La Audiencia Provincial de Las Palmas ha absuelto a un agente de la Guardia Civil, para que el que la acusación y la Fiscalía solicitaban un total de 24 años de prisión por supuestos delitos de agresión sexual, amenazas, coacciones y malos tratos habituales.

El Juzgado de instrucción número 1 de Arrecife fue el que llevó a cabo las diligencias puesto que la denuncia partía de una mujer, con la que el agente tenía una relación sentimental, residente en la Isla.

La mujer denunció que las supuestas agresiones se habían producido en Lanzarote y en Tenerife, donde reside el agente, adscrito a la agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en La Laguna. El juicio se celebró a puerta cerrada a finales de enero en la Audiencia.

En la sentencia, dada a conocer este martes por la Audiencia Provincial, se señala que “el tribunal no ha alcanzado la convicción de que el acusado haya cometido los delitos por los que se le acusa”.

La sentencia añade que la mujer “declaró con serenidad en el acto del juicio oral” pero “sin embargo, su relato fue excesivamente ambiguo, no recordando episodios violentos relevantes e incurriendo en contradicciones”.

Así, la Audiencia destaca que “no recordaba ninguno de los hechos narrados en los escritos de acusación supuestamente ocurridos a finales del mes de agosto de 2007”, un  golpe contra el marco de una puerta, y abril de 2008, cuando denunció “varias bofetadas y encierro en el domicilio durante varias horas para después echarla del domicilio”.

“En cuanto a la supuesta agresión sexual ocurrida el dos de agosto de 2007, cuando el acusado se trasladó a Lanzarote” para estar con la mujer, en un hotel de Costa Teguise, “ésta no recordó con precisión en el acto del juicio oral todos los hechos”.

“Manifestó que sólo se recordaba contra la cama, boca abajo, mientras el acusado le sujetaba por las muñecas y la penetraba analmente y ‘posiblemente también vaginalmente’”, pero “no pudo describir […] cómo el acusado le quitó la ropa y la tumbó en la cama”, señala la Audiencia.

“No me agarraba, me sujetaba”, precisó, manifestando además que no recordaba que le diera un bofetón el acusado y que tenía muchos acontecimientos borrados porque llevaba cinco años acudiendo a psicólogos.

La sentencia considera que no se puede probar una supuesta violación en Costa Teguise

En el juicio, la denunciante aseguró que el acusado después se quedó dormido, pero que ella no pudo abandonar la habitación porque le había quitado la ropa, “aunque no recordó que el acusado la dejara encerrada”.

La Audiencia no considera lógico que no huyera después de que el acusado se quedara dormido y entiende que su “relato” resultó “demasiado ambiguo”, puesto que “no recordaba todo el episodio, ni si sólo hubo penetración anal o también vaginal, sin relatar con claridad si se empleó fuerza o intimidación para obtener el acceso carnal, lo que es esencial” para formular la acusación.

De este modo, la sentencia subraya que aunque se produjo una relación sexual, “reconocida por el acusado”, pero considera que no resulta acreditado “el empleo de la violencia” al no entender “totalmente fiable” el testimonio de la denunciante.

En la sentencia también se expresan por parte de la Audiencia las dudas sobre los informes de los peritos acerca de las presuntas agresiones, así como los estudios psicológicos efectuados a la denunciante.