El Tribunal Militar Territorial quinto ha admitido el recurso contencioso disciplinario preferente que había puesto la sargento del Seprona en Lanzarote, Gloria Moreno, contra una sanción de un día sin sueldo ni funciones por una falta leve. El Tribunal considera que hay una “infracción clara e inequívoca del derecho de presunción de inocencia y del principio de legalidad”.

Moreno fue sancionada en octubre del año pasado por el coronel de la Comandancia de Las Palmas, Ricardo Arranz, tras una queja del director del Centro Isla de La Graciosa. Recurrió en alzada y su recurso también fue desestimado. Se le sancionó por una “desconsideración o incorrección con ciudadanos en el ejercicio de sus funciones” porque durante una reunión del Consejo insular de caza de Lanzarote, en junio de 2017, preguntó al director del Centro Isla de La Graciosa por el destino de nueve gatos que habían sido apresados en esa Isla.

Casi dos meses después, el director presentó una queja ante la Guardia Civil por ese supuesto trato desconsiderado. En la sanción se decía que Moreno había advertido con abrir una investigación, que no debía haber planteado en público esa cuestión, que había hecho comentarios fuera de lugar y que además había puesto en riesgo las relaciones personales e institucionales de los intervinientes en la reunión.

La Fiscalía Jurídico Militar también solicitaba que se desestimase su recurso porque entendía que su actuación había sido incorrecta al sembrar la sospecha de una actuación irregular.

Fue el propio director, no obstante, el que reconoció durante esa reunión que se había capturado a esos gatos (que deben ser atrapados porque suponen un riesgo para la fauna local) “fuera del protocolo” y que desconocía si se encontraban en el Centro de tenencia de animales de Teguise. Hay un procedimiento regulado para eliminar a esos animales, con un veterinario.

En la sentencia, el ponente señala, tras escuchar la grabación de la sesión, que el diálogo entre ambos fue “educado y comedido” y que el tono fue “considerado, cortés y educado” e insiste después en que “no pudo ser más medido y considerado” porque no hay “términos irrespetuosos hacia nadie ni trato desconsiderado, desatento o incorrecto”.

En su recurso, Moreno consideraba que se había vulnerado su derecho a la presunción de inocencia y a la libertad de expresión y que se había vulnerado el principio de legalidad ya que la sanción solo había tomado en consideración la queja del director del Centro Isla de La Graciosa y no sus alegaciones ni las pruebas aportadas.

La sentencia dice que la autoridad sancionadora basó “el reproche disciplinario exclusivamente” en las consideraciones del director del Centro, sin tener en cuenta otras pruebas, a pesar de que la grabación de la sesión fue aportada como alegación.

El Tribunal da la razón en parte a Moreno porque considera que no se ha vulnerado su derecho a la libertad de expresión puesto que participaba en esa reunión en representación de la Guardia Civil y no a título particular, pero sí considera que se vulneraban los otros dos principios que reclamaba.

El caso del veterinario es muy similar a este que se acaba de resolver. El coronel sancionó a Moreno dando por buena la versión del trabajador municipal, sin atender a más pruebas

El Tribunal reconoce que no es cierto que dijera que iba a abrir una investigación ni que insistiera en sus acusaciones sino que le pregunta al director en el turno de ruegos y preguntas en una sola ocasión. Finalmente, decreta la nulidad de la sanción y el reintegro de las cantidades retiradas así como de los intereses y ordena que se elimine esa anotación de su historial.

Moreno ha sido sancionada por la Comandancia en el último año en cinco ocasiones. Esta fue la primera. Otro de los expedientes fue archivado y otro caducó. Acaba de cumplir la cuarta, de cinco días sin empleo por solicitar sus declaraciones dentro de esos expedientes y también ha cumplido una medida cautelar de tres meses sin empleo por una posible falta muy grave que puede acarrear, en caso de que siga adelante, que se le aparte del Seprona o la pérdida del destino.

Ese caso es muy similar a este que se acaba de resolver, puesto que se origina la sanción por una queja presentada por el veterinario de Arrecife, Javier López, por considerar que le estaba acosando tras hacer varias inspecciones en la perrera municipal. El coronel sancionó a Moreno dando por buena la versión del veterinario, sin atender a más pruebas.

López denunció también a Moreno por la vía penal y acabó retirando la denuncia, que ya se ha archivado. Por otra parte, una iniciativa ciudadana de apoyo a la sargento en change.org ya acumula más de 134.000 firmas de apoyo.