El ministro Pedro Morenés ha dictado una orden que se ha publicado este martes en el boletín oficial del Ministerio de Defensa en el que hace efectiva la suspensión de empleo para el agente Manuel Arbesú González, destinado en el puesto de Tías y condenado por grabar una agresión sexual con su móvil.

La orden del ministro de Defensa es del pasado 28 de noviembre pero se ha publicado ahora en el citado boletín. En la misma se especifica que “pasa a la situación de suspenso de empleo desde el día 1 de noviembre de 2014, quedando encuadrado a efectos de régimen interior” en la Comandancia de Las Palmas.

“El indicado guardia civil”, añade la orden ministerial, “no podrá obtener destino en el puesto principal de Tías de la Comandancia de Las Palmas durante un periodo de dos años”, en aplicación de las leyes que regulan el régimen de personal y disciplinario de la Guardia Civil.

El agente de la Guardia Civil destinado en Lanzarote fue condenado por grabar con su móvil una agresión sexual en la Península, a raíz de lo cual se le abrió un expediente disciplinario. Fue sentenciado en febrero del año pasado por un delito de omisión del deber de perseguir delitos y condenado a la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público.

El padre del guardia civil es concejal del Partido Popular en el municipio asturiano de Lena e impulsó una recogida de firmas para lograr el indulto, que el Gobierno le concedió, cambiándole la pena por una multa de 500 euros.

El guardia civil subió a un tren con un amigo, que lanzó improperios de contenido sexual a una mujer sentada al lado, llegándole a tocar el pubis. Mientras, el guardia civil grababa todo con el móvil y se reía de la situación.

Su compañero de viaje fue condenado por delito sexual y lesiones, al agredir a otro pasajero que intentó frenar el asalto, y el guardia civil se quedó con la condena por omisión de perseguir delitos que había sido convertida en una multa.

La sentencia destaca que Arbesú se estuvo riendo permanentemente durante los hechos y que no intervino para frenar lo que estaba ocurriendo, además de que huyó hasta dos veces de los agentes que se presentaron en el lugar de los hechos.

El indulto generó una importante polémica a escala nacional y la AUGC lo consideró “vergonzoso e inmoral”, así como “un atentado contra la dignidad de la mujer”. La asociación de guardias civiles mostró su preocupación por que volviese a su puesto de trabajo “habiendo sido condenado por omisión del deber de perseguir delitos”.