El Hospital Virgen de Los Lirios, en la localidad alicantina de Alcoy, cuenta con Unidad de radioterapia desde hace diez años. Alcoy está a sólo sesenta kilómetros de Alicante y a 120 de Valencia, además de que en la provincia hay muchos centros hospitalarios, como Elda, Benidorm, Orihuela, Torrevieja o Villajoyosa. El Hospital tiene 305 camas, más que el José Molina y atiende a una población de 140.000 habitantes, muy similar a la de Lanzarote pero sin el añadido de los turistas.

El estudio sobre la implantación de la Unidad de radioterapia para la Isla encargado por Afol señalaba que si se instalara en Lanzarote podría tratar a seis de cada diez pacientes oncológicos, que necesitarían radioterapia externa con equipos de megavoltaje. De 642 pacientes, se beneficiarían de ese servicio 385 aunque “es probable que la incidencia aumente hasta el año 2019 debido al envejecimiento de la población”, según el estudio. La implantación “permitiría reducir los costes directos e indirectos en relación con el manejo de la casuística, con especial impacto en los costes inducidos por el transporte, pernocta y manutención, y por el acompañamiento al paciente (cuidador o familiar)”.

"Recordemos además -dice el estudio- el impacto social que supone la separación del medio por periodos prolongados o, alternativamente, el sufrimiento inducido por el desplazamiento diario”. El documento ponía como ejemplo a otras poblaciones con Unidad de radioterapia y una población similar a Lanzarote: Ibiza y Formentera, con 144.580 habitantes; Menorca, con algo más de 90.000 y una unidad en construcción; Ceuta, con 84.963 habitantes; Talavera de la Reina, con población de referencia de 145.577 habitantes; Plasencia, con menos de 120.000; y Cuenca con 167.738 habitantes.

Por su parte, el Director del Área de salud de Lanzarote declaraba recientemente que tienen informes de que la radioterapia “a corto y medio plazo no es aconsejable” alegando que la Sociedad española de oncología recomienda que debe implantarse en poblaciones en torno a un millón de personas.

El Hospital tiene 305 camas, más que el José Molina y atiende a una población de 140.000 habitantes, muy similar a la de Lanzarote pero sin el añadido de los turistas.

En esa lista no aparece Alcoy, cuya Unidad de Oncología Radioterápica pertenece a la Fundación Instituto Valenciano de Oncología (IVO), como la de Cuenca. El IVO es una entidad privada sin ánimo de lucro cuyo patrimonio y recursos se destinan íntegramente a la lucha contra el cáncer en todas sus vertientes: prevención, diagnóstico, tratamiento, investigación y docencia.

La de Alcoy fue la primera Unidad de radioterapia que entró en funcionamiento fuera de una capital de provincia, en julio de 2007. En sus dos primeros años y medio atendió a 752 pacientes, principalmente con patologías de mama y próstata, seguidas de la de pulmón. “Esta cifra -señalaba la prensa local- equivale a más de 18.000 sesiones de radioterapia efectuadas, y con ello un total 18.589 desplazamientos evitados a Valencia”. Es un número de pacientes inferior al que arroja el estudio de Afol. El objetivo inicial del IVO era el de impedir un total de 8.000 traslados anuales, que tenían que viajar 120 kilómetros por carretera hasta Valencia.

Las instalaciones del IVO de Alcoy supusieron una inversión de 3,5 millones de euros, tienen una superficie de mil metros cuadrados y un equipo formado por dos médicos especialistas en oncología radioterápica, un ATS, dos técnicos de radioterapia, otro de radiodiagnóstico, dos administrativos y una persona dedicada al mantenimiento.

En cuanto al equipamiento, tiene un acelerador lineal de última generación para efectuar radioterapia externa y un sistema de planificación dosimétrica con simulación virtual que da soporte a los tratamientos, e incluye una red informática de gestión y almacenamiento de información y tratamiento realizado a los pacientes. La Unidad está conectada de forma directa con la Fundación IVO en Valencia para la consulta rápida con los distintos especialistas del centro. “De este modo se ha potenciado la constitución de un verdadero equipo multidisciplinar para el diagnóstico y tratamiento de los pacientes oncológicos”, publicaba el periódico Las Provincias.