ENTREVISTA | Andrés Rábago, El Roto

“Las revoluciones no serán sociales, sino que serán evoluciones, no revoluciones, mentales”

Fotos: De la Cruz.
Saúl García 9 COMENTARIOS 13/05/2014 - 06:24

El Roto participó en la Feria del Libro de Arrecife. Educado, simpático y atento a lo universal y no a lo coyuntural. Prefiere que no le graben imágenes en movimiento y no le gusta salirse de su rutina diaria que consiste en leer, pintar y dibujar. Saborea el éxito de la constancia. Nunca ha hecho otra cosa. “Probablemente nací para hacer esto”. Dice que es un trabajador social pagado por una empresa privada. Primero fue Ops, cuando existía la censura, y dibujaba sin texto. Luego nació El Roto, y siempre la pintura.

-Su faceta más conocida es la de El Roto. Hay días que su viñeta es lo maś visto en la web de El País. 

-Es algo que nunca me ha gustado: saber el número. Yo soy más de lo cualitativo que de lo cuantitativo. El número lo distorsiona todo.

-Pero este hecho eso da esperanzas de que hay muchas personas que ven las cosas de otra manera...

-Creo que de lo único que da cuenta es de que hay un tipo de pensamiento que no se tenía en cuenta y que es importante. Hay un estrato social que no está completamente condicionado por el pensamiento oficial.

-Recuerdo viñetas suyas hace veinte años en El Independiente, muy similares pero sin tanto alcance. ¿Se ha radicalizado la sociedad?

-Por un lado, este tipo de trabajos es un gota a gota, lentamente va penetrando en la sociedad. Los fenómenos temporales tienen mucho que ver con el espectáculo, y a su vez la sociedad ha ido despertando. También se ha despertado de esta hipnosis colectiva en la que parecía que todo el mundo iba a ser rico, y ese despertar también ha propiciado una forma de mirar maś critica.

-Hace veinte años iba mucho maś a contracorriente que ahora.

-Cierto, pero en una época anterior, en la Transición, que había una prensa crítica, también había un sector social que se identificaba con esa nueva sociedad. Siempre he estado en una posición de punta en el territorio de la prensa.

-Parece que tiene una cruzada contra el poder y contra el lenguaje. ¿Es peor estar sometido o que nos tomen por idiotas?

-A mí no me interesa eso especialmente pero como profesional no tengo más remedio que interesarme por la manipulación y la utilización del poder con fines en contra de la sociedad. Esos dos factores son los que trata la sátira: el poder y el uso del lenguaje. Intento no ocuparme de la superficie, de lo conyuntural.

"Sobrevivimos porque somos capaces de entablar relación con otros similares con fines similares"

-Tampoco personaliza.

-No me interesa nada, no pierdo el tiempo dibujando a un personaje público porque no merece la pena.

-Cuando era Ops, el protagonista era el dibujo sin texto. Con El Roto, para ser dibujante, la fuerza está en el texto.

-Eso va surgiendo. El lenguaje se va creando. Cuando se pudo comenzar a hablar, el lenguaje encriptado ya no tenía sentido y fue apareciendo otro aspecto. Revisando obra antigua de El Roto me doy cuenta de que los textos eran feroces, buenos, pero el dibujo era malo. El lenguaje no ha variado pero el dibujo, la imagen, sí. He ido aprendiendo, ha sido laborioso y complicado pero ya estoy convencido de que tiene una estructura potente de lenguaje gráfico.

-Como pintor es autodidacta, pero ¿quién le enseñó a pensar?

-Desde muy pequeño había en mí esta voluntad. Probablemente yo nací para hacer esto. En  mi familia había un ambiente artístico que yo respiraba, mi padre era escultor. Nunca me he planteado hacer otra cosa, siempre he vivido de mi trabajo con las manos.

-Ve el mundo con claridad, ¿eso duele?

-Hay algo que te da que tienes una visión objetiva de los hechos y que una y otra vez tropezamos con las mismas cosas, como las guerras. No son cosas superficiales, son cosas profundas,  estructuras internas de la mente Es el asunto que más me preocupa y más me interesa. Las estructuras profundas no varían, la forma en que percibimos la realidad no varía, y mientras eso ocurra se seguirán produciendo. Por eso, las revoluciones del futuro no serán sociales, sino que serán evoluciones, no revoluciones, mentales. Tiene que cambiar el individuo, Van a ser procesos individuales que van a modificar lo real.

"No me interesa molestar a una persona concreta o al poder, sino que se clarifiquen las situaciones"

-En esa mirada al alma humana, ¿ve que la crueldad es lo más humano que hay?

-Sí que hay ese componente, pero creo que no. Si el hombre fuese agresivo en su conjunto no habría sobrevivido. Sobrevivimos porque somos capaces de entablar relación con otros similares con fines similares. Esa relación es imprescindible para el desenvolvimiento del hombre, se ha producido durante cientos de miles de años y se seguirá produciendo. El componente agresivo da individuos que tienden  a ser rechazados por la sociedad. Son anomalías. La Naturaleza lo indica. ¿Qué animales han desaparecido de La Tierra? Los más agresivos. Podrían tener las de ganar pero no. Y no han desaparecido por culpa del hombre.

-¿Dibuja con un objetivo?

-Sí. Trabajo con un objetivo. Mi trabajo tiene una intencionalidad social. Hay una voluntad de formar parte de la sociedad y que el trabajo tenga alguna utilidad. Hay una intencionalidad también meramente artística: crear un lenguaje es algo que gusta poder hacer y esa doble dimensión es la que te mantiene activo.

-¿Tiene muchos enemigos?

-No creo. No soy una persona agresiva. No busco herir, sino clarificar las cosas. No me interesa molestar a una persona concreta o al poder, sino que trabajo para reforzar que se clarifiquen las situaciones y poder ver maś claro a ese individuo.

-¿Y críticos?

-No tengo ni idea. No me llega. No acudo a tertulias y mi círculo de amistades es reducido, de personas que no tienen que ver con la profesión.

"Lo que digo no puede ser objeto de censura porque digo cosas de sentido común"

-¿Cuál es su relación con El País?

-Siempre tiene que haber una cierta sintonía con el periódico, y al revés. Me encuentro cómodo en todos los lugares donde he trabajado, y esa comodidad es mutua.

-¿Se autocensura?

-No lo necesito. Lo que digo no puede ser objeto de censura porque digo cosas de sentido común. Lo que pasa es que las cosas que pasan son un sinsentido. Yo lo que hago es restablecer el sentido común.

-¿Cuánto tiempo dedica a pensar?

-Yo no suelo pensar...

-No me diga que lo que hace usted no es una síntesis, un trabajo intelectual.

-Digo que no pienso en lo que voy a dibujar. Yo trabajo a partir de la prensa y los libros. Leo bastante y surgen ideas que apunto y al día siguiente, o por la tarde, dejo reposar las ideas y reviso las notas y dibujo las que me parecen mejores, aunque no las publique al día siguiente. Siempre hay un lote de dibujos y busco el dibujo para publicar en el momento más acorde, cuando hay sensibilidad para ese asunto.

-¿Qué tal se lleva con la televisión y las redes sociales?

-Fatal. No veo la televisión y no tengo cuentas en las redes sociales. Tengo email.

"El hecho de que los medios de comunicación dependan de la publicidad es una desgracia"

-Sus viñetas se comparten mucho.

-Me parece bien pero preferiría que lo leyesen en el periódico porque además leerían más cosas que lo mío. Un periódico es un elemento muy rico. Siempre hay algo interesante por poco dinero. Sería una pena que los medios escritos desapareciesen. Lo ideal de los periódicos es que estuvieran bien hechos, y no siempre es así, pero hay gente estupenda en los periódicos que hacen su trabajo honestamente con unas informaciones valiosísimas.

-¿Y qué piensa de la publicidad?

-Yo estoy en contra de la publicidad, y el hecho de que los medios dependan de la publicidad es una desgracia, pero es que hoy casi todo, hasta lo que procede de la política, es publicidad. Mires donde mires encuentras un anuncio. La publicidad siempre me ha parecido negativa, porque es mentira, pero se ha hecho omnipresente. Es uno de los focos infecciosos de la sociedad.

-¿El arte es algo si no tiene un fin social?

-Es un asunto complejo. Los de la Internacional Situacionista sostenían que el arte siempre es burgués. Estaban confundidos y no formularon ninguna alternativa. No creían en la objetivación de la obra de arte. Yo sí creo en esa objetivación, porque a pesar de que se puede convertir en un objeto, la obra transmite información, sensibilidad, aperturas a mundos que una persona ha descubierto y puede transmitirse a generaciones futuras. Hoy sabemos algo de cómo fue la gente de hace 30.000 años porque nos han dejado objetos.

-Usted ha arremetido a menudo contra el arte contemporáneo, contra la vacuidad.

-Eso es otra historia. Es una falsificación que tiene que ver con el mercado más que con el arte, cómo el mercado manipula y anula ciertos tipos de arte. Algunos sectores intentan la desaparición de la pintura como lenguaje. En el Museo Reina Sofía sólo hay papeles en las paredes, o fotos o vídeos. Eso es una anomalía temporal.

Comentarios

Una forma de expresión que no sea pintura no es una anomalía temporal, sino seguiríamos pintando en las cavernas..., por lo demás perfecto.
Interpreto la reflexión del artista entrevistado como una defensa de la pintura como lenguaje que rescata la imagen del mundo prostituido de la imagen icónica publicitaria o simplemente tecnológica. De la misma manera que , por ejemplo, el lenguaje poético rescata la palabra de su uso más banal y cotidiano, de sus múltiples manipulaciones. Recuerdo a Barceló, por ejemplo, que hace lo mismo y decía :"Hay que retirar las cosas, una a una, de las manos de Berlusconi y recrearlas, nuevas y auténticas, mostrándolas palpitante o con su dulce podredumbre, pero tal como son". Batjin decía que una obra "no puede vivir en los siglos venideros si no se alimenta de los siglos pretéritos". El arte es "retroprogresivo" , por lo tanto. No creo que El Roto sea un reaccionario en materia de arte ni que sea un academicista. Simplemente denuncia la comercialización y la banalidad de gran parte del arte moderno.
FLANEUR comparto la opinión, pero las mismas carencias se dan en la pintura que en otras formas de expresión artísticas. La pintura también ha caído en la banalidad y en el mercantilismo, pensar en la pintura como una forma de expresión más digna o que pueda expresar mejor o más que cualquier otra herramienta creativa me parece presuponer una cualidad en la pintura mayor que otras formas de expresión, es el artísta, no la técnica empleada quien es capaz de mostrar ideas, mundos, conceptos…lo que se desee contar. No creo para nada que El Roto sea un reaccionario y mucho menos academicista, su obra lo deja bien claro; la anomalía temporal no afecta solo a una parte del arte salvándose la pintura , el mercado "todo lo puede" y en él cabe todo aquello que se quiera comprar y vender , los mercados mandan pero mandan sobre todas las formas de expresión , la pintura no se salva y después del impresionismo abstracto podemos encontrar muchas "anomalías temporales". Todo arte se debe basar en lo pasado y superarlo, transgredirlo incluso ; pero las nuevas tecnologías ofrecen posibilidades que hasta hace poco no eran ni pensadas, es posible que esto nos lleve a una mayor banalización, más allá de la propuesta por el mercadeo del arte, pero estamos ante un nuevo reto, casi como si empezásemos con una nueva gramática , que debe basarse en lo anterior pero que debe superarla Efraín Trava El arte no ha muerto. Sólo una mente con tremenda paranoia hacia la tecnología o una nostalgia melosa por la revolución dadaísta sería capaz de sostener que la creatividad artística humana se ha extinguido. http://revistareplicante.com/la-muerte-del-arte/
Claro, hay pintura mentirosa, mala, banal, que intenta pasar gato por liebre. No es más digna por usar pigmentos, óleos, etc. Hablamos de la buena pintura. Así como hay buena fotografía, también. Lo que Rábago dice es que "algunos sectores" conspiran para desterrar las bellas artes de los sitios de exposición. Nadie se libra. En el Thyssen de Madrid hay cosas horrorosas colgadas, no todo el MIAC es orégano, etc. Y por fortuna, la creatividad artística, como dices, no se ha extinguido. Aleluya.
Me sorprenden los sesudos comentarios del señ@ Flaneur y de José María. Para mi una obra gusta o no gusta dependiendo de determinados criterios subjetivos . Me parece que la entrevista a Andrés Ragabo aporta mucho más que su subjetiva opinión sobre el arte contemporáneo: lucidez, valores, capacidad de síntesis y visión. Un lujo ( de los escasos ) haber podido escucharle.
A mí me sorprende Ud., "Arte". No se trata de que una obra guste o no guste ni de criterios objetivos o subjetivos. Se trata de precisar el alcance del comentario del Sr. Rábago (no Ragabo) contenido en la respuesta a su opinión sobre el arte contemporáneo.
A mí me sorprende Ud., "Arte". No se trata de que una obra guste o no guste ni de criterios objetivos o subjetivos. Se trata de precisar el alcance del comentario del Sr. Rábago (no Ragabo) contenido en la respuesta a su opinión sobre el arte contemporáneo.
Uffff, señor@ Flaneur, disculpe mi error; evidentemente no estoy a su altura intelectual que creo que merece un espacio personal en este medio. Me gusta el arte, entiendo de arte ( la universidad y post grados han sido mis humildes escuelas ) y sólo di mi opinión cercana al publico llano. Mi error respecto al apellido de Andrés ha sido un fallo imperdonable, evidentemente no por usted sino por el Roto. Saludos.
Yo no sé si entiendo de Arte, como afirma saber Ud. con "humildad". Por supuesto, tiene todo el derecho y el deber de iluminarnos, al "pueblo llano" . En cuanto a su ironía (cree que me merezco un especio personal), se la celebro. Alguna vez, en otro tiempo y en otro lugar, tuve un espacio personal donde ejercer mi oficio de comunicador y en él expresé mis apreciaciones críticas sobre obras de arte y artistas. No siempre estuvieron ellos de acuerdo, como es natural, pero por lo general sí. No se preocupe por el fallo, errar es humano. Un saludo.

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