El TS analiza estudios sobre la paralización indefinida de la desalación si hay vertido
Dos informes aportados a la causa judicial contra los permisos para las prospecciones petrolíferas concedidos a Repsol en aguas cercanas a Lanzarote y Fuerteventura, alertan de los peligros que tendría para el abastecimiento de agua un posible vertido de hidrocarburos.
Los informes, encargados por el Cabildo majorero, están elaborados por técnicos del Consejo insular de aguas de esa isla y del Consorcio de abastecimiento de aguas. Las conclusiones son claras: un vertido de hidrocarburos paralizaría de forma indefinida la desalación de agua y desabastecería de agua potable y de regadío a la población y turistas.
En los informes se advierte de que la capacidad de almacenamiento de agua ni siquiera es de días sino solamente “de horas” y que se necesita que las plantas desaladoras estén en pleno funcionamiento. También se destaca que no se han contemplado medidas de protección o emergencia en un plan de contingencia para abastecer de agua a la población en caso de un accidente de estas características.
El informe señala que “las plantas desaladoras de agua son muy sensibles a los vertidos de hidrocarburos en sus captaciones de agua de mar, ya que un vertido incontrolado puede suponer graves daños en las infraestructuras que conforman las desaladoras, desde los pozos de captación, tuberías, filtros de arena y cartuchos y sobre todo a las membranas de ósmosis inversa”.
También destaca su preocupación por los posibles efectos contaminantes de las prospecciones que podrían incidir negativamente en la calidad de las aguas. Asegura que no se pueden “cuantificar en tiempo y económicamente los posibles daños directos” y pide que se expongan estos riegos potenciales ante la a administraciones pertinentes.
“La ruina total del modelo económico actual”
Un vertido de petróleo que afectase a la desalación de agua supondría la “ruina total del modelo económico actual” y acabaría no sólo con la industria turística sin con otros sectores, “pues es imposible subsistir sin agua en el subsector ganadero, en el subsector agrícola, y con la contaminación del mar, tampoco sería posible la pesca”. “Ello colocaría a las islas en una situación de insostenibilidad manifiesta, ya que sin agua desalada, la vida y el aparato social y económico actual de ambas islas (Lanzarote y Fuerteventura) se vería tan seriamente dañado que sería imposible mantener los niveles de generación de riqueza que mantiene a una población de más de 200.000 habitantes de derecho entre ambas islas”.
Son algunas de las afirmaciones contenidas en otro informe, el elaborado por el profesor Alejandro González Morales, Doctor en Geografía por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y que ha realizado numerosos estudios sobre el agua en las Islas.
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