Detrás del escaparate de los volcanes: campos de lava arrasados en el Parque Natural
Detrás del escaparate de los volcanes está la trastienda. Varios kilómetros de terreno donde se ha arrasado con la piedra. Una parte de la Isla poco transitada, de la que se habla poco y que no se visita. Es la alfombra bajo la que se barre la falta de control y de gestión. Son varios puntos del Parque Natural de los Volcanes donde en el pasado, y quizá no tan en el pasado, se permitió la entrada de máquinas, excavadoras y camiones para darle un mordisco al territorio.
Algunos de esos puntos, a ambos lados de la carretera de Tinguatón, como Ortiz o Montaña Colorada, fueron lugares de extracción minera del Cabildo de Lanzarote. Otros, como El Rodeo, junto a Cuaco, en la espalda del Parque Nacional de Timanfaya, fueron puntos de extracción “libre” con el consentimiento, la “vista gorda”, cuando no el impulso de las administraciones locales.
Ahí, a la vista del tan visitado Volcán del Cuervo, se amontonan decenas de pequeños montículos de piedras que se han ido dejando después de extraer lo que interesaba. Se arrasó, sobre todo, en los años setenta, ochenta y noventa, aunque nada impide que quien quiera pueda seguir llevándose ahora una piedra tras otra. Una senderista, habitual de la zona, dice que tiene la impresión de que se está llevando “laja tras laja” la Montaña de las Nueces.
Son varios cientos de hectáreas machacadas para las que sólo se prevé literatura en el Plan rector de uso y gestión del Parque Natural, aprobado en 2009. Un Plan con muy buenas intenciones. Dice que la “finalidad de la protección es lograr la conservación y restauración de los recursos naturales presentes en el Parque y darlos a conocer para el disfrute público, la educación y la investigación científica, de forma compatible con dicha conservación”. Buenas intenciones y poco más porque no se cumple ninguna.
El Plan prevé la restauración de las canteras y la realización de unos estudios de interpretación sobre ellas “utilizando la cantera como cata informativa de los procesos volcánicos”. También prevé el acondicionamiento de la Montaña de Los Rodeos y un mirador y la adecuación de los accesos a la montaña “para su utilización como atalaya panorámica, incluyendo la instalación de paneles orientativos e informativos en los miradores”.
En los márgenes de la carretera se ven rodaduras por el paso, cada vez más frecuente, de motos o quads, sobre los líquenes. La única vigilancia es la del Seprona de la Guardia Civil. El Cabildo debería haber creado, según aprobaron ellos mismos, una Oficina del Parque Natural, un centro de visitantes e infraestructura, con un director y unos vigilantes. Mientras tanto, lo que sí se ha hecho es marcar como senderos para bici de montaña los caminos que no son tradicionales y que en su día se hicieron para acceder a las canteras improvisadas.
Comentarios
1 Ciudadana Mar, 08/07/2014 - 07:45
2 Vigilancia cero Mar, 08/07/2014 - 08:09
3 andy Mar, 08/07/2014 - 09:45
4 trass Mar, 08/07/2014 - 16:11
5 cipriano Mar, 08/07/2014 - 17:14
6 Er culpable Mié, 09/07/2014 - 00:03
7 cipriana Mié, 09/07/2014 - 00:37
8 Guadafraa Mié, 09/07/2014 - 17:37
9 katherine Lun, 15/09/2014 - 16:51
Añadir nuevo comentario