El problema ‘eterno’ de la calle Portugal: los vecinos denuncian una “tortura” de ruidos y malos olores
Entre los problemas de Arrecife que se han eternizado sobresale el todavía pendiente traslado de la estación de bombeo de la calle Portugal. Los vecinos y empresarios de la zona que padecen desde hace años sus inconvenientes han vuelto a denunciar su situación y se han dirigido a las instituciones para que tomen medidas urgentes.
Juan Socas, propietario de un edificio justo enfrente de la estación de bombeo, lleva dos décadas tratando de rentabilizar el inmueble. Por sus pisos y locales han pasado empresas de telefonía, academias de enseñanza privada, un estudio fotográfico o empresas de publicidad. “Todas han rescindido el contrato por el malestar que hay en la zona, porque son insoportables las plagas de mosquitos, los escapes de gases y el fuerte mal olor”. El origen de este listado de molestias es la “caduca estación de bombeo”, que se ha prometido trasladar en innumerables ocasiones.
Las hemerotecas rebosan anuncios del Gobierno de Canarias y del Ayuntamiento de Arrecife de que de manera inminente la eliminación de la polémica estación de bombeo iba a ser una realidad. En enero de 2009 el Gobierno regional adjudicó, por casi 1,5 millones de euros, las obras necesarias para su traslado a la salida de Arrecife por la calle José Antonio. El proyecto se enmarcaba dentro de la ampliación de la red de saneamiento, una inversión millonaria que pasó por multitud de vicisitudes.
Cuatro años después, los vecinos siguen esperando. El presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, anunció en el Debate sobre el estado de la Isla que el “desmontaje” de la estación era uno de los “objetivos” de la Isla en materia de aguas. El alcalde de Arrecife, Manuel Fajardo Feo, dice que es “de las obras que hay que hacer”, pero evita concretar fechas.
"Son insoportables las plagas de mosquitos, los escapes de gases y el fuerte mal olor"
De momento, de nada han servido los trabajos para colocar motores bajo la calle para impulsar las aguas ‘sucias’ a la futura estación, salvo para añadir la molestia del ruido de las “débiles chapas” que se colocaron, que provocan “una auténtica tortura ruidosa cada vez que pasa un coche, que hace imposible conciliar el sueño o el trabajo, con el riesgo de que en cualquier momento se hundan”.
Mientras tanto, vecinos y empresarios denuncian a través de una recogida de firmas la existencia de “problemas respiratorios” y episodios de “insomnio” como consecuencia de los “ruidos y malos olores”, que hacen que residentes y negocios “abandonen” la calle Portugal y los alrededores de la polémica estación de bombeo, “con la repercusión económica que conlleva”.
Comentarios
1 Anónimo Sáb, 02/11/2013 - 16:09
2 guadafraa Sáb, 02/11/2013 - 17:19
3 guadafraa Sáb, 02/11/2013 - 17:21
4 Flaneur Lun, 04/11/2013 - 14:13
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