Las camareras de piso denuncian: “Hace 5 años hacía 14 habitaciones y ahora hago 21”
La semana pasada se presentó en Lanzarote el colectivo de las kellys, un acrónimo que surge de “las que limpian”, que nació en Baleares y que se está extendiendo por otras zonas turísticas. Las kellys son las camareras de piso, mujeres que hacen un trabajo muy duro, esencial para el turismo y poco reconocido, aunque el Cabildo les entregó el premio Distinguidos del Turismo en el año 2009.
Sus condiciones, sin embargo, desde entonces, no han hecho más que empeorar. Diario de Lanzarote ha reunido a tres de ellas para que cuenten en primera persona las condiciones de su trabajo. La reunión se produce en la sede de UGT, sindicato del que son delegadas sindicales.
Tienen entre 51 y 56 años, más de veinte años de experiencia y trabajan en Puerto del Carmen y Costa Teguise en hoteles o apartahoteles de cuatro estrellas con todo incluido. Cobran poco más de 1.000 euros netos por 15 pagas o 1.200 con las pagas prorrateadas. Prefieren no dar sus nombres ni el de los hoteles donde trabajan por miedo a represalias. “No está bien pagado porque es muy duro”, aseguran.
Sus condiciones laborales no son de las peores del sector porque están contratadas directamente por el hotel. Se está extendiendo la creación de empresas de servicios por parte de las cadenas para contratar por debajo del convenio o hacerlo mediante empresas de trabajo temporal. “Se cobra 900 euros con todo incluido, sin derecho a vacaciones, y se hace la vista gorda”, dicen. Además de trabajadoras son luchadoras: “En mi hotel contrataban por una ETT, nos reunimos el comité y al final cobran más que nosotros”.
La jornada es de cuarenta horas semanales, ocho horas al día con media hora de descanso “que nunca se agota”, y dos días libres. “El problema es el ritmo”, coinciden. “Ha aumentado la exigencia pero se ha congelado el sueldo”. Todas han hecho y hacen habitaciones, pero ahora una trabaja en lavandería, otra en lencería y otra como camarera de piso.
En lavandería hay que repartir los productos, poner lavadoras, repasar la recepción y zonas comunes; en lencería hay que poner las máquinas en marcha, llenar botes para más de mil clientes , contar ropa o revisar facturas (“que no deberíamos hacerlo”), pero también limpiar los vestuarios, el pasillo… “Yo antes solo contaba ropa, limpia y sucia, y ahora se hace de todo, por desorganización nos mandan hacer otras tareas”, señala una de ellas.
Lo más duro son las habitaciones. Una habitación está fijada en 15 minutos, y en ese tiempo hay que hacer la cama, barrer y fregar, terraza incluida, limpiar el baño… “Es imposible hacerlo bien en ese tiempo. ¿Conoces la expresión Lo que la suegra ve? Pues eso”. “Lo haces bien pero corriendo - dice otra-. A veces me han puesto cuatro salidas más 18 habitaciones”.
El tiempo para hacer una salida (cuando el cliente deja la habitación) es de cuarenta minutos y ellas calculan que es imposible hacerlo bien en menos de una hora. “Hay que mover muebles que pesan como burros porque sabes que lo mira la gobernanta”, dicen. “Hay una exigencia brutal y si un día lo haces por encima, al día siguiente trabajas el doble”.
Una de las peores circunstancias es la presión, que va de arriba abajo. Las gobernantas o subgobernantas revisan de forma concienzuda las habitaciones, “y si lo haces mal, rapapolvo”. Primero verbal y después sanción de empleo y sueldo. “El ambiente es lo peor”, dice una de ellas. “Yo hago 21 habitaciones más algunas zonas comunes y hace cinco años hacía 14, con el mismo sueldo.
“Vivimos estresadísimas”. Además de la exigencia, lo peor es la actitud de los jefes de departamento “que ha cambiado mucho”
Al ser todo incluido, el cliente es de menor categoría pero la exigencia de la limpieza es la misma, y hacemos limpieza de dos llaves en un cuatro estrellas”. En los apartahoteles hay que subir las escaleras con el saco de la limpieza “como Papa Noel”, y además el tiempo de traslado entre una habitación y otra no se cuenta. En otro hotel, el caso es similar: de 14 habitaciones se ha pasado a 19. “Hay veces que llegas por la mañana, ves lo que tienes que hacer, se te pone un nudo aquí... pero al final lo sacas”.
Cada vez hay más jefes, “mucho capitán para tan poco barco”: director, varios subdirectores, más una secretaria cada uno, gobernantas, subgobernantas… “Hasta la de recursos humanos nos revisa las habitaciones porque quieren conseguir la Q de calidad”. Y la solución la tienen clara: “Sin tanta presión, la productividad sería mejor aún”.
Enfermedades y estrés
Pasemos al capítulo de las consecuencias: “Vivimos estresadísimas”. Ahí coinciden todas. Además de la exigencia, lo peor es la actitud de los jefes de departamento “que ha cambiado mucho”. “Antes había gente con menos formación pero más profesional, ahora no saben tratar a la gente”.
Son generalizadas las bajas por ansiedad, por depresión.. “En mi trabajo una jefa lo pasó fatal”. “En el mío hay una jefa que ya ha hecho llorar a dos nuevas... y no le contestes porque te sanciona”. “El otro día me enganché un dedo y mi superiora me dijo: otra que se nos va de baja, pero ni me preguntó si me había hecho daño; hay una falta de humanidad y de respeto muy grande”.
Pero las consecuencias físicas no son mejores: golpes, tropiezos, “caídas porque se corre mucho”, malas posturas al coger peso. “Llegas a casa llena de moratones”. Las tres limpiadoras entrevistadas toman pastillas para la tensión y las tres han estado alguna vez de baja: una por la espalda (contracturas y ciática), a otra se le reventó una arteria de un sobreesfuerzo y otra por las cervicales y con codo de tenista. Toman analgésicos y antiinflamatorios. “Rara es la semana que no te tomas algo, y si coges baja estás mal mirada”. Peor lo tiene las trabajadoras temporales: “Si se cogen una baja no vuelves”.
Con estas condiciones, es normal que muchas mujeres dejen el trabajo porque “el trabajo es muy duro aunque se cobre más que en un supermercado” y también es difícil llegar a la edad de jubilación. “Alguna llega pero porque han estado veinte años...”. “A una compañera le quedaban siete años para jubilarse y le dieron la incapacidad”, dice otra. “No llegamos -añade- hay que cambiar de destino porque con sesenta años ya cuesta mucho”.
En casa
Y llega el fin de la jornada y la vuelta a casa “sólo para descansar porque no tenemos ganas de nada”. La primera dice: “Yo antes, cuando era más joven, llegaba a casa y echaba otra jornada, ahora soy incapaz, sólo hago lo imprescindible y limpio el segundo día que descanso”. La segunda: “Comer y descansar, el cuerpo no da para más”. Y la tercera: “Antes hacía cursos, iba a la playa, ahora me llama la cama, hasta el teléfono me molesta y sólo quiero silencio. Es peor el cansancio emocional, llegas con mucho aquí- dice señalándose la cabeza-, te tragas la actitud de tus jefes y te lo llevas a casa.”
Las tres tienen esperanza en que el movimiento de las kellys ayude a hacer visible la dureza del trabajo y consiga alguna reivindicación. “Sobre todo hay que luchar para que nos anticipen la jubilación”, dice una de ellas: “Eso lo tienes que poner”.
Comentarios
1 kelly Mar, 05/04/2016 - 09:01
2 Precariedad Mar, 05/04/2016 - 11:04
3 Alfonso Mar, 05/04/2016 - 11:53
4 María de Jinámar Mar, 05/04/2016 - 13:37
5 yo Mar, 05/04/2016 - 18:51
6 paraprecariedad Mar, 05/04/2016 - 19:33
7 paraprecariedad Mar, 05/04/2016 - 19:34
8 paraprecariedad Mar, 05/04/2016 - 19:34
9 Pili Mar, 05/04/2016 - 20:13
10 Anonimo Mar, 05/04/2016 - 21:31
11 comopan Mar, 05/04/2016 - 22:00
12 Ricardo Mar, 05/04/2016 - 23:17
13 toti78 Mar, 05/04/2016 - 23:19
14 Anónimo Mié, 06/04/2016 - 00:19
15 Anónimo Mié, 06/04/2016 - 00:19
16 yo Mié, 06/04/2016 - 14:11
17 Yoli Mié, 06/04/2016 - 15:54
18 chelo Nchama Mié, 06/04/2016 - 17:07
19 Gabriela Mié, 06/04/2016 - 21:19
20 FÁTIMA Jue, 07/04/2016 - 07:09
21 Pues Jue, 07/04/2016 - 07:27
22 Ana Jue, 07/04/2016 - 08:51
23 anonimo Jue, 07/04/2016 - 09:44
24 Gina Jue, 07/04/2016 - 13:24
25 Anónimo Vie, 08/04/2016 - 04:19
26 Carajanay Vie, 08/04/2016 - 04:22
27 Carajanay Vie, 08/04/2016 - 04:23
28 Fidel Dom, 10/04/2016 - 20:33
29 Anónimo Mié, 13/04/2016 - 18:08
30 Ana Vie, 22/04/2016 - 21:15
31 Angela Dom, 19/06/2016 - 20:36
32 Angela Dom, 19/06/2016 - 20:46
33 Juanvi Mar, 28/06/2016 - 18:43
34 loli Sáb, 09/07/2016 - 12:25
35 maria Dom, 07/08/2016 - 15:42
36 Anonimo Mié, 24/08/2016 - 14:49
37 Juani Mar, 30/08/2016 - 21:54
38 Una cabreada, Mié, 31/08/2016 - 22:55