El alcalde de Haría, Marciano Acuña, recibió este jueves en el Ayuntamiento norteño a los embajadores de la ITB de Berlín Christoph Tettenborn y Daniel Freier, dentro de los actos de reconocimiento que la feria turística está realizando a 50 destinos del mundo por sus valores de sostenibilidad y protección del medio ambiente, con motivo de su 50 aniversario.

“Este galardón supone un firme espaldarazo a la idea concebida por la nueva Corporación municipal desde el principio, apostando por un desarrollo respetuoso con el medio que nos rodea y que ponga en valor nuestro patrimonio natural y cultural”, señala el primer edil norteño, Marciano Acuña.

Christoph Tettenborn, arquitecto y carpintero sostenible, explicó que la elección del municipio norteño como unos de los 50 destinos de todo el mundo viene dada “porque la conservación y el mantenimiento de sus valores patrimoniales es un atractivo importante en la promoción del ecoturismo”. “Haría es como una semilla que está empezando a crecer y puede convertirse en un ejemplo para otros destinos”, añadió.

Por su parte, Daniel Freier, director de marketing y representante publicitario de la Feria, señaló que “la ITB conoce la importancia del turismo sostenible en estos días y valora los lugares donde se respeta la naturaleza y sus costumbres”, añadiendo que “en Haría se reflejan las propuestas y el ideario de César Manrique, por lo que puede convertirse en un ejemplo para otros destinos.

En el acto, que contó también con la presencia del primer teniente de alcalde de Haría, José Pérez Dorta, y distintos miembros de la Corporación, así como de la portavoz de la Haría Society, Bettina Bork, se hizo entrega a los embajadores de la feria turística del pin de plata del Consistorio y de una placa de agradecimiento, así como de productos artesanales elaborados en el municipio y de un libro de fotografías antiguas del mismo.

Iniciativa de la Haría Society

Cabe recordar que esta iniciativa surgió a raíz del viaje que realizó la Haría Society a la feria ITB de Berlín en 2012, con el objetivo de “trasladar una apuesta decidida por un turismo sano y ético, donde los visitantes pudieran descubrir las particularidades del municipio y de su gente”. Para ello mostraron los valores patrimoniales del norte de la isla de Lanzarote “a través de los trabajos realizados por los artesanos, de la belleza paisajística de su entorno y de la conservación de los valores tradicionales”.