La empresa Juan Antonio Rivera indicó este martes que el lunes se firmó ante notario el acuerdo con Sinforiano Lemes y Pilar Callero para que el matrimonio pueda seguir residiendo sin conflictos en la casa vendida por la Diócesis de Canarias hace una década.

La empresa señaló que el lunes se suscribió ante notario el acuerdo que permite a los ancianos “el uso y habitación gratuito y vitalicio de la vivienda”, que fue construida en los años 50 del pasado siglo por una organización religiosa sobre un terreno cedido por Leopoldo Díaz.

La vivienda, junto a otras en la misma calle, fue cedida a la parroquia de San Ginés para que las gestionase y fueran ocupadas por familias con escasos recursos económicas. La Diócesis las vendió en 2006 por más de 300.000 euros.

Desde entonces, la empresa ha iniciado procedimientos de desahucio contra los moradores de las casas. En el caso de Sinforiano, que supera los 90 años, y su esposa, en el contrato entre la Diócesis y la empresa se recogía una cláusula que avalaba que siguiesen viviendo en la casa hasta su fallecimiento o realojados en otra vivienda de similares características a costa del comprador.

El Juzgado de primera instancia número 3 de Arrecife dictó sentencia la semana pasada en la que declaraba la validez de la cláusula citada y obligaba a la empresa a cumplirla. En otro Juzgado, la compañía había instado el desahucio del matrimonio y se había fijado fecha para el próximo 10 de marzo.

La empresa anunció el viernes, antes de que trascendiera la sentencia del Juzgado número 3, que había efectuado un ofrecimiento al matrimonio, que se rubricó el lunes. “Con este acto”, señala el grupo Rivera, “se pone fin al litigio planteado, aceptando por los moradores de la vivienda que la propiedad del inmueble es de Juan Antonio Rivera”.