“El Ironman te ayuda a conocerte por fuera y por dentro”
A pesar de que comenzó a practicar el triatlón algo tarde (a los 25 años) es la vigente campeona de Canarias y actual líder de la Copa Fecantri (Federación Canaria de Triatlón) de larga distancia. Semiprofesional desde hace unos años, Tamar González quiere convertirse en la primera mujer lanzaroteña que corra como profesional una de las competiciones señeras de esta modalidad deportiva, el Ironman Lanzarote, que ya ha disputado en cuatro ocasiones y que define como una prueba “que engancha”.
Porque lo suyo hasta los 20 (ahora tiene 32) fue el baloncesto. De hecho llegó a jugar en las posiciones de base y escolta en el Cepsa Tenerife en Primera B y estuvo a un paso, más bien a unos centímetros, “porque el seleccionador me dijo que si hubiera sido un poco más alta me hubiese convocado”, de ser internacional con la selección española de categoría junior.
¿Cómo descubriste tus cualidades para el triatlón?
En realidad lo primero que descubrí fue la bicicleta cuando estudiaba la carrera de Aparejadores en Tenerife. Unos años después de dejar el baloncesto entré en una época baja de la que salí gracias al libro ‘Mi vuelta a la vida’ de Lance Armstrong, que me regaló mi madre. Me emocionó tanto ver su capacidad de superación del cáncer que me estimuló. Me uní a un club de cicloturismo y me convertí en ciclista. Mi vida cambió radicalmente.
Tanto que al poco tiempo ya estabas haciendo tu primer medio Ironman…
Sí. La bicicleta me divertía y me servía para evadirme, pero después de tantos años jugando al baloncesto me faltaba la vena de la competición. Ya me había pasado por la cabeza hacer triatlón, pero no me decidía por miedo a la natación. Nunca me había tirado a una piscina. Lo más que había hecho era bañarme en la playa. Pero tuve la suerte de que entró en el club Estrella, hoy mi mejor amiga, que lo practicaba. Empecé a nadar con ella, me engatusó y a los seis meses de empezar a entrenar, cuando tenía 25 años, hice mi primer medio Ironman en Barcelona. A partir de ahí ya me marqué como objetivo hacer un Ironman completo y supe que el triatlón iba a ser parte de mi vida.
¿Por qué?
Llevaba viendo el Ironman Lanzarote desde que tenía 12 años y de mayor tuve la suerte de ver durante cuatro años seguidos a dos mujeres españolas, Maribel Blanco y Virginia Berasategui, ganando la prueba dos veces seguidas cada una. Cuando empecé a entrenar triatlón, sabía que algún día haría la prueba. En 2007 participé por primera vez, y también lo hice en 2008, en 2010 y en 2013. El Ironman es un reto de superación personal que casi todo el mundo que monta en bici o corre aquí en la Isla se plantea hacerlo algún día. Hay quien lo hace una vez y ya está y hay quien se hace adicto a la prueba, como es mi caso.
Pero es una prueba muy dura, ¿te has planteado alguna vez dejarlo?
Sí. En 2010 cuando iba por el kilómetro 12 de la maratón empecé a vomitar. Era una época en la que quería ir demasiado rápido. Llegué a plantearme la retirada pero gracias al apoyo y consejos de alguien que ha ganado esta prueba como Eneko Llanos, y en especial al de mi actual pareja, Patricia Díaz, campeona de Canarias de corta distancia, fui consciente de que el Ironman requiere constancia y paciencia. De hecho, dedicarme a esta prueba me ha ayudado mucho a conocerme tanto en el aspecto físico como en mi interior, y a darme cuenta de que los únicos límites que existen son los que nos ponemos nosotros mismos.
¿Cómo has logrado convertirte en semiprofesional en un deporte minoritario como el triatlón?
Me lo empecé a plantear en 2009 y desde hace dos años ya me lo tomé en serio. No puedes entrenar más de 20 horas a la semana en un deporte tan duro como este y trabajar después otras 20. Por eso empecé a moverme para conseguir patrocinadores y hubo quien confió en mí desde un principio como ProAction BH. También cuento con el apoyo del Club La Santa, Spiuk y LanzaroteDeportiva.com. Les estoy muy agradecida porque gracias a ellos puedo seguir luchando por mis próximos objetivos que son convertirme en la primera lanzaroteña que corre el Ironman Lanzarote de manera profesional y participar en el de Hawai.
Mujer de hierro
Tan movida era de pequeña que “mi madre me llegó a apuntar a baloncesto, kárate y atletismo en un mismo año porque decía que no paraba quieta”. Y fue también su madre quien obligándole desde que era niña “a ir todos los años a la entrada de Nazaret a ver pasar el Ironman” le hizo imaginar que algún día ella misma podía ser protagonista de la que está considerada como una de las pruebas más duras y prestigiosas del mundo.
Y tal como había imaginado, el paso del tiempo convirtió a Tamar en una mujer de hierro, pero por partida doble. Porque no sólo es ya una asidua en la prueba (el pasado año quedó la 15ª clasificada) sino porque además se caracteriza por su férrea defensa desde su club, el Titanes-Playa Grande, de la igualdad de trato para los dos sexos en el deporte.
“No entiendo por qué si todos, hombres y mujeres, pagamos lo mismo por una licencia federativa y a través de la Federación canaria contratamos a una productora de televisión para que haga un resumen de la prueba para pasarla por las televisiones dediquen mucho más tiempo a hablar de un chico que quedó segundo clasificado que de una chica que quedó primera. ¿No somos los dos canarios, no hemos hecho los dos la misma distancia...?”, se pregunta citando un ejemplo vivido en primera persona de la discriminación que siguen sufriendo en el deporte las féminas.
“No me importaría que tuviéramos menos cobertura si al menos recibiéramos las mimas ayudas, pero es que no es así”, lamenta al mismo tiempo que aclara: “Realmente hay mucha gente, hombres y mujeres, que intentan conseguir la igualdad real; espero que algún día se consiga”.
Comentarios
1 Bla, bla, bla Lun, 21/10/2013 - 08:03
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