En 2021, todos los casos registrados son de la variante británica, lo que explica las altas cifras de contagios y letalidad de Navidad
Lanzarote reduce al mínimo los contagios importados de coronavirus
En 2021, todos los casos registrados son de la variante británica, lo que explica las altas cifras de contagios y letalidad de Navidad
“Seguimos estando en riesgo medio, y por tanto, no estamos libres del problema”. Eso es lo primero que argumenta Carlos García Zerpa, director médico de atención hospitalaria del Hospital José Molina Orosa.
Diario de Lanzarote ha concertado una cita para hacer un balance de la llamada tercera ola y pulsar la perspectiva desde la que se puede afrontar la siguiente fase de la pandemia y sus riesgos asociados en la Isla, a las puertas de que finalice el estado de alarma.
Poco después, se incorpora a la conversación Montse Sisón, subdirectora del mismo hospital e intensivista. En el hospital analizan los datos y sus consecuencias, pero las previsiones son complejas.
Advierten, además, de que se abre una incógnita sobre qué tipo de restricciones va a haber y cómo se va a comportar la población ante el virus tras el estado de alarma, que ya se ha levantado. Porque el comportamiento es un elemento clave. Lo fue en Navidad para que se expandiera la tercera ola.
Antes de esa fecha, cada positivo reportaba una media de tres o cuatro contactos estrechos, y en Navidad hubo reportes de hasta 40 personas de un solo positivo. “Nos juntamos con todos”, resumen. Desde entonces, en general, “hemos estado manteniendo las medidas de seguridad”.
Más diferencias: después de la primera ola, el Hospital se quedó vacío de enfermos por COVID. Incluso la Isla, entre el 23 de junio y el 9 de julio, no registró ningún contagio. No había hospitalizados ni confinados en su domicilio.
El 17 de agosto ingresaron dos personas por COVID y, excepto durante tres días en mitad de diciembre, el Hospital no ha estado ajeno a esta enfermedad. En cuidados intensivos, por otra parte, tampoco hubo ingresados entre el 4 de noviembre y el 2 de enero, pero a partir de esa fecha se disparó.
Comparando el número de fallecidos en cada ola, hubo seis en la primera, tres más en la segunda y 39 en la tercera. El 26 de marzo se produjo el último fallecimiento por este motivo en Lanzarote.
Por otra parte, mientras que en la segunda ola, el 10 de septiembre había 548 confinados en su propia casa y nadie en la UCI, el 13 de febrero, en plena tercera ola, con la misma cifra de contagiados, había 18 personas en cuidados intensivos y 24 más en planta.
¿Qué cambió? Entre otras cosas, el tipo de variante. En 2021, el cien por cien de los casos en la Isla son de la variante británica, que se trasmite más fácilmente y es más letal. La variante se impuso en Lanzarote antes que en otras islas, y de ahí la gran diferencia a principios de año, cuando la Isla llegó a estar en nivel 4 de alerta, la única que ha llegado a esa calificación.
La variante, según los doctores, no ha perdido fuerza, pero se han restringido los contactos. “Nos hemos reunido menos y hay menos contagios. Eso es lo que ha pasado”, señalan.
Seguimos con las diferencias. Desde enero se intenta recorrer el camino de los positivos: su origen. En el primer trimestre del año, más de un tercio, el 38 por ciento, no eran residentes habituales en la Isla: estudiantes, turistas o visitantes.
Desde principios de abril, esta circunstancia ha cambiado. Ahora solo el seis o siete por ciento de los positivos llegan de fuera. Desde que, a finales de febrero, se registraran en un solo día 29 positivos, en los dos últimos meses el número de contagios se ha estabilizado.
Desde la segunda semana de abril, solo hay tres días en que se hayan registrado menos de diez contagios y no había ninguno por encima de 20.
“Nos hemos reunido menos y hay menos contagios. Eso es lo que ha pasado”
En mayo sí que ha habido dos días con 27 y 20 contagios, en buena parte debido a un brote en un gimnasio de Arrecife, que hasta este lunes afectaba ya a 48 personas: 27 relacionados directamente con la actividad, mientras que los 21 restantes se corresponden con ramificaciones familiares.
¿Qué quiere decir esto? Pues, por un lado, que la pandemia se ha cronificado. Y, por otro, que no hay que bajar la guardia.
Ante la duda de cómo será la nueva desescalada, desde la dirección médica del Hospital recuerdan que en junio de 2020 se abrieron “todas las puertas de golpe” y ahora piden que se trate de una desescalada progresiva, que se vayan levantando las restricciones a medida que aumente el número de personas vacunadas y que, por tanto, baje el número de contagios.
La vacuna es lo que va a permitir caminar hacia una aparente normalidad. En Lanzarote, con cifras de finales de abril, se ha vacunado a todos los mayores de 61 años que se han querido vacunar, que son la inmensa mayoría.
Al cierre de abril, el 23 por ciento de la población tenía puesta una dosis y el 11 por ciento, las dos. Aún no se ha resuelto qué hacer con los que recibieron la primera dosis de AstraZeneca, pero no la segunda. Además, no ha vuelto a haber contagios en residencias ni entre personas mayores. Los hospitalizados, eso sí, son más jóvenes. “El riesgo ahora está entre los 50 y los 60 años”, indica García Zerpa, “aunque ha habido ingresados menores de 30 años”, puntualiza Sisón.
Lanzarote alcanzará la inmunidad de rebaño cuando esté vacunado el setenta por ciento de la población mayor de 14 años, si bien a los que tienen entre 14 y 18 no se les vacunará. La Isla tendrá que poner vacunas, por tanto, a unas 132.000 personas y quedan unas 100.000 por vacunar. En Atención Primaria tienen una capacidad para vacunar entre 800 y 1.000 personas cada día.
Si se cumpliera esa media de lunes a domingo, que va a ser complicado, podrían estar vacunadas con una dosis todas esas personas a finales de agosto. Depende, en cualquier caso, de que lleguen las dosis.
El Hospital, por otra parte, está haciendo su propio estudio sobre la posibilidad que tienen los vacunados de seguir contagiando el virus y con qué intensidad. Los tratamientos no han mejorado mucho desde el año pasado y el virus “sigue siendo igual de letal”, así que los doctores advierten de que no hay que relajarse.
Respecto a otras variantes, de momento no han llegado a Lanzarote. Hay cierta preocupación con la de India, la B1-617, que tiene varias subvariantes, de las que una causa estragos en contagio y letalidad. Está en siete países europeos, pero no en Canarias, y Pfizer asegura que su vacuna es capaz de anularla.
Comentarios
1 Enfermos Mar, 11/05/2021 - 12:54
2 Tierra Mar, 11/05/2021 - 14:27
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