“Quienes aplaudieron la desaparición del Festival de Música Visual lo hicieron por tener un desconocimiento total de la cultura”
- Cuando esta entrevista vea la luz, estaremos en pleno arranque del 14 Festival Internacional de Música Visual, después de un lapso de 15 años. ¿Está emocionado? ¿Se lo termina de creer?
- Lo que de verdad me llena de satisfacción es ver que el Cabildo se reconcilia, después de tantos intentos durante estos quince años, con algo que nunca debió despreciarse ni desaparecer, una propuesta de alto nivel que prestigió internacionalmente a nuestra Isla y la situó, en el ámbito de la cultura musical, en cotas muy elevadas. No existían precedentes de un acontecimiento similar en toda Europa, vincular la extraordinaria naturaleza de Lanzarote y sus paisajes con la música contemporánea, de tal forma que los conciertos presentados en estos lugares se convierten en algo más que en su estricta escucha, se estimulan otros sentidos y se tiene la certeza de haber participado de algo diferente a un concierto convencional. Efectivamente me siento gratamente emocionado y muy nervioso ante este reencuentro. Gracias a la tenacidad del consejero de Cultura, Óscar Pérez, que siempre creyó en esta propuesta y al total apoyo de su presidente, Pedro San Ginés, y a María Teresa Lorenzo, exconsejera de Cultura del Gobierno de Canarias.
- ¿Qué ha pasado en el panorama musical durante estos tres lustros? ¿Nos hemos perdido algo? ¿Notaremos las novedades en el programa de este año?
- La música, como todo, evoluciona. Estamos invadidos por una música de escucha fácil, rápida y desprovista de emoción; naturalmente no me estoy refiriendo a la música que se hace con rigor y calidad artística, que también la hay, y mucha. A lo que me refiero es que apenas tenemos la ocasión de conocer y participar de la buena música. Esto hay que asumirlo. Pero también hay que decir que la buena música sigue componiéndose, lo que ocurre es que su difusión se hace cada vez más reducida y dificultosa. Nos hemos perdido, con este vacío de quince años, la oportunidad de enriquecer nuestra cultura musical y de seguir instalados en la vanguardia y contemporaneidad.
“Estamos invadidos por una música de escucha fácil, rápida y desprovista de emoción”
- Talleres, cine y danza se suman en esta edición a otras actividades clásicas del Festival, como los debates o las exposiciones... ¿Esta multidisciplinaridad es signo de los tiempos actuales o responde al afán de ampliar el espectro de público?
- Es indudable que la diversidad enriquece la propuesta del Festival. Esta nueva edición se hará notar no solo por los seis atractivos conciertos sino también por la inclusión de la danza contemporánea. Es la primera vez que lo hacemos y estamos convencidos de que es una manera de ampliar el abanico de propuestas, generar un mayor interés y, tal vez, conseguir una mayor afluencia de espectadores. Una novedad, también, son los talleres prácticos, relacionados con los sonidos y sus posibilidades. El cine también forma parte del programa, como ya ocurriera en alguna de las ediciones anteriores. Los seis conciertos programados responden a lo que se espera, un cartel de artistas y compositores que nos proponen buena música de nuestro tiempo, acústica, vocal y electrónica. Y durante todo el Festival también se podrá visitar, en El Almacén, una muestra sobre la historia de este proyecto, desde el año 1989 hasta el año 2002.
- Quien aplaudió que el Cabildo eliminara su apoyo al Festival de Música Visual, lo acusaba de minoritario y elitista... ¿Qué responde a eso?
- Quienes aplaudieron la desaparición del Festival, lo hicieron por tener un desconocimiento total de lo que es y significa la cultura, y de su potencialidad como elemento vertebrador y fuente de riqueza para la sociedad. Generalmente, suelen ser personas ajenas a este ámbito que confunden la gestión cultural con el ocio y el entretenimiento y que, en ocasiones, defienden una cultura vulgar, mediocre, trasnochada y populista, que no popular. Yo, al menos, soy partidario de que la cultura debe servir, no solo para el entretenimiento, sino también para el desarrollo y el estímulo de la sensibilidad. Las instituciones públicas, desde sus áreas de cultura, tienen el deber moral de favorecer el enriquecimiento intelectual y cultural del ciudadano, lo que supone que se debe apostar por programas que se adelanten a la demanda popular.
- Para esta segunda etapa, el Cabildo ha prescindido de contratar productoras y ha puesto a trabajar a sus técnicos de Cultura. ¿Qué prefiere, empresas externas o funcionarios con formación?
- La dirección y producción de esta nueva edición se está haciendo desde el área de Cultura del Cabildo, con el apoyo de algunas empresas culturales para la contratación de ciertos artistas. Los técnicos se ocupan, no sólo de la confección íntegra del programa, sino de toda la organización, promoción, difusión y logística del Festival. Es una fórmula que hace más dinámica su puesta en marcha y realización. Es necesario, no solo para este Festival, buscar fórmulas de participación mixta entre el área de Cultura del Cabildo y empresas especializadas en el sector. Experiencias anteriores nos indican que éste es un buen modelo de gestión.
“Es necesaria la creación de un nuevo espacio polivalente, destinado al arte y a la cultura contemporánea”
- En los últimos meses hemos sido testigos de la reapertura de El Almacén y de la Casa de la Cultura ‘Agustín de la Hoz’ y vuelve al calendario cultural el FMVL. ¿A su juicio, es mera coincidencia o tiene que ver con decisiones políticas?
- Yo creo, sinceramente, que se debe a una oportuna coincidencia. La gestión cultural de las instituciones públicas no debiera someterse a criterios estrictamente políticos. Desde hace ya muchos años, la rehabilitación de El Almacén y de la Casa de la Cultura ‘Agustín de la Hoz’, han estado en manos de diferentes grupos de gobierno, tanto en el Cabildo como en el Ayuntamiento, y me consta que todos han tratado de aportar ideas e iniciativas para ponerlos definitivamente en uso. En cuanto al Festival de Música Visual sí debo decir que este largo período de tiempo sin realizarse obedece, en parte, a la falta de interés mostrada por los diferentes responsables, aunque el cierre del auditorio de los Jameos del Agua durante tantos años también contribuyó a su olvido. Por otro lado, sigo creyendo necesaria la creación de un nuevo espacio polivalente, destinado al arte y a la cultura contemporánea.
- En 2016 le nombraron Hijo Adoptivo de Lanzarote. ¿Qué le supuso ese reconocimiento?
- Ha sido una magnífica sorpresa. Este nombramiento de Hijo Adoptivo de Lanzarote lo he recibido con enorme agradecimiento y satisfacción. He de confesar que durante muchos años me he sentido, y me siento, muy incómodo a la hora de aportar los datos de mi nacimiento en los muchos catálogos y entrevistas que se han producido a lo largo de mi trayectoria. Me parece contradictorio hablar de Salamanca y sentirme plenamente de Lanzarote y me resulta bastante tedioso tratar de explicar las circunstancias que se dieron para que esto fuera así, provocando cierta sorpresa entre aquellos que siempre me conocieron como hijo de esta tierra. Además, si este nombramiento también significa un reconocimiento al trabajo y trayectoria personal por defender y poner permanentemente en valor esta isla, es bienvenido.
Comentarios
1 Chacho Sáb, 07/10/2017 - 12:27
2 Casimusico Sáb, 07/10/2017 - 20:21
3 Tranquilidad Sáb, 07/10/2017 - 20:22
4 BARBUDO Dom, 08/10/2017 - 20:48
5 Sabios Lun, 09/10/2017 - 14:57
6 PAZ Y SOSIEGO Mar, 10/10/2017 - 00:53
7 Y..... Mar, 10/10/2017 - 13:17
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