SOCIEDAD

Flores para un futuro

Los alumnos del ciclo de Formación Profesional Básica de agrojardinería y composiciones florales del IES Teguise elaboran ramos y coronas y buscan una salida laboral

Saúl García 0 COMENTARIOS 30/12/2022 - 06:56

La asociación Mercedes Medina convoca cada año becas de ayuda al estudio para jóvenes de Lanzarote. Por esta labor, el IES Teguise ha decidido hacerle este año un pequeño reconocimiento. Tiene los medios y las personas adecuadas: los alumnos del Ciclo de Formación Profesional Básica de agrojardinería y composiciones florales.

Cuando les visita Diario de Lanzarote, están haciendo una corona de flores, pero es solo uno más de los trabajos que suelen llevar a cabo en clase. Ya tienen experiencia. Durante el curso elaboran ramos de flores, que han acabado en actos públicos organizados por las diferentes instituciones de la Isla. Consiguen las flores, a un precio reducido, de la floristería Las Salinas, en el Deiland. Son flores casi marchitas, que ya no se pueden vender al público general, pero a las que les espera una segunda vida, corta pero intensa.

Para la corona se han juntado alumnos de primero y de segundo. Todos son chicos. Dice Silvia de León, una de las profesoras del ciclo, que en los últimos cuatro años solo ha habido dos alumnas.

En una de las mesas están Carlos, Acoydan y Enebie, que dice que ha trabajado en el campo y que “esto es mucho mejor” y también mejor que la ESO. Carlos cree que puede tener una salida profesional en la jardinería y, además “no te partes la espalda”. “Lo más importante es la flor –dice– si falla, falla todo”. “Las prisas son malas”, comenta Acoydán.

Los tres tienen en común, como la mayoría de los alumnos, que habían repetido en Primaria o en la ESO, o en ambas, y vienen de los programas PMAR. Este ciclo les permite poder obtener el título de Secundaria y, de paso, aprender un oficio y reengancharse a los estudios. Insisten en que así es más fácil acabar los estudios secundarios y su profesora añade precisamente que de esta manera aprenden una profesión y que muchos siguen estudiando cuando terminan, haciendo un ciclo medio.

“Con estos estudios se consigue que sigan, van viendo que les gusta y se van comportando, van cumpliendo sus actividades y haciendo un trabajo práctico y creativo, que les gusta”, señala Silvia de León: “Hay avances tanto en su actitud como en su trabajo”.

-¿Se ven trabajando en una floristería? “Sí, tranquilito”, dice Carlos. “¿Por qué no? Todo lo que sea dinero...”, responde otro alumno. Acoydan comenta que en principio quería matricularse en otra especialidad y no pudo, pero que le está gustando.

En otra mesa están Álvaro y Andrés. El primero dice que le llamaba la atención la floristería. “Por lo menos hago algo”, señala el segundo. Están en el primer curso. Destaca Álvaro que está aquí para sacar la ESO y conseguir un trabajo: “Puedes hacer muchas cosas con estos estudios”.

Las profesoras insisten: “Este ciclo tiene una gran inserción laboral en hoteles, en fincas, en floristerías un poco menos, pero en jardinería lo que quieras”. “Cada uno viene aquí con su mochila anterior pero salen adelante”.

Beatriz Socas es otra de las profesoras: “A los alumnos les gusta y es una posible salida laboral”. Dice que cuando buscaba flores casi marchitas en las floristerías de la Isla le tomaban por loca, pero que al final consiguió una para tener la materia prima con la que trabajar y añade que estaría bien contar con la colaboración de alguna otra floristería más. Asegura que el hecho de ver el trabajo terminado cambia a los alumnos. “Les ves tan cambiados que te sorprende”, comenta.

La parte creativa influye mucho, señala, porque hay alumnos con baja autoestima por su paso por las distintas etapas escolares que no han superado. “Este tipo de trabajos creativos, la manipulación de plantas, genera autoestima y ver el producto acabado es algo bonito, algo que han hecho ellos mismos”.

“Además –señala Socas- con estas prácticas cumplimos varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se han incorporado a la educación”, usando plantas reutilizadas, formando para una profesión, con producción y consumo responsables e intentando una reducción de las desigualdades.

También hay otra clase con 13 alumnos de Formación Profesional adaptada, que tienen alguna diversidad funcional, “que lo hacen igual que los de la básica y también les gusta mucho”.

La corona para la asociación Mercedes Medina, por cierto, es monocromática, en tono blanco y está compuesta por pitosporum, helechos, anastasia, crisantemo, rosa, lilium y lluvia.

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