Un nuevo video que ya ha recibido decenas de miles de reproducciones en Instagram muestra, “de nuevo”, el “trato inadecuado” que reciben los camellos en Lanzarote y como ante la caída de uno de ellos la reacción de los trabajadores “dista mucho de una supuesta profesionalidad y cuidados sobre el bienestar animal”, señala el comunicado de la Fundación Franz Weber.

Para esta fundación, el negocio de los paseos en camello “está costando a Lanzarote un deterioro continuado en su imagen pública y turística”, con videos y advertencias que “evidencian la necesidad de cesar este tipo de actividad”, como ha reivindicado una vez más la Fundación Franz Weber.

Este “deterioro”, además, “se ve reforzado por la inacción de las administraciones conejeras”, señalan y ponen de ejemplo al Ayuntamiento de Yaiza que suma “varios meses sin entregar documentación sobre el caso de la cría de camello maltratada en 2023, motivo que hizo que el Comisionado de Transparencia de Canarias amenazara con sanciones administrativas”.

“Tampoco el Cabildo de Lanzarote ha tomado medida alguna para garantizar la integridad de los animales y se ha limitado a pedir ayudas para un sector ínfimo en relación a la economía de la Isla”, añaden.

Ya en 2021 FFW señaló graves carencias en el bienestar de los camellos, con un informe veterinario que alertaba sobre sus condiciones de vida, las largas jornadas de transporte a las que son sometidos y las incidencias que se producían. “Ninguna administración investigó las advertencias realizadas por expertos”, señalan desde la Fundación.

En este contexto la ONG internacional cree que los vídeos y las imágenes del trato que sufren los camellos seguirán obteniendo un impacto importante gracias a la creciente influencia de las redes sociales y a la mayor conciencia de habitantes y visitantes de Lanzarote, “cada vez más implicados a favor de un turismo sostenible, ético y que no implique malestar animal”.

Los naturalistas también demandan respuestas al Ministerio de Transición Ecológica por unos hechos que se vienen produciendo en un Parque Nacional, donde se presuponen unos estándares elevados de compromiso con la biodiversidad, el entorno y los propios animales.