denominada parcela AB1 del plan parcial Playa Blanca, que linda con la Avenida Papagayo, la misma en la que se está construyendo el macrohotel de 1.440 camas promovido por los Hermanos Domínguez, considerado el más grande de Lanzarote y que está pendiente de apertura por parte de la cadena Barceló.

La intención de la empresa es la construcción de un nuevo hotel de 342 unidades y 684 plazas turísticas a unos 400 metros del Marina Rubicón

En concreto, el proyecto hotelero de Explotaciones e Inversiones Timanfaya estaría a unos 500 metros del macrohotel y a 400 metros del puerto deportivo Marina Rubicón.

La parcela en la que se levantaría este nuevo hotel tiene una superficie de 41.906 metros cuadrados y se podrían construir 25.373 metros cuadrados de instalaciones alojativas. Al norte lindaría con la citada Avenida Papagayo, mientras que el resto del complejo estaría bordeado por una teórica zona verde.

En enero, además de realizar la comunicación del inicio de actividad de alojamiento turístico del hotel con la categoría de cinco estrellas, los promotores solicitaron al Ayuntamiento de Yaiza el informe municipal, previo y preceptivo, sobre la adecuación de la actividad concreta como hotel de cinco estrellas.

En marzo, el Cabildo recibió informe del Consistorio sureño en el que se concluye que la actividad de hotel en la parcela indicada “se ajusta a lo permitido por el Plan General Supletorio aprobado definitivamente el 29 de julio de 2014”.

La empresa quiere construir un hotel en la parcela AB1, arriba a la derecha.

Plan General

El Plan General de Yaiza está anulado en firme en el área relacionada con Costas y pendiente de que el Tribunal Supremo decida de forma definitiva sobre la anulación de todo el planeamiento municipal.

En septiembre pasado, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) dictó una sentencia en la que tumbaba al completo el Plan General, porque en su tramitación se había incumplido el informe de Carreteras del Gobierno autonómico, que había puesto una serie de objeciones y que el tribunal consideró “relevante”.

En la práctica, el Plan General de Yaiza, que da cobertura a la ordenación del plan parcial Playa Blanca, es como si estuviese conectado a un respirador artificial, utilizando un símil médico, pero sigue desplegando efectos hasta que se pronuncie el Supremo.

Las fuentes jurídicas consultadas por Diario de Lanzarote apuntan que si se anulase en firme el Plan General podría considerarse decaída, a su vez, la ordenación pormenorizada del antiguo plan parcial Playa Blanca, clasificado como suelo urbanizable ordenado, que se dividió en dos unidades de actuación.

Los parámetros urbanísticos y las condiciones singulares de las parcelas se detallaron en el Plan General de 2014 al haberse anulado el plan parcial Playa Blanca original, cuyo proyecto de urbanización fue aprobado en diciembre de 2003 por el entonces alcalde, José Francisco Reyes.

Influencia de Costas

Otro factor a tener en cuenta, según la opinión de varios expertos, es el criterio que se ha seguido por parte del Gobierno respecto a la anulación, ya firme, de la parte del Plan General que afecta a Costas.

Así, la mayoría de la superficie de la parcela en la que se construiría el hotel se encuentra dentro de la denominada zona de influencia de Costas, una franja de 500 metros de ancho a partir de la ribera del mar.

La postura del Gobierno está siendo la de valorar no solo la línea de deslinde del dominio público y la zona de servidumbre de protección -de 20 o 100 metros, dependiendo de la realidad urbanística de las parcelas- sino también la zona de influencia.

De hecho, el desarrollo del suelo de la antigua urbanización Costa Roja, en la entrada de Playa Blanca, se ha frenado por esta interpretación, pendiente de lo que determinen los tribunales.