- ¿Qué se ha encontrado en la Consejería de Cultura? ¿Era lo que se esperaba cuando aparcó la música y entró en política?

No me he llevado ninguna sorpresa desagradable, pero sí  desconocía la parte burocrática. El Cabildo al completo necesita un repaso y que se acerque más a la forma de funcionar de una empresa. Es un dinosaurio enorme al que cuesta mover. La idea es profesionalizar el área. No digo que los trabajadores no sean profesionales, me refiero al método de trabajo.

- ¿Y cómo lo piensa hacer?

- Educación y Cultura han sido dos áreas tradicionalmente unidas y ahora se están separando, de lo que se van a beneficiar ambos departamentos: que quien esté para programación cultural lo esté al cien por cien. Por primera vez en la historia de la Isla vamos a tener a Cultura separada y la idea es investigar a ver si se puede llegar a hacer un ente externo, bien sea un patronato, bien sea una fundación, para captar fondos y para dar agilidad. Ahora para programar un concierto o una exposición tenemos que seguir el mismo procedimiento administrativo que para asfaltar una carretera, no tiene sentido. Además, tenemos un convenio laboral que es exclusivo para un horario de oficina y la cultura se hace a partir de las seis de la tarde, en los tiempos de ocio. Es algo a lo que nos enfrentamos.

- ¿Qué presupuesto va a manejar Cultura y cuáles son las prioridades? ¿Qué margen hay dentro de una institución pública para imprimir un sello personal?

- El presupuesto no lo sé y explico por qué. Lo conoceremos ahora, cuando se separen Educación y Cultura. Lo que es seguro es que más dinero vamos a tener. Se quiere que la cultura sea una prioridad insular y hace falta más inversión. Con la reestructuración del área, espero que en 2016 o incluso antes se empiecen a ver cambios. Se va a estimular la creación local a muerte, conociendo las inquietudes y problemáticas de los creadores, a quienes hay que incentivar. En eso jugará un papel clave El Almacén y convertir las subvenciones actuales, que son tres meses de papeleo donde no queda contento nadie, en certámenes.

“El rock pocas veces ha llegado a las instituciones, sino como una manera de contentar puntualmente”

- El Área de Cultura tiene dos espacios relevantes, como el Teatro Insular y El Almacén, que lleva años cerrado. ¿Cuáles son los planes para ambos equipamientos?

- El Almacén, desde que pasó a manos del Cabildo, se fue debilitando hasta que desapareció. En vez de ser un espacio para la creación y el divertimento se convirtió en un edificio de oficinas. El nuevo Almacén  va a ser un puntazo, en el que vamos a poner todo el arsenal. Intentaremos que se abra en enero, con una muestra temática sobre su propia historia, y se mantendrán actividades como el cine independiente y exposiciones en la sala El Aljibe, pero buscando la vena más transgresiva y rompedora, que fue para lo que se concibió el espacio. Nada de artistas consagrados.

- ¿Qué novedades tendrá El Almacén?

- Una antigua sala de exposiciones se va a convertir en una sala laboratorio y experimental. La idea es que estén trabajando artistas por concurso público durante unos tres meses, para crear obra. En la parte de arriba se va a crear una oficina de industrias creativas y turismo cultural, un espacio de coworking  al que, también por concurso, pueden optar quienes realicen proyectos empresariales relacionados con el turismo y la cultura, con el asesoramiento de la Cámara de Comercio. Se busca crear un caldo de cultivo creativo.

- La desaparición del festival de rock de San Ginés, donde ‘Oscartienealas’ actuó, apenas ha tenido trascendencia política.

- El rock pocas veces ha llegado a las instituciones, sino como una manera de contentar puntualmente. Ahora todo el mundo protesta por que no se celebró, pero en ediciones anteriores era un despropósito… se ponían los grupos un lunes, por hacerlo, sin pensar. No importaba si iba o no gente, era un desecho de las fiestas. Organizarlo seguro que suponía una cantidad ínfima y no tiene ningún sentido lo que ha pasado. Para mí es un misterio.

“El Almacén buscará la vena más transgresiva y rompedora, que fue para los que se concibió el espacio”

- No ocurre lo mismo con la Feria de Artesanía, que parece intocable.

El coste de la Feria de Artesanía y del Festival Nanino Díaz son 80.000 euros, que salen de Cultura. Pregunté qué pasaría si, como me trasladan los trabajadores, de la feria se ocupe Comercio, que es el área vinculada con los artesanos. Me dijeron que esos 80.000 euros se iban con la feria (risas). La Feria de Artesanía es un ente por sí mismo, da igual quien la organicé.

- Pero es una decisión política cómo está concebida.

- De modo personal cuestiono incluso si realmente le es útil a los artesanos. Si ese dinero, invertido a lo largo del año en acciones de promoción de la artesanía, no sería muchísimo más útil que un solo evento que dura menos de una semana vinculadísimo a un momento concreto, como es la romería de Los Dolores. Me planteo que paulatinamente debe pasar a Comercio. Todos los recursos de Cultura están enfocados a la feria durante dos meses, en los que estamos dejando sin producción cultural a la Isla. Estas ideas igual son mal avenidas en ciertos círculos, pero es el planteamiento de Óscar Pérez Cabrera, no de CC ni del grupo de gobierno.

- En su toma de posesión, desde la oposición se cuestionaron proyectos como el Museo Arqueológico o el Museo Atlántico. ¿Qué opina sobre estos proyectos?

- Del Museo Arqueológico desconozco al cien por cien el proyecto. Del Museo Atlántico creo que si no hubiese estado donde está ubicado, todo el mundo estaría callado. La localización se debe a cuestiones técnicas, pero ¿si fuese en el Charco del Palo, por ejemplo, habría el mismo debate? Creo que no. Personas de las que aprecio su punto de vista tienen posiciones radicales, muy a favor y muy en contra. A mí me parece una buena idea.

“Al meterte en política, de entrada eres basura”

Óscar Pérez, 35 años, decidió aparcar su carrera musical y como organizador de eventos culturales y presentarse a las elecciones como independiente en la lista de Coalición Canaria (CC) después de la propuesta de Pedro San Ginés, con el que trató profesionalmente en la producción de un ciclo de conciertos en los Centros Turísticos y en una base de datos para dar visibilidad a los artistas de la Isla. Pérez cree que es más complicado ser consejero que músico. “De repente muchísima gente te odia. Un músico cae simpático, salvo excepciones. Pero al entrar en política te conviertes en lo peor. De entrada eres basura, y luego ya demostrarás si vales algo”.

“Me da la sensación de que el pleno es un circo”

Aunque sólo ha asistido como consejero del Cabildo a un pleno, el de su propia toma de posesión, después de que renunciase otro cargo de Coalición Canaria, Óscar Pérez muestra sus dudas sobre la productividad de las sesiones plenarias. “El pleno me da la sensación de que es básicamente algo mediático, un teatro, más bien un circo, para tirarse de los pelos”, señala. “Prefiero trabajar con el resto de todos los grupos políticos para ver qué parte de su programa para cultura, si lo tienen, se puede aplicar. Los plenos son de cara a la galería”.