Ithaisa Viñoly, una joven portera que comenzó su carrera en el fútbol desde muy pequeña, ha logrado un hito impresionante al debutar en una de las ligas femeninas más importantes del mundo. Su trayectoria, marcada por la perseverancia y la búsqueda constante de crecimiento, tanto personal como profesional, la ha llevado desde su tierra natal en Lanzarote hasta los campos de fútbol de Estados Unidos y, finalmente, a México.

Desde sus primeros pasos en el fútbol, Ithaisa mostró una pasión inquebrantable por el deporte. Cuando dejó de darle patadas al balón y comenzó a cogerlo con las manos, allá por alevines, nada hacía presagiar que tendría el recorrido que ha tenido. Su talento la llevó a formar parte del Granadilla y a participar en concentraciones con la selección española, pero su ambición la llevó a buscar nuevas oportunidades.

En su búsqueda de un futuro deportivo y profesional, Ithaisa se trasladó a Estados Unidos, donde jugó para la Franklin Pierce University y luego para la Florida International University. Durante su tiempo en la liga universitaria, no solo perfeccionó sus habilidades como portera, sino que también obtuvo la carrera de Psicología.

“La liga universitaria te enseña a ser una atleta, a tener una meta a largo plazo en el aspecto deportivo y en el aspecto personal. Eres una profesional, te tratan como una profesional, pero no cobras... te pagan con los estudios”, explica. “La recompensa llega cuando acabas de estudiar, concluyes tu carrera, te transforman en una deportista y sales con un bagaje cultural inmenso. Yo animo a todo el que pueda a hacerlo para que dé el paso”.

Jugó en dos universidades de Estados Unidos mientras estudiaba Psicología

A pesar de las ofertas que recibió, Ithaisa decidió esperar y recuperarse de una lesión en el quinto metatarsiano de uno de sus pies que se hizo a la salida de un córner en octubre de 2023. “Si me quieren fichar en el mercado de invierno es para jugar ya, porque me necesitan”, reflexionaba, consciente de que no podría rendir al máximo hasta febrero... y todavía estaba en diciembre. Durante su recuperación, entrenó en la Academia de Porteros de Lanzarote junto a su padre Víctor y a Raúl, recuperando su nivel anterior a la lesión.

“Cuando hablo de la Academia de Porteros, nombro mucho a mi padre, pero a su lado tiene a una persona como Raúl, del que me acuerdo mucho, porque él estuvo a punto de irse y justo antes se lesiona y se le escapó el tren. Si en la vida pasan pocos, en Lanzarote solo te pasa uno, y con suerte. Si he firmado este contrato profesional, es por gente como él”, comenta con orgullo la cancerbera lanzaroteña.

Nueva aventura

La oportunidad de fichar por el Necaxa, en una de las ligas femeninas más importantes del mundo, surgió gracias a un representante que la vio jugar en un partido de exhibición en Florida. “Jugar en México, como primer equipo profesional, es un trampolín. Busqué equipo en Europa, pero se invierte poco en portería en las ligas europeas”, señala Ithaisa. En México, encontró un entorno que valora e invierte en el fútbol femenino, lo que le permitió dar el salto a nivel profesional.

Se ha adaptado rápidamente a su nuevo equipo y se ha convertido en guardameta titular

La lanzaroteña señala que México “es una de las ligas más complicadas del mundo, está llegando gente muy fuerte”. “Ahora mismo hay tres campeonas del mundo de la selección española, hay una jugadora holandesa que es espectacular y muchas futbolistas de Estados Unidos que no quieren quedarse atrás y han decidido ir a México, donde se invierte en el fútbol femenino”, apunta Ithaisa. “Es uno de los cuatro países donde mejor se está cuidando el fútbol femenino. Por ejemplo, a diferencia de España, nosotras usamos el estadio donde juega el equipo masculino, tenemos las mismas infraestructuras y esas cosas te hacen sentir profesional”, apostilla.

Preparación

Los últimos días en Lanzarote aprovechó para entrenar con el Unión Sur Yaiza, de Segunda Federación, junto con Gregorio Betancort y Nauzet Pérez. Cogió consejos de su padre y también de Nauzet, con una amplia trayectoria en su carrera deportiva y aquellos que no la conocían y la veían desde fuera se maravillaban con el buen hacer bajo los palos.

El 12 de agosto, Ithaisa emprendió su viaje a México, un día que quedará marcado en su memoria, porque estuvo a poco de cumplir una promesa. “Tengo unos guantes firmados por Sandra Paños, que es mi ídolo, y le dije que el día que juegue contra ella los iba a usar. El mismo día que yo viajaba para México, mi equipo jugaba contra el suyo y me quedé sin cumplir esa promesa”, pero seguro que tendrá tiempo de cumplirla. Desde su llegada a Aguascalientes, se ha adaptado rápidamente a su nuevo equipo, las Centellas de Necaxa, y ha demostrado su valía desde el primer día como titular.

La historia de Ithaisa Viñoly es un testimonio de pasión por el fútbol y cabeza fría, tener muy claro los objetivos y luchar por ellos. Desde sus inicios en Lanzarote hasta su debut en una de las ligas femeninas más competitivas, Ithaisa ha demostrado que, con esfuerzo y dedicación, los sueños pueden hacerse realidad. “Papá, yo quiero ser portera”, le dijo a su padre cuando era alevín. Ithaisa no solo ha cumplido ese sueño, sino que continúa escribiendo su propia historia en el mundo del fútbol.