La vivienda tiene más de un siglo

Los últimos de Las Coloradas: la casa que queda en la Playa de Afre podría ser expropiada

Foto: De la Cruz.
Saúl García 15 COMENTARIOS 10/05/2015 - 07:54

La casa tiene más de un siglo aunque nació como corral para las cabras, los cochinos y las gallinas del abuelo de Toño Morales. Ahora las puertas ya no son de madera, sino de aluminio, tiene un jardín y pintura plástica, aunque el piso sigue siendo de cemento. Es uno de los pocos restos de un pasado aún muy reciente en una localidad que se ha transformado de forma tan rápida como Playa Blanca.

La casa, que tiene tres habitaciones, está en dominio público marítimo terrestre aunque es anterior a la Ley de Costas. En 1978, el padre de Toño, el marido de la señora Julia, de 82 años, que aún vive en el pueblo, la escrituró aconsejado por un vecino, un tal Fefo de Arrecife, que se levantó una casa al lado en la misma Playa de Afre, y que no tuvo tanta suerte porque acabó derribada por orden del alcalde Honorio García Bravo. “A mi padre le dijo que escapaba porque la tenía bien registrada y no podía tirarla”, dice Toño.

En la escritura pone que el terreno tiene 230 metros cuadrados. Lo que no pone es que en esa casa nació la mayor de las hermanas, que tiene más de sesenta años, la primera de once hermanos. En esa casa se han criado todos, han pasado los veranos y los fines de semana. “Esta Nochevieja la pasamos allí” dice Toño, que asegura que allí viven un hermano y un sobrino y que su madre va todos los días y desde que empieza el verano ya se queda hasta octubre.

Toño recuerda cuando empezaron las obras del Hotel Papagayo Arena, la dinamita en el risco y el polvo. La casa, antes solitaria, desde hace años está encajada entre el Papagayo Arena y el Gran Castillo. La familia no entró a formar parte de la Junta de compensación del plan parcial Las Coloradas y ahora, con la aprobación del nuevo Plan General y la recepción de los planes parciales, los dueños podrían instar su expropiación para terminar el paseo marítimo.

Es la única casa antigua de la zona y se ha solicitado que se informe si tiene algún valor patrimonial para protegerla

Dice Toño que los propietarios andan diciendo que ellos han pedido como compensación diez casas (una para cada hermano, porque uno falleció) y 600.000 euros, “pero no es verdad”. En el pasado ya se intentó negociar. Les ofrecían una casa de sesenta metros “pero no en primera línea, y nosotros pedíamos una casa igual, a izquierda o derecha, pero al lado del mar”.

La familia hizo alegaciones al Plan General que fueron desestimadas y ahora ha solicitado al Cabildo que informe si la casa puede tener algún valor patrimonial que se deba proteger y el Cabildo está elaborando ese informe.

Según Toño, el Ayuntamiento tiene la última palabra pero fuentes municipales dicen que no tiene nada que decir en ese asunto porque depende de los propietarios del plan parcial. Toño dice que si llega la expropiación, pues llegará, porque “eso ya es luchar contra un gigante y nosotros somos pobres diablos”.

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