Yone Caraballo es el presidente de la Junta de Personal del Hospital Doctor José Molina Orosa y miembro de la Mesa social por la mejora de la sanidad en Lanzarote.

- ¿Por qué es posible ahora la unión de asociaciones diversas y sindicatos en la Mesa social por la sanidad?

- Lo que ha pasado en la Isla es que en todos los años de crisis que hemos tenido, la sanidad ha estado estancada: no se han renovado plantillas, no se ha renovado el material ni las infraestructuras. Estamos pagando ahora los años de sequía y se ven ahora los problemas, que son los mismos que hace años, la misma plantilla pero con más población flotante, que nos genera muchos problemas porque si tenemos 808 euros por tarjeta sanitaria, con ese dinero tenemos que pagar por todos los turistas que se atienden. La semana pasada fuimos al centro de salud de Playa Blanca y el setenta por ciento de la urgencias que se atienden son de turistas, y estamos presupuestados sólo para la población residente. El centro de Playa Blanca es un desastre.

- ¿Ese dinero que se cobra revierte en la sanidad lanzaroteña?

- Esa es la gran pregunta, cuánto genera Lanzarote. Si resulta que tenemos una rentabilidad de varios millones de euros al año, pues nos ayudaría a pagar todas esas deficiencias, porque La Palma tiene 1.070 euros por tarjeta pero no tiene el turismo que tenemos nosotros.

- ¿Se ha perdido calidad en el servicio sanitario en los últimos años?

- En los últimos años, sí. La calidad que tenemos es por la profesionalidad de los compañeros. Yo trabajo en urgencias y muchas veces no sé dónde meter a los pacientes, ponemos una camilla y un biombo, e intentamos arreglar como sea. Si no actuáramos como actuamos estaríamos fatal, pero el trabajador ya no está tan motivado: tenemos los sueldos congelados, nos recortan, el material que tenemos es escaso y se estropea… Los equipos de rayos están obsoletos: el escáner, las endoscopias, esto te va quemando...

- A la vista de las declaraciones del consejero Baltar, ¿hay una realidad en el día a día y otra en los presupuestos o en los papeles?

- Sí. No estamos en la realidad que ellos dicen. No hay más que acercarse por el Hospital y ver los problemas de los pacientes, que esperan cuatro meses para una colonoscopia o que tardan dos meses, siendo preferentes. Lo que hace esto es enriquecer a la sanidad privada, pero si no tienes dinero, tienes que esperar y a lo mejor llegas tarde.

- Dijo usted en la presentación de la Mesa social que ojalá todos los jefes de servicio denunciaran las carencias como lo hizo la doctora Reyes.

- Claro. Si todos los jefes de servicio dijeran los problemas que tienen, conoceríamos mejor la situación, pero hay miedo, y algunos son cargos de confianza de la gerencia.

“Si a un lanzaroteño le da un infarto en la calle, la única solución es meterle un 'desatascatubería' por la vena con el riesgo de que se produzca una hemorragia cerebral”

- Parece que algunas reivindicaciones ya han tenido eco. Se ha anunciado que se va a abrir la planta de cirugía, la segunda ambulancia medicalizada, un nuevo aparato de resonancia...

- Hasta que no vea la foto de la inauguración no me lo creo. Las notas de prensa no me las creo, pero ahora ya saben que la gente se está movilizando. Que seamos capaces de unirnos, junto con las asociaciones, todas con un mismo fin, eso les da miedo, porque la gente se entera de lo que está pasando. Mucha gente no sabía que sólo hay una ambulancia medicalizada en la Isla, o que había una planta cerrada hace siete años. Lo que quieren es que nadie se entere. Es dinero público y hay que saber lo que están haciendo con nuestro dinero.

- ¿La clave sería que el Hospital pasara al Nivel 2?

- Totalmente, habría más especialidades como hemodinámica. Es muy importante. Si a un lanzaroteño le da un infarto en la calle, la única solución es meterle un desatascatuberías por la vena con el riesgo de que se produzca una hemorragia cerebral por el medicamento… y luego te tienen que llevar al Negrín a hacerte un cateterismo. Si el infarto te da en Las Palmas, en 15 minutos te ponen un cateterismo sin riesgo ninguno. No tiene nada que ver. Y con la cantidad de pacientes que se envían a Gran Canaria por anginas de pecho, infartos y problemas cardiacos... Es brutal. Se debería mirar si es más caro poner la Unidad o los traslados. Los médicos se encuentran donde sea, es cuestión de hacer una buena oferta.

- Subir de nivel no es sólo aumentar el número de camas.

- Son servicios que hacen falta. El Hospital de Alcoy es de 140.000 habitantes y es de nivel 2. Nosotros estamos separados de Gran Canaria por el mar, deberíamos tener un nivel 2 con neurocirugía, hemodinámica, hasta la UVI estaría mejor… No les interesa porque es más gasto sanitario pero si facturamos millones de euros a terceros, ahí estaría la solución.

- ¿Hay retrasos preocupantes para pruebas diagnósticas, como escáner o biopsias?

- Hay muchos retrasos. Hay más gente y los recursos humanos son los mismos. Se derivan pacientes a Hospiten y San Roque, pero nos hemos gastado 1,6 millones en cinco años y ya tendríamos nuestra resonancia. Con ese dinero la habríamos comprado. Además no hay convenio. Se pagan las tarifas que se generan y ya está.

“Que seamos capaces de unirnos, junto con las asociaciones, todas con un mismo fin, eso les da miedo, porque la gente se entera de lo que está pasando”

- Consideran que el convenio de la ambulancia medicalizada tiene anomalías.

- Fue un acuerdo en 1996 verbal con Gestión sanitaria canaria. Ponían la ambulancia pero el personal lo paga la gerencia. En otras islas el personal es externo, trabajan para esa empresa, pero aquí fue un acuerdo verbal que no ha cambiado. En Playa Blanca están muy quemados. Siempre que hago guardias me toca ir allí, pero del propio centro de salud salen hasta dos veces al día a hacer servicio de ambulancia, y van en un coche de la Policía Local, y mientras tanto no hay nadie en el centro de salud. Pero como nunca ha pasado nada… Y quien moviliza los recursos es una persona de Gran Canaria y a veces los moviliza mal.

- ¿Se ha llegado a perder vidas por retrasos?

- Eso es fuerte, me lo reservo, pero hay cosas que te quedas pensando...

- ¿Cuál es lo más urgente, ampliar la carta de servicios del Hospital, hacer nuevas infraestructuras...?

- Las infraestructuras del Hospital. Esa planta ya corre prisa porque urgencias está colapsado. Tiene un área de observación, con nueve camas que no se usa porque hay que poner más personal. Se usan si no queda más remedio. Nosotros pedimos que esa zona, sobre todo en invierno, se abra continuamente o al menos durante unas horas. Los trabajadores de urgencias que estamos quemados.

- Según Fernando Clavijo, no se trata de un problema de dinero, sino de gestión.

- ¿Con la misma carga de población flotante? Si nosotros tuviéramos el turismo rural de La Palma, a lo mejor estábamos de lujo. Si tú vas a la planta de trauma, a lo mejor la mitad de los ingresados son turistas. Ese dato se debería conocer. Deberían dar esa cifra de lo que se genera por atención a terceros en la Isla, esa es la clave. El presupuesto no es para 140.000 personas, es para muchas más.

- ¿Estamos preparados para atender a toda la población y a una parte de los casi tres millones de turistas que llegan cada año?

- No, porque nos perjudicamos todos. Ese dinero está presupuestado para una tarjeta sanitaria para una persona, pero con ese dinero se está dando cobertura a gente que vive fuera, y no estamos en contra, pero que nos den más presupuesto. Y ahora en invierno, algunos turistas vienen muy cascados, del avión al Hospital, y eso vale dinero.

- ¿La atención primaria funciona mejor?

- Es un desastre. El de Playa Blanca es el centro de salud más rentable porque es el que más pacientes de fuera recibe, y se ha quedado pequeño. En Puerto del Carmen, a veces la cola en urgencias llega hasta Correos. Lo mismo pasa en Tinajo, que el centro es tercermundista, es para cerrarlo tal y como está. El de Argana no se abre, se sobrecarga el de Titerroy, que también se ha quedado pequeño…

- ¿Está el personal sobrecargado de trabajo?

- Mucho. En todos los sitios estamos desbordados. Valterra es el segundo centro de Canarias que más atención da después de Vecindario, y con un equipo médico menos que allí. Sólo con dos equipos y allí tienen tres.