Cruz Blanca sigue a la espera de Arrecife para la reunión sobre la residencia de mayores
La Hermandad de la Cruz Blanca ha solicitado una reunión al Ayuntamiento de Arrecife, de la que aún no ha obtenido respuesta, para retomar el proyecto de la residencia de mayores dependientes de Altavista, iniciado en 2009 y paralizado por la crisis.
Según ha explicado el hermano Luis Miguel Martell, superior general de los Hermanos Franciscano de Cruz Blanca, la Hermandad confía en poder reimpulsar el proyecto, del que parece ya se han apeado Cabildo y Gobierno de Canarias, tras anunciar la construcción de una residencia de alto requerimiento en Tahíche.
Por ello considera "vital" recuperar el respaldo, al menos del Ayuntamiento, a fin de que el dinero invertido, 900.000 euros por parte del Consistorio local, y los cimientos creados puedan aprovecharse. Por ello, han solicitado este nuevo encuentro directamente con la alcaldesa de Arrecife, Eva de Anta, para mediados de julio y del que aún no han tenido noticia.
El hermano Martell recuerda que precisan del respaldo institucional para retomar el proyecto
Martell considera relevante contar con esta infraestructura en Arrecife ante la demanda asistencia existente en la Isla. “Hace mucha falta”, señala el hermano franciscano, con ánimo de obtener un nuevo respaldo institucional que les permita retomar el proyecto y sobre el que el propio Ayuntamiento se ha mostrado favorable a replantearlo.
También se muestra preocupado por la situación en la que se encuentra el solar y el peligro que conlleva. Fueron los hermanos los que pidieron el cerramiento de la obra, pero las vallas son frecuentemente destruidas y entiende que "el Ayuntamiento tampoco puede estar cerrándolo una y otra vez". También sugiere la contratación de un guarda de seguridad.
La primera piedra de la residencia para mayores dependientes que promovió la Hermandad de la Cruz Blanca, con el respaldo del Ayuntamiento de Arrecife y del Ejecutivo regional, se puso en abril de 2009, pero los trabajos se frenaron por la falta de financiación que garantizase los siete millones de euros necesarios.
Sobre el papel, el Gobierno canario se comprometía a aportar 750.000 euros en 2009, otros 250.000 euros en el año 2010 y rebajó la partida presupuestaria a 75.000 euros en el ejercicio 2011. Al año siguiente, los fondos para el proyecto del centro de mayores desaparecieron para siempre de las cuentas autonómicas.
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