Después de una intensa actividad en las redes sociales, el colectivo ‘Las Kellys’ de Lanzarote, que agrupa a los profesionales que trabajan en la limpieza de establecimientos turísticos, se presentó el lunes por la tarde en la Casa de la Juventud y anunció una batería de reivindicaciones para mejorar las condiciones laborales en el sector.

La presidenta del colectivo, Myriam Barros, destacó en su intervención que las camareras de piso “nunca” han tenido condiciones laborales dignas, a pesar de que su trabajo es “imprescindible” en los establecimientos turísticos. “Hemos sido siempre invisibles y las peor pagadas”, destacó.

En la presentación de la asociación se subrayó que las condiciones laborales han empeorado en los últimos años. Barros destacó que de “media” una trabajadora tiene que limpiar “20 o 25 habitaciones”, además de ocuparse de otras tareas dentro de los complejos alojativos.

Barros destacó  que la carga de trabajo tiene, además de consecuencias físicas, efectos psicológicos en las trabajadoras por el “estrés”. “Nos tenemos que medicar con antiinflamatorios para aguantar dolores y antidepresivos, una mezcla explosiva”, aseguró.

La presidenta del colectivo abogó por “resistir”, organizarse, hacer ver la “precariedad” laboral que sufren y “luchar por un trabajo digno”. La asociación destacó es “independiente” y tiene la intención de expandirse al resto de islas del Archipiélago, además de estar presente en otras zonas del Estado. Se han reunido con asociaciones, sindicatos y partidos políticos. “Quisimos explicar nuestra problemática a la patronal, pero lejos de sentarse con nosotros parecen tener el ‘síndrome de la infanta’, nadie sabe nada”, dijo.

Desde el colectivo se cuestionó la “falsa crisis del sector” y la “falta de interés de algunos delegados sindicales” como factores que han provocado que se incrementen las “malas condiciones laborales”. También criticaron que los hoteles subcontraten los servicios con empresas que “devalúan” el salario de las trabajadoras y que utilizan un convenio con peores condiciones que el de hostelería.

La presidenta del colectivo abogó por “resistir”, organizarse, hacer ver la “precariedad” laboral que sufren y “luchar por un trabajo digno”

Entre las reivindicaciones del colectivo se encuentra la reducción de edad de jubilación para todas las camareras de piso, el fin de la externalización de los departamentos de limpieza a empresas de trabajo temporal, la reducción de la de carga de trabajo con estudios ergonómicos, teniendo en cuenta las características del hotel, y el reconocimiento de enfermedades laborales como ciática, lumbalgia y hernias discales.

También plantean la revisión de Ley del Turismo para vincular la categoría de los hoteles a las condiciones de trabajo. “No puede ser que un hotel de cuatro o cinco estrellas tenga la ‘Q’ de calidad mientras esté explotando a su personal, no se puede consentir”, insistió Barros.

Además de campañas de sensibilización y de talleres sobre derechos laborales, anunciaron “movilizaciones en la puerta de aquellos hoteles que se salten el convenio y no respetan las condiciones laborales”.