“En el caso de Canarias, la inexistencia de una evaluación adecuada o apropiada de los efectos ambientales sobre las especies protegidas del área hace necesaria, al igual que en los casos paralelos estudiados, la actuación preventiva de la Administración para evitar las perturbaciones y daños a las especies protegidas por unos impactos que no han sido suficiente y correctamente valorados y corregidos”. Esta es la conclusión del último informe elaborado en la comunidad científica sobre las prospecciones que se están haciendo en Canarias por parte de Repsol.

El informe, realizado por Natacha Aguilar (investigadora y profesora de la Universidad de La Laguna), basándose en las opiniones de Manuel Castellote (investigador de la NOAA, Estados Unidos) y del catedrático Alberto Brito (Director del Grupo de Investigación en Biodiversidad, Ecología Marina y Conservación de la Universidad de La Laguna), presenta evidencias del distinto tratamiento que hace el Ministerio de medio ambiente al evaluar los riesgos ambientales de otros proyectos de prospecciones en Alborán (Málaga) y en el Golfo de Valencia. En estos dos lugares el propio Ministerio desaconseja los trabajos. Son los lugares en los que el Partido Popular está en contra y cuyos permisos otorgó el PSOE.

Según este último informe científico, que pide que se detengan los trabajos inmediatamente, “en Canarias no se han cumplido adecuadamente los requisitos de la Ley de Impacto Ambiental” y por eso es necesario parar “hasta que se realice una evaluación de impacto y aplicación de medidas de corrección del mismo adecuadas, dado que por el momento se prevé que el impacto de las actividades sobre el medio natural de Canarias y sobre el espacio propuesto como Lugar de Interés Comunitario sea severo”.

Los científicos consideran que hay “importantes deficiencias observadas en el proceso de Estudio de impacto ambiental (que por otra parte se ha recurrido ante los tribunales) que impiden una correcta evaluación de las actividades”. Repsol, según este informe, incumple porque no ha presentado información correcta sobre sus sistemas acústicos, ni ha evaluado adecuadamente el impacto de estos sistemas, así que no se han planteado las medidas correctoras suficientes.

En Alborán y Levante se dice que la sismicidad afectará a la fauna marina. Esa fase ya se hizo en Canarias en 2003 y no se sabe cuál fue la afección porque no se evaluó. El caso es que si en esas zonas afecta, en Canarias más aún porque “los valores de biodiversidad marina en Canarias superan, en cuanto a cetáceos y tortugas, a los de las zonas de Alborán y el Golfo de Valencia, donde se han detenido los proyectos por su posible impacto en estos animales”.

Canarias presenta la mayor biodiversidad de cetáceos de las tres áreas comparadas, así como un mayor número de especies de cetáceos presentes durante todo el año. En las zonas paralizadas hay ocho y nueve especies de cetáceos, respectivamente. En Canarias, treinta, once de las cuales son permanentes y seis de ellas especialmente protegidas.

También se destaca la presencia de tortugas en esas zonas, citándose cuatro especies, mientras que en Canaria hay seis. “Es tanta la importancia de Canarias que en Fuerteventura existe un programa permanente de cría en cautividad y suelta de tortugas”. La propia Repsol, en su informe semanal sobre los trabajos de perforación, colgado en su página web, reconoce el paso de tortugas, casi todos los días, a un kilómetro y medio de la zona de perforación.

“En Canarias no se ha cumplido la Ley de Evaluación de Impacto en la propuesta de Repsol, por no haber evaluado todas las fuentes de generación de ruido de las operaciones propuestas, así que hasta que no se evalúe el sistema de posicionamiento dinámico, el uso de la sonda de barrido lateral y perfilador de subsuelo y el plan de mitigación de impacto de todas estas fuentes acústicas el proyecto no está cumpliendo las normas ambientales”, concluye el informe.