El empresario Juan Francisco Rosa ha intentado, sin éxito, legalizar el Hotel Son Bou, en Playa Blanca, convirtiéndolo en una ampliación de otro de sus establecimientos, el Hotel Princesa Yaiza.

Ambos tienen sus licencias anuladas por la Justicia, pero el Son Bou está, si cabe, en una situación más delicada, después de que el alcalde de Yaiza, Óscar Noda, desvelase que el Ayuntamiento ha iniciado los trámites para ejecutar un proyecto de demolición y cumplir así con la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) de 2005.

La maniobra del empresario ha consistido en presentar en el Cabildo un proyecto de “ampliación” del Hotel Princesa Yaiza, mediante “la inclusión dentro del mismo” del Hotel Son Bou, que está “actualmente funcionando de manera autónoma”. De hecho, ambos establecimientos están separados por una calle, la Avenida Papagayo. Entre las entradas de los dos hoteles hay una distancia de 120 metros.

Los dos hoteles están separados por una calle y se encuentran a unos 120 metros de distancia, pero se conectaron por un paso subterráneo que atraviesa la Avenida Papagayo

En la solicitud presentada por la empresa de Rosa se sostiene que lo que se pretende es renovar y modernizar el Son Bou, elevando su categoría, de tres estrellas a las cinco estrellas gran lujo. “Las dos parcelas y establecimientos están separados por un vial público”, se reconoce en la petición al Cabildo, presentada el primer día de agosto. No obstante, el promotor asegura que ambas parcelas “están comunicadas por un paso subterráneo con concesión administrativa vigente”.

Ese paso por debajo de la Avenida Papagayo lo concedió, en 2001, el entonces alcalde José Francisco Reyes, principal condenado en el caso Yate por el otorgamiento de licencias ilegales. En 2019, el actual alcalde, Óscar Noda, inició el procedimiento para extinguir la concesión y reclamó al Hotel Princesa Yaiza una deuda que alcanzaba los 120.385 euros, porque no había pagado en 17 años.

Túnel entre el Hotel Princesa Yaiza y el Son Bou. Foto: Jazz Sandoval.

El Ayuntamiento de Yaiza rechazó un proyecto de demolición parcial del hotel en 2016 y ahora ha anunciado que tramitará uno propio para cumplir con la sentencia del Son Bou

Antes, en abril del año 2016, cuando la actual jefa de gabinete del presidente del Cabildo, Gladys Acuña, era alcaldesa de Yaiza, la Junta de Gobierno municipal denegó el proyecto presentado por Rosa para demoler parcialmente el Son Bou y obtener una nueva licencia urbanística para el establecimiento turístico.

El hotel se excede en más de 6.000 metros cuadrados edificados respecto a los metros que podrían ser autorizados. El edificio se construyó sobre una parcela de 9.506 metros cuadrados en el plan parcial Costa Papagayo. El planeamiento establece que se puede construir un máximo de 3.333 metros cuadrados, el 35 por ciento de la parcela.

Hotel Princesa Yaiza. Foto: Adriel Perdomo.

“No es el concepto de renovación”

Juan Francisco Rosa pretendía utilizar la Ley de medidas urgentes de 2021, aprobada bajo el Gobierno del socialista Ángel Víctor Torres para el “impulso” de varios sectores económicos, entre ellos el turístico. En concreto, la norma avala las actuaciones de renovación y modernización turística, “incluyendo las que supongan incremento de volumen y aquellas que aumenten categoría o cambien de modalidad o tipología turística”.

De este modo, esas obras “no estarán sujetas al otorgamiento de autorización administrativa previa en materia turística” y bastaría solo con una “declaración responsable del cumplimiento de los requisitos establecidos en la normativa turística”, que se presenta en el Cabildo. Tampoco sería necesaria la autorización previa en materia de actividades clasificadas.

El Cabildo destaca que una “fusión” de los hoteles no es el “concepto de renovación” que se pretendió con una Ley para “simplificar” procedimientos en pleno Covid

Sin embargo, para la Corporación insular “la actuación que se pretende”, es decir, la “inclusión” del Son Bou dentro del Princesa Yaiza, pese a ser hoteles distintos, no es posible. En la resolución desfavorable del Cabildo se especifica que solo serían posibles tres supuestos: “la creación de un nuevo establecimiento, la ampliación del hotel cinco estrellas lujo Princesa Yaiza o la ampliación del Apartahotel Son Bou”. Eso sí, en “cualquiera de los tres supuestos” sería necesaria "una autorización turística sectorial”.

En cambio, “una nueva fusión, como en el caso que nos ocupa, de dos establecimientos turísticos no es el concepto de renovación que tenía en mente el legislador cuando trató de simplificar los procedimientos de autorización administrativa para reactivar la actividad turística tras la paralización total derivada de la pandemia” de Covid, destaca el Cabildo.

“Inexactitud, falsedad u omisión”

En su resolución, el consejero Jesús Machín procede a declarar “la inexactitud, falsedad u omisión de carácter esencial de la información que se incorpora a la declaración responsable presentada” por la empresa Hotel Princesa Yaiza SA.

Además, determina la “imposibilidad” de iniciar o continuar con el procedimiento para ampliar el Princesa Yaiza mediante la incorporación del Son Bou. Se da la circunstancia de que ambos hoteles recibieron licencias, luego anuladas por la Justicia, en 1998. El primero de los hoteles para 660 camas y el segundo para 165 plazas turísticas.

El arquitecto Ángel García Puertas, en el juicio del caso Stratvs.

El arquitecto Ángel García Puertas es quien presentó el proyecto y la solicitud de declaración responsable que el Cabildo ha rechazado. Además de trabajar para Rosa en la legalización del Princesa Yaiza o del Son Bou, es el responsable técnico de otro hotel polémico, el Papagayo Arena, también con licencia anulada por la Justicia y que ocupa un vial público de acceso al litoral.