La Sociedad de cardiología asegura que a Lanzarote le faltan tres especialistas
La Sociedad canaria de cardiología (Socancar) celebró este pasado mes de abril su trigésimo congreso en Fuerteventura. Los médicos alertaron de la situación en el Archipiélago porque Canarias es la única comunidad autónoma que no tiene un protocolo de actuación ante infartos, un ‘Código infarto’, y eso a pesar de que está a la cabeza en España en la tasa de fallecimientos por infarto agudo de miocardio y en enfermedades coronarias.
En Lanzarote y Fuerteventura la situación es aún peor que en las islas capitalinas. No hay sala de hemodinámica para hacer cateterismos y los infartados se acaban trasladando a Gran Canaria. “Se puede decir que los ciudadanos de las islas orientales son hijos de un dios menor”, señala Antonio García Quintana, cardiólogo y presidente de la Sociedad canaria de cardiología.
La Mesa social por la mejora de la sanidad en Lanzarote también ha colocado, entre sus principales reivindicaciones, la de conseguir una Unidad de hemodinámica en el Hospital José Molina Orosa para evitar los traslados de personas con infarto. Actualmente, en las dos islas, lo que se hace es una trombólisis, la administración de un medicamento para deshacer los coágulos de sangre y evitar daños, pero no se hace el cateterismo, que es la medida más importante y eficaz.
“Está demostrado -señala García Quintana- que cuanto antes se abra la arteria ocluida es mejor para el paciente, hay más posibilidades de que sobreviva”. Y añade que no sólo es mejor para reducir la mortalidad sino también la morbilidad. Las secuelas, si se practica el cateterismo de forma urgente, pueden ser mucho menores en infartos agudos. El protocolo, señala, exigiría que a una persona que le da un infarto se le pueda hacer un cateterismo en menos de noventa minutos.
Para el presidente de Socancar, “en Canarias hay una inequidad tremenda” porque en la mitad de la isla de Tenerife se lleva a cabo el Código infarto, mientras que en la otra mitad, que pertenece a otro hospital, no se hace. Tampoco se hace en toda la provincia de Las Palmas, mientras que en la isla de La Palma hay un protocolo de actuación para hacer un cateterismo en menos de 24 horas. En las comunidades autónomas donde se lleva a cabo este protocolo, la mortalidad por infartos ha descendido en un 14 por ciento.
“Es muy importante para los infartos la atención precoz”, resalta de nuevo García Quintana. El protocolo consiste en que exista una organización “muy coordinada” entre los servicios de emergencia y la sala de hemodinámica. “Es una atención sistematizada, requiere hacer siempre lo mismo”. Para el presidente de Socancar, la reivindicación de la Mesa social está más que justificada, y Lanzarote podría contar, por población, con una sala de hemodinámica para evitar los traslados.
Recuerda que “si en Lanzarote se hizo una manifestación en favor de la Unidad de radioterapia, hay motivos suficientes para hacer una movilización como la que se hizo por este motivo” ya que la sala de hemodinámica es urgente y es más barata. Señala que las dos islas tienen menos cardiólogos de los que deberían tener: cinco en Lanzarote, “cuando deberían ser ocho” y tres en Fuerteventura, “que podría tener seis”, y destaca que en el José Molina se podría poner en marcha esa Unidad con una sala y sólo dos cardiólogos más de los que hay actualmente, estando incluso por debajo del ratio de médicos por paciente que debería haber.
Además, afirma que los cardiólogos de Lanzarote respaldan que se ponga en marcha esta sala y también lo respalda la dirección del Hospital, por lo que espera que se pueda poner en marcha este mismo año.
“Es una cuestión de organizar los recursos”, asegura, ya que los traslados de pacientes pueden ser incluso más caros que la instalación y mantenimiento de la sala, porque muchos se producen en helicóptero. “Si los ciudadanos ven dónde se va el dinero público y luego se enteran de que hay estas carencias, pues se pueden indignar”, asegura.
El doctor Antonio García Quintana.
El presidente de la Sociedad canaria de cardiología asegura que a Lanzarote le faltan tres cardiólogos y que el Hospital debería tener una sala de hemodinámica para tratar los infartos
A la población residente se le une la población flotante, la de los turistas. Este es otro de los caballos de batalla de la Mesa social, el de la financiación insuficiente de la sanidad en Lanzarote, que tiene que atender a miles de personas cada año que no tienen tarjeta sanitaria, y que lo que se ingresa por este concepto no revierte en la sanidad de la Isla. En este caso también pasa. Los países del Norte de Europa tienen mayor índice de infartos que los del Sur, pero Canarias y Baleares están por encima de la media nacional, por el sedentarismo y los hábitos alimenticios.
Por lo tanto, en las islas orientales se unen dos grupos con mayor factor de riesgo: los residentes y los turistas, que llegan mayoritariamente de esos países. Según García Quintana, una parte significativa, “nada desdeñable”, de los más de 200 pacientes trasladados por infartos a Gran Canaria desde Lanzarote para que les practiquen un cateterismo son turistas extranjeros, por lo que la población que hay que contar es mucho mayor que los 140.000 residentes.
El presidente de Socancar considera que no solo está el factor económico sino también el factor humano, y quiere “romper una lanza” en favor de Cruz Roja, que da alojamiento a los familiares de los pacientes trasladados, que en ocasiones tienen que estar varias semanas en Gran Canaria “sin poder ir a trabajar y sin estar en su casa”. Considera, igualmente, que la insularidad debería ser un motivo mayor para aplicar el Código infarto, porque entre islas no se puede trasladar a un paciente en ambulancia. “De hecho -dice– en Baleares se aplica, y no sólo en Mallorca, sino también en Ibiza, que tiene menos población que Lanzarote”.
Comentarios
1 María yulia Dom, 07/05/2017 - 17:18
2 Bautista Lun, 08/05/2017 - 21:23
3 Bautista Lun, 08/05/2017 - 21:25
4 milagros cespedes Dom, 05/11/2017 - 15:50
5 Ernesto Recadillos Mar, 22/01/2019 - 13:50
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