Radiografía del mercado laboral de la Isla: el paro no mejora y el empleo empeora
Hay menos parados, según las cifras oficiales, pero hay menos población y hay gente que ha dejado de buscar trabajo y ya no cuenta para las estadísticas. La realidad es que el desempleo no mejora en Lanzarote. Y el empleo tampoco: la calidad, las condiciones, los salarios… dejan mucho que desear. Los brotes verdes no aparecen por ningún sitio. Hay poco trabajo y gran parte del que hay es malo. Según la Encuesta de Población Activa, el índice que se ajusta maś a la realidad, el paro ha superado en la Isla el 35 por ciento, el porcentaje más alto desde 2008. La situación comienza ya a convertirse en normal y no hay atisbos de que vaya a cambiar.
La ocupación turística es muy buena (en algunos hoteles mejor que nunca) pero se ha demostrado que eso, de momento, no genera empleo. Los hoteles y los complejos de apartamentos están llenos pero apenas se contrata. La construcción y su industria auxiliar fue la que generó el empleo y esos tiempos no van a volver. En la cola del paro hay jóvenes como Adrián, que con 24 años tan sólo ha trabajado dos meses en su vida, o como Juan Carlos, yesista, que lleva dos años en paro, o no tan jóvenes como Lamine, con 50 años, cocinero y desempleado desde hace tres años, con una hija de 15 años y sin ingresos.
“Los datos son engañosos-dice Ramón Pérez Farray, de CC.OO-, si te hacen un contrato de una hora, como se están haciendo, ya figuras como un desempleado menos”. Ese tipo de contratos y de condiciones se están generalizando. En el aeropuerto, para trabajar en tiendas o servicios, se están pagando 645 euros al mes. Hay hoteles en Playa Blanca, como el Corbeta, que han estado sin pagar la nómina hasta cuatro meses a sus empleados a pesar de que la ocupación es buena. Otro hotel, en Puerto Calero, ha echado a todo el servicio de limpieza para contratar al mismo número de personas a través de una ETT. “Eso es lo que está ocurriendo-dice Pérez Farray- y el que se queja, a la calle”.
En el colectivo de camareras de piso el abuso es generalizado: casi se ha doblado el número de habitaciones que deben terminar al cabo de la jornada. Jonathan, de 22 años, ha estado trabajando de forma intermitente para apartamentos pero mediante una subcontrata: contrato de socorrista para hacer de todo menos socorrismo, 800 euros al mes seis días a la semana, tres meses y a la calle y vuelta al mismo lugar. La tercera vez que lo contrataron en el mismo sitio lo despidieron durante el periodo de prueba para ahorrarse la indemnización.
“Hay un gran estancamiento -dice César Reyes, secretario de UGT en Lanzarote-, se están generalizando contratos por dos o cuatro horas aunque se trabaja mucho más. Ni la Inspección de Trabajo ni la Inspección Turística hacen nada”. Así que la economía sumergida campa a sus anchas. “Hay 10.000 villas ilegales y, obviamente, alguien trabaja en ellas”, dice. En eso coincide Pérez Farray: la economía sumergida no beneficia a nadie, ni a Hacienda n a los propios empresarios, a quienes les hace competencia desleal, ni al trabajador, pero no se persigue.
Los impuestos ‘se lo comen todo’
En la situación actual, para los autónomos las condiciones se endurecen: personas como María, que ha trabajado siempre con un ventorrillo y que dice que ya está “frita de impuestos” y que ha decidido apuntarse al paro por primera vez. El mismo caso que Blanca, peluquera, que tras 16 años ha dejado la peluquería que regentaba “porque se lo come todo el IGIC” y también se ha apuntado al paro. Desde Comisiones apuntan que la situación requiere “poner la alarma, y es un motivo suficiente para que nos sentemos todos en una mesa por iniciativa del Cabildo, porque esta situación requiere de un esfuerzo de responsabilidad y de hacer una reflexión… Alguien tiene que coger las riendas de esto”.
El comercio, en los años 70
Si la construcción y el turismo no crean empleo, el otro sector que lo creaba (además del sector público), el comercio, tampoco pasa por un buen momento. “Sigue todo igual, vivimos con apatía y con lo mínimo”, dice Miguel Cabrera, vocal de la Cámara de Comercio. El consumo ha bajado mucho y no sólo no se crea empleo sino que desde 2008 se puede haber perdido cerca de la mitad de los empleos en el pequeño comercio, y hay muchos negocios que han tenido que cerrar. “En cierto modo hemos vuelto a los años setenta”, dice Cabrera, que asegura que “casi nadie trabaja por beneficios sino por no perder dinero” aunque pone un toque de esperanza y dice que en los últimos dos meses se está viendo un movimiento “que hace tiempo que no se veía”.
Los rostros del paro
Benito. Tras 10 años como frutero, lo dejó para trabajar como amarrador en el puerto. Ha estado seis meses, pero espera que le vuelvan a llamar. “Hay que arriesgarse”.
Candy. Vive en Asturias con una sobrina y cobra la ayuda de 426 euros. Con ese dinero vive y le envía a su hijo Carlos, de 21 años, que reside en Lanzarote y también está en el paro.
Jonathan. 22 años. Trabaja en hoteles de forma intermitente durante tres meses y lo compagina con el paro. “Lo más que he estado parado han sido cuatro meses pero las condiciones son muy malas”.
María. Se ha apuntado al paro por primera vez después de muchos años trabajando en la Feria. “No se puede seguir con tantos impuestos”.
Comentarios
1 Flaneur Sáb, 09/11/2013 - 09:13
2 Política Sáb, 09/11/2013 - 11:22
3 GRRCCHRN Sáb, 09/11/2013 - 12:09
4 Juan Medina Sáb, 09/11/2013 - 13:50
5 Flaneur Sáb, 09/11/2013 - 17:59
6 Anacleto Sáb, 09/11/2013 - 18:00
7 eternia Jue, 03/04/2014 - 10:29
8 antonio Lun, 21/11/2016 - 02:24
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